“Yo no quiero ‘reiniciar’ el PSM, lo que quiero es cambiarle el sistema operativo”
Es joven, 39 años, pero acumula ya una larga trayectoria política en un ayuntamiento del que es vecina desde los ocho años. Y habla con aplomo y mucha confianza en sí misma
El próximo día 26 de julio el Partido Socialista de Madrid celebra sus primarias, después de varios meses dirigido por una gestora encabezada por Rafael Simancas, quien apartó de aquella manera a Tomás Gómez de la secretaría general y de la candidatura a la Comunidad de Madrid. Es cierto que la intensidad informativa de este mes de julio ha dejado la confrontación madrileña en un segundo plano, pero en ella se juega mucho el líder del PSOE, Pedro Sánchez.
Los militantes socialistas madrileños van a decidir entre dos candidaturas, la encabezada por Juan Segovia, diputado en la Asamblea de Madrid, y la que lidera la actual alcaldesa de Getafe, Sara Hernández Barroso. Si la primera aparece como una reacción del tomasismo a las decisiones de Ferraz, la segunda sin embargo tiene cierto glamour de oficialidad, aunque en ambos casos se esfuerzan en desmarcarse de esa impresión.
Pero lo cierto es que la rivalidad entre Juan Segovia y Sara Hernández existe, aunque la candidata no quiere presumir de avales -ha tenido casi el doble que su rival-, cosa que sí hace Segovia. Entre los firmantes se encuentran, como no, Tomás Gómez y José Luis Rodríguez Zapatero, que no están muy próximos a las tesis de Pedro Sánchez. También Felipe González, aunque ahora ha dicho que no avaló a la alcaldesa de Getafe porque nadie se lo pidió…
Sara Hernández ha hablado con El Confidencial. Lo ha hecho en Getafe, en un día de calor insoportable aunque a ella le encantan las altas temperaturas veraniegas, y casi estrenando una alcaldía arrebatada al PP en virtud de un pacto de fuerzas de izquierda. Es joven, 39 años, pero acumula ya una larga trayectoria política en un ayuntamiento del que es vecina desde los ocho años. Y habla con aplomo y mucha confianza en sí misma.
Una absurda guerra de avales
“Yo no quiero hacer una exhibición de avales porque para míson todos iguales. Esta guerra es absurda”. De hecho, para ella sería positivo reducir el número de avales necesarios para participar en las primarias, lo cual abriría aún más el abanico de posibles candidatos. “Es que de lo que se trata es de confrontar ideas”. Y aunque parezca raro, hay diferencias entre los modelos de partido que ofrecen unos y otros.
“La nuestra es una candidatura que tiene una base local, queremos construir un PSM desde esa base. Eso no significa que la perspectiva regional no deba estar presente, pero los problemas de la gente se palpan en los municipios”. En su proyecto político tiene mucha importancia la figura de Ángel Gabilondo, quien se ha convertido en un referente para buena parte de los dirigentes y militantes del PSM.“Con él queremos construir una alternativa fuerte”.
Y ahí llega el primer envite a Juan Segovia, con sutileza, pero sin ahorrar espacio a la crítica: “Su lema es reiniciando el PSM… Pero cuando se reinicia un ordenador vuelve adonde estaba. Nosotros no queremos volver a lo que ya había, lo que queremos es cambiar el sistema operativo”. La razón no es otra que la toma de conciencia de los resultados electorales. A pesar de haber alcanzado poder merced a pactos de izquierda, Sara Hernández es consciente de la encrucijada del PSOE.
“Nuestro espacio lo han ocupado otras fuerzas de izquierda porque la gente ha dejado de confiar en nosotros y no nos ven como un instrumento. Necesitamos un partido fresco, reorganizado y moderno”. Y está convencida de que Pedro Sánchez representa esa ambición y de que, con pactos o sin ellos, será presidente del Gobierno después de las generales: “Estamos descubriendo que el partido y los ciudadanos nos queremos…”
Prejuicios por ser mujer
Uno de los argumentos al que recurre con mayor insistencia Juan Segovia es el de la duplicidad de cargos. El candidato afirma sin rodeos que los responsables municipales deben dedicarse en cuerpo y alma al municipio y dejar a otros las tareas de partido. “Su responsabilidad como diputado en la Asamblea de Madrid no es menor que la mía”, asegura Sara Hernández, que ve en esto un cierto prejuicio por el hecho de ser mujer.
“Cuidado con ese debate de las capacidades, que no quiero pensar que sea por ser yo mujer… Emiliano García Page fue alcalde de Toledo y Secretario General del PSOE en Castilla-La Mancha y nadie dijo nada. Y en más ocasiones se han compatibilizado cargos institucionales con cargos de partido –José Blanco era ministro y secretario de Organización del PSOE, por ejemplo-… Si mi candidatura rompe con esos prejuicios, bienvenido sea”.
Lo que sí hace Sara Hernández es tender la mano: “Si soy secretaria general, lo primero será mano tendida. La nuestra es una candidatura de unidad”. Y tiene claro que no existe otra opción para el PSOE que pactar con otras fuerzas de izquierda, aunque “el proyecto de cambio lo lideramos nosotros, somos la referencia de ese cambio que quieren los ciudadanos”.
El próximo día 26 de julio el Partido Socialista de Madrid celebra sus primarias, después de varios meses dirigido por una gestora encabezada por Rafael Simancas, quien apartó de aquella manera a Tomás Gómez de la secretaría general y de la candidatura a la Comunidad de Madrid. Es cierto que la intensidad informativa de este mes de julio ha dejado la confrontación madrileña en un segundo plano, pero en ella se juega mucho el líder del PSOE, Pedro Sánchez.
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