Así es el Machu Picchu español: está en Canarias, escondido entre montañas y con vistas al Atlántico

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Escondido entre montañas, un pequeño rincón de España ha captado la atención de muchos por su asombroso parecido con una de las maravillas del mundo. Este lugar, apartado del bullicio turístico, ofrece una experiencia que evoca la grandeza de antiguos imperios, todo en un entorno natural que corta el aliento. La región, conocida por sus vistas panorámicas y su arquitectura tradicional, se encuentra en un área que los amantes de la aventura y la naturaleza no deberían perderse.

Al llegar, el visitante se encuentra rodeado de montañas escarpadas y barrancos de gran profundidad. Las casas, construidas siguiendo métodos tradicionales, se mezclan armoniosamente con la naturaleza circundante, creando un ambiente que invita a la tranquilidad y la contemplación. Este lugar, aún desconocido para muchos, guarda un misterio que se despliega lentamente ante los ojos de quien lo recorre, revelando su belleza paso a paso.

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Estamos hablando de Masca, un pintoresco pueblo en la isla de Tenerife, conocido por su apodo de ‘Machu Picchu español’. Situado en el Parque Rural de Teno, en el noroeste de la isla, Masca se encuentra a 750 metros sobre el nivel del mar, encaramado sobre impresionantes barrancos que descienden abruptamente hacia el Atlántico. Esta población, con menos de un centenar de habitantes, ha mantenido su esencia rural intacta a pesar del creciente interés turístico.

Qué ver y hacer en Masca

Masca es un destino que invita a perderse en sus calles, descubrir su historia y dejarse sorprender por su entorno natural. Un paseo por el pueblo revela la arquitectura tradicional canaria en su máxima expresión, con casas de piedra y techos de teja que parecen desafiar la gravedad, ubicadas en laderas empinadas que ofrecen vistas impresionantes de los barrancos y montañas circundantes. Todo ello mientras el turista puede recorrer sus calles empedradas, adornadas con flores coloridas.

En la plaza principal se encuentra la iglesia de la Inmaculada Concepción, una construcción del siglo XVIII, que, aunque modesta en tamaño, rebosa encanto e historia. El Museo Etnográfico es otra parada obligada, ofreciendo una ventana al pasado del pueblo y la vida de los antiguos habitantes guanches, con exposiciones sobre tradiciones agrícolas, arquitectura rural y las costumbres que han moldeado la identidad de Masca a lo largo de los siglos.

El pueblo está rodeado de miradores naturales desde los cuales se pueden apreciar las vistas más impresionantes de la isla. El Mirador de Cherfe, por ejemplo, ofrece una vista panorámica del conjunto de Masca y sus barrancos, mientras que el Mirador de Cruz de Hilda permite admirar el barranco en toda su majestuosidad, con el océano Atlántico como telón de fondo.

Para los más aventureros, la ruta por el barranco de Masca es una experiencia inolvidable. Este sendero, que desciende abruptamente por un desfiladero hasta llegar a una playa oculta de aguas cristalinas frente al Atlántico, es conocido por sus desafíos, pero también por sus recompensas. El camino, de aproximadamente 4,5 kilómetros de longitud, ofrece vistas espectaculares de acantilados, formaciones rocosas y una flora única, incluyendo especies endémicas que solo se encuentran en esta parte del mundo.

Masca también es un paraíso para los amantes de la buena comida. Los pequeños restaurantes del pueblo, algunos de ellos ubicados en antiguas casas restauradas, ofrecen lo mejor de la gastronomía canaria. Aquí, los visitantes pueden degustar platos como las papas arrugadas con mojo picón, el conejo en salmorejo y pescados frescos acompañados de vinos locales. Y al caer la tarde, cuando el sol se oculta detrás de las montañas, el cielo se tiñe de colores cálidos que convierten al pueblo en un lugar mágico y sereno.

Cómo llegar a Masca

Llegar a Masca es una experiencia en sí misma. Desde Santiago del Teide, la carretera TF-436 se abre paso a través de un paisaje montañoso, lleno de curvas cerradas y desniveles pronunciados. Con cada kilómetro recorrido, la vista se va volviendo más espectacular, ofreciendo panorámicas que abarcan desde los picos de las montañas hasta el océano Atlántico en la distancia. Aunque el trayecto puede parecer intimidante, especialmente para conductores inexpertos, la belleza del paisaje y la sensación de estar acercándose a un lugar tan remoto y especial compensan con creces cualquier esfuerzo.

Para aquellos que prefieren no conducir, existe la opción de tomar un autobús desde Santiago del Teide. Las líneas 355 y 365 ofrecen servicios regulares, aunque el recorrido puede llevar más tiempo debido a la necesidad de navegar por las estrechas y sinuosas carreteras de montaña. Otra opción popular es unirse a una excursión organizada que incluye transporte y guía, lo que permite a los visitantes relajarse y disfrutar del viaje sin preocupaciones.

Conocido como el ‘Machu Picchu español’, Masca está situado en el Parque Rural de Teno, a 750 metros sobre el nivel del mar

Es importante tener en cuenta que, debido a la naturaleza del terreno, el acceso a Masca puede verse afectado por las condiciones climáticas, especialmente durante los meses de invierno. Sin embargo, la mejor época para visitar este lugar es en primavera y otoño, cuando el clima es más suave y las temperaturas son ideales para el senderismo. Los visitantes que se atrevan a emprender el viaje hasta Masca descubrirán un lugar que parece detenido en el tiempo, donde la naturaleza y la tradición se unen para ofrecer una experiencia verdaderamente inolvidable.