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El Club de Campo teme una fuga de 10 millones en cuotas tras el triunfo de Carmena
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El Club de Campo teme una fuga de 10 millones en cuotas tras el triunfo de Carmena

Los abonados pagan en julio la segunda parte de la cuota anual. El temor a que Ahora Madrid 'nacionalice' el selecto recinto podría provocar una salida en estampida de sus miembros

Foto: Concurso de saltos internacional en el Club de Campo. (EFE)
Concurso de saltos internacional en el Club de Campo. (EFE)

Los 28.000 abonados del Club de Campo de Madrid están a la espera de que la nueva formación que gobierna el Ayuntamiento de la capital decida qué hacer con las instalaciones. De momento, los rumores apuntan a que la nueva formación de izquierdas podría abrirlas al público y convertir el selecto recinto en una granja-escuela. El Consejo de Administración que controla el recinto teme que los abonados dejen de pagar la cuota correspondiente en julio ante el temor de que Manuela Carmena'nacionalice' las instalaciones. En total, son más de diez millones de euros los que deberían ingresarse en las arcas del recinto en menos de quince días.

El Club, que depende del área municipal de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid (es propietario del 51% del recinto) no tiene ánimo de lucro, se mantiene con ingresos propios y funciona como una institución privada en suelo público. La cuota anual de un abonado adulto es de 730 euros y se paga semestralmente en enero y julio. "Los abonados que han entrado este año ya exigen que si las instalaciones se abren al público tendrán que devolverles la cuota que han pagado. ¿Cómo se va a gestionar esto?", se preguntan desde la cúpula del recinto.

Los dirigentes del Club de Campo reciben emails de socios preocupados todos los días. Nadie sabe qué va a pasar, ni siquiera el equipo de Ahora Madrid que aterrizó este lunes en el Palacio de Cibeles. Si finalmente los nuevos dirigentes quieren abrir el espacio al público y deciden poner un precio de entrada de un euro, por ejemplo, las nuevas tarifas tienen que aprobarse en el Consejo de Administración del Club de Campo y después pasar al Pleno del Ayuntamiento, donde Ahora Madrid no cuenta con mayoría absoluta. "Confiamos en que el PSOE no apoyase esta iniciativa", se queja un alto cargo del recinto municipal, donde hay 240 empleados. “Si los abonados dejan de poner los 20 millones de euros con los que costeamos los gastos del Club, ¿quién va a poner ese dinero para que todos los madrileños vengan aquí? ¿El Ayuntamiento de Madrid?”, se preguntan.

Lista de espera interminable

Hasta ahora, la lista de espera para hacerse abonado del Club de Campo de la Villa de Madrid, situado al lado del Palacio de la Moncloa, alcanza las miles de personas. Las estrictas normas de accesoestablecen un número cerrado de abonados que limita el que nuevas personas puedan acceder a esa condición. Para ello, figuran durante años en una lista de espera que sólo corre turno porque alguien se haya dado de baja o por el fallecimiento de alguno de los abonados. La crisis ha hecho que en los últimos años muchas personashayan abandonadoel club pero, por ejemplo, en el año 2000 eran 30.000 las que engrosabandicha lista.

El Club de Campo saltó a la luz pública porsu elevada lista de personalidades VIPque entraban libremente por las instalaciones. Tras el escándalo, ahora sólo se reparten veinte tarjetas a altas personalidades, aunque llegó a albergar hasta a 648 beneficiarios en el 2011. Los abonados ordinarios que no tienen los privilegios de los pases VIP pagan una inscripción inicial de 2.200 euros, y luego su cuota anual. El club cobra aparte el uso de las instalaciones o la inscripción a determinados deportes (ajedrez, bridge, golf, hípica, hockey, natación, pádel, patinaje y tenis). "Funciona perfectamente así, ¿por qué cambiar una cosa que no da problemas?", dejan en el aire miembros del club.

Los 28.000 abonados del Club de Campo de Madrid están a la espera de que la nueva formación que gobierna el Ayuntamiento de la capital decida qué hacer con las instalaciones. De momento, los rumores apuntan a que la nueva formación de izquierdas podría abrirlas al público y convertir el selecto recinto en una granja-escuela. El Consejo de Administración que controla el recinto teme que los abonados dejen de pagar la cuota correspondiente en julio ante el temor de que Manuela Carmena'nacionalice' las instalaciones. En total, son más de diez millones de euros los que deberían ingresarse en las arcas del recinto en menos de quince días.

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