El Madrid de Carmena sin coches

La política medioambiental es uno de los principales ejes de la gestión de Ahora Madrid. Dos delegaciones del Consistorio -Medio Ambiente y Movilidad, y Desarrollo Urbano Sostenible- trabajan conjuntamente para ir poniendo en marcha medidas con caracter permanente que garanticen la reducción de los niveles de contaminación. Los coches están en el punto de mira del Ayuntamiento dirigido por Manuela Carmena y la excusa es buena: la Comisión Europea inició hace meses un proceso sancionador en Madrid por incumplir el límite legal de contaminación del aire.

La famosa boina gris suspendida sobre la ciudad ha puesto a los ecologistas en pie de guerra en más de una ocasión. De hecho, sólo en la primera semana de enero de este año dos estaciones de medición superaron los límites de dióxido de nitrógeno (NO2) permitidos para todo 2015. El nuevo Consistorio lo tiene claro: es una prioridad ir introduciendo cambios en el marco de sus políticas para concienciar a los ciudadanos y mejorar la red de medidores de contaminación.

En los primeros 100 días de Gobierno Ahora Madrid ha implementado tres importantes medidas. Las últimas novedades en materia de restricción de tráfico las anunciaron hace sólo unos días Inés Sabanés y José Manuel Calvo, responsables de las áreas implicadas. A partir del día 27 todos los domingos se cerrará el paso a los coches privados en el Paseo del Prado entre la Cibeles y Atocha desde las nueve de la mañana hasta las 14 horas, dando lugar a ciclovías y pasos peatonales. Permanecerán abiertos los laterales para la circulación de autobuses y los taxis serán desviados por la calle Alfonso XII. En la misma franja horaria de los domingos estarán cortadas la calle Peña Gorbea en el Puente de Vallecas y el Paseo García Lorca en Villa Vallecas, que en ese horario serán peatonalizadas. La noticia coincide prácticamente con la Semana de la Movilidad que se celebrará en Madrid entre los días 16 y 22, y por la que la ciudad experimentará cortes en el tráfico de manera puntual.

Ya en el mes de agosto el Ayuntamiento añadió Ópera, en pleno centro de capital, a las Áreas de Prioridad Residencial (APR), entre las que ya se encontraban Embajadores y el barrio de Las Cortes, zonas en donde sólo pueden circular sin restricciones los residentes, comerciantes de las calles incluidas, coches que vayan a un parking directamente, taxis o vehículos eléctricos. En realidad la inclusión de zona Ópera -que iría desde la Plaza de España, Gran Vía, Callao, Puerta del Sol, Calle Mayor y Bailén hasta la Plaza de Oriente- ya la diseñó el anterior Ejecutivo municipal liderado por Ana Botella. Sin embargo, por problemas técnicos el PP no llegó a ponerla en marcha y Carmena, en su compromiso por mejorar la calidad del aire en Madrid, recogió el testigo. A partir del mes de septiembre ya está previsto que termine la "fase de prueba" iniciada y comenzarán a multar a aquellos ciudadanos que incumplan los requisitos al circular por zonas APR.

A pesar de que todavía no hay más reformas listas para ser anunciadas, desde el área municipal de Desarrollo Urbano Sostenible aseguran que el plan es añadir paulatinamente nuevas medidas orientadas al menor empleo de vehículo privado, incrementar la cultura del transporte público y también el uso de las biciletas. De hecho, la alcaldesa Carmena ha tildado en más de una ocasión como "fracaso" la gestión de Ana Botella en materia de movilidad, apelando a que no existe un carril bici como es debido en la ciudad y criticando que en Madrid se use el coche para absolutamente todo.

Cortes puntuales en los próximos días

No está de más recordar que con motivo de dicha Semana de la Movilidad, la circulación de vehículos privados estará cerrada los días 19 y 20 por la mañana en el eje Prado-Recoletos. Además, el 22 de septiembre es el denominado 'día sin coches', y supondrá el cierre de la Gran Vía de 9 a 14 horas, entre San Bernardo y Hortaleza, con filtros en los accesos en las plazas de España y de Cibeles. Iniciativas presentadas como una apuesta por "devolver las calles a los ciudadanos", según los delegeados Sabanés y Calvo, que también han suscitado algunas críticas de vecinos a los que les cuesta renunciar al coche como medio de transporte.