Cerezo contrata al policía defenestrado por Interior después de la muerte de Jimmy

La muerte del aficionado del Deportivo de La Coruña Javier Romero Taboada, alias Jimmy, tras los enfrentamientos entre los hinchas gallegos y los del Atlético de Madrid el pasado 30 de noviembre abrió el eterno debate sobre las aficiones radicales que existen en la práctica totalidad de los estadios de fútbol. Pero también destapó la connivencia con los clubes que han practicado algunos policías que sirven de nexo entre el cuerpo y la institución deportiva.

Muchos de ellos llevaban más de 15 años en el mismo puesto y, como reconocieron fuentes del Ministerio del Interior, “trabajaban más para el club que para la Policía”. De hecho, como consecuencia de los altercados sucedidos en las inmediaciones del Calderón, el departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz ordenó sustituir a todos sus enlaces en los equipos por savia nueva que no hubiera ostentado nunca un cargo similar, relevos que se están llevando a cabo poco a poco.

La batalla campal y el posterior escándalo tras el fallecimiento de Jimmy también provocaron la inmediata destitución de los dos policías delegados tanto en el Dépor como en el Atleti, cosa que no sentó bien a los afectados. No en vano, la salida del inspector jefe que trabajaba en el club colchonero y que llevaba más de cinco años en el cargo, ha motivado que el perjudicado tome la decisión de abandonar el cuerpo y pasar al otro lado.

El equipo presidido por Enrique Cerezo ha ofrecido al funcionario –José Luis D. V.– un puesto en el departamento de seguridad del club y el policía, que fue la primera víctima de los sucesos del Calderón, ha aceptado. El contacto que ha tenido con la institución rojiblanca durante los últimos años ha servido, por lo tanto, para que el funcionario se cambie de bando.

Los acontecimientos del pasado 30 de noviembre también hicieron que el presidente del club colchonero expulsara al Frente Atlético del estadio, aunque el tiempo lo cura todo y ya durante el pasado encuentro entre el equipo del Manzanares y el Real Madrid los aficionados proscritos regresaron al Vicente Calderón.

La pelea entre aficionados radicales provocó numerosos heridos, además del fallecimiento de Jimmy, lo que originó que la Policía abriera una investigación que derivó en la detención de casi 80 personas vinculadas con los acontecimientos. Los arrestos se produjeron tanto en Madrid como en La Coruña, ya que entre ellos había hinchas radicales de ambos clubes. Todos ellos fueron puestos a disposición judicial por la imputación de diversos delitos, aunque sólo a tres se los acusa de homicidio por estar directamente relacionados con la muerte del aficionado del Dépor.