Botella se queda sin museo en la plaza de Margaret Thatcher tras caer Banco Madrid

Una de las últimas inauguraciones que iba a estrenar Ana Botella como alcaldesa era la remodelación de la plaza de Margaret Thatcher de Madrid, en la mítica plaza de Colón. Sin embargo, uno de los propietarios de la plaza y promotor de la iniciativa es el defenestrado Banco Madrid que, junto con Meliá Hotels Internacional, pretendía renovar y crear un espacio nuevo para el arte contemporáneo. Con la estrepitosa caída de la filial de Banca Privada de Andorra (BPA), la zona se queda, de momento, como está.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ya había dado el visto bueno en el pleno de julio a modificar el Plan General de Ordenación Urbana para remodelar el enclave, situado entre la calle Goya y el paseo de la Castellana. El objetivo era que ese nuevo espacio se sumara a otros hitos artísticos del eje Prado-Recoletos. En total son 2.270 metros cuadrados de espacio estacional en la plaza de Margaret Thatcher, de titularidad privada pero de uso público, en cuyo fondo se levanta el edificio del Banco de Madrid.

Con esta reforma, el Ayuntamiento iba a conseguir casi 2 millones de euros por parte de la entidad recién caída, que debía compensar a la administración municipal por aumentar la edificabilidad. Sin embargo, la delicada situación financiera que atraviesa el banco, en pleno concurso de acreedores, deja en el limbo el proyecto y al Consistorio capitalino sin este ingreso extra.

El plan seguía su curso hasta que estalló el escándalo. De hecho, al proyecto solo le faltaba el beneplácito de la Comunidad de Madrid para empezar las obras. La entidad financiera planteó la renovación de su sede sustituyendo su actuar emplazamiento por otro inmueble “más funcional, diáfano y vanguardista”. El objetivo era “transformar ese enclave en un nuevo espacio urbano de titularidad y uso público que acogerá esculturas de arte moderno procedentes de los fondos propiedad de la entidad bancaria, en exposición permanente, con otras de Tapiès, Miró, Picasso, Jaue Plensa, Albert Ràfolfs o Sorolla.

El proyectode Banco Madrid, sin embargo, no gustaba a todos. El Colegio de Arquitectos (COAM), el Hotel Sanvy y una mancomunidad de vecinos de la zona presentaron alegaciones para frenarlo. Los vecinos protestaban alegando que la reforma haría desaparecer las vistas del edificio de la plaza de Colon, uno de los más representativos de Madrid. Así que, de momento, son los que mejor han recibido la noticia. En el Consistorio municipal, solo el grupo de Unión Progreso y Democracia ha pedido en el último Pleno al PP de Ana Botella que renuncieoficialmente al plan.