Es noticia
Gonzalo Pérez Jácome: seis años de alcaldía en Orense con sucursal en los juzgados
  1. España
  2. Galicia
EL TSXG FALLA QUE ACOSÓ AL INTERVENTOR

Gonzalo Pérez Jácome: seis años de alcaldía en Orense con sucursal en los juzgados

Ha sido condenado por acosar laboralmente al interventor. Ha recibido un huevazo en la cara y el director de un periódico local le dio un puñetazo. Todo pasa por los juzgados en la ciudad gallega

Foto: Jácome acude a declarar imputado por injurias en noviembre del 2024. EP/Rosa Veiga
Jácome acude a declarar imputado por injurias en noviembre del 2024. EP/Rosa Veiga

El alcalde de Orense, siempre polémico, ha vuelto a las portadas esta semana a cuenta de una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que confirma que acosó laboralmente al interventor municipal y eleva de 30.000 a 75.000 euros la indemnización por daños morales que recibirá el funcionario. Y también por la nulidad de los audios que se difundieron en vísperas de los comicios locales de 2023 y que eran la base de la denuncia que la Fiscalía interpuso contra Gonzalo Pérez Jácome por presunta prevaricación, cohecho y tráfico de influencias que ya ha sido archivada.

En resumen, las grabaciones -con micrófono oculto- en las que se oía al regidor despachar sin muchos tapujos con sus colaboradores fueron ilícitas y eso deja en nada cualquier diligencia posterior al aplicar la doctrina jurídica de los frutos del árbol envenenado.

El partido del alcalde, Democracia Ourensana, celebró el archivo de la causa y tildó la denuncia de intento fallido de “derrocar al ganador con artimañas fraudulentas”. En la misma semana, Jácome se ha apuntado una victoria notable y una derrota (a medias) con el asunto del interventor del que hizo su propia lectura en sus redes. "Lo critiqué en público, no lo acosé", replicó negando el delito que acredita la sentencia. "Esto va a acabar en el Constitucional", advirtió.

Es la traca final -por ahora- de una historia que empezó a cocinarse dos años antes con el cese abrupto del alto funcionario -habilitado nacional- al que Pérez Jácome, no tenía reparos en cuestionar públicamente. Lo acusó de “negligente”, de “inventarse leyes” o de “mala fe” para refrenar expedientes. “¿Se imaginan un árbitro de fútbol opinando de tácticas o rentabilidad de fichajes? Pues los informes de intervención municipal del Concello son así, jugar a politiqueo, acusar sin base, extralimitarse en cometidos”, publicó Jácome en Facebook en enero de 2024, apenas un mes antes de cesarlo, como recoge el fallo dentro de los hechos probados.

Foto: Jácome acude a declarar acusado de injurias y otros delitos contra la integridad moral por un trabajador. EP/Rosa Veiga

Un juzgado de lo Social de Ourense declaró nulo el cese en mayo y conminó al Gobierno local a que lo repusiera en su puesto. Jácome recurrió a una instancia superior que la corrige en parte con una sentencia (TSXG 329/25) que le da una de cal y otra de arena. Por un lado, el alto tribunal gallego declara la nulidad parcial de la sentencia en lo que respecta al cese -entiende que es una cuestión contenciosa que debe dirimir otra instancia- pero duplica la cuantía que el regidor y las arcas municipales (de forma solidaria) tendrán que desembolsar para indemnizarlo por daños morales “con menoscabo en su salud”.

“¿Va a pagar la indemnización de su bolsillo?”, le preguntaba este viernes a Pérez Jácome el portavoz del BNG tras seis horas de pleno ordinario. “Todavía no está perdido. Apelaremos al Supremo y veremos qué pasa”, le espetó el alcalde, que ventiló los ruegos y preguntas de la oposición con malos modos y más prisa que elocuencia. “Yo tengo fin de semana”, zanjó para levantar la sesión.

Empujón, huevazo y puñetazo

Es solo otro de los flecos judiciales que tuvo o tiene abiertos Jácome, que también copó titulares por sus extravagancias -suprimió las ruedas de prensa por una comparecencia retransmitida y sin preguntas-, sus disfraces o su temperamento. Un empujón a una sindicalista de la CIG (Confederación Intersindical Galega) que protestaba con un megáfono en la puerta del Ayuntamiento en 2022 también acabó en los juzgados. Lo acusaron de maltrato leve y aunque el juez consideró que el gesto fue “brusco y desproporcionado”, no hubo delito. Sí fue condenado -en sentencia firme- por vulnerar el derecho a la participación política de una concejal de la oposición, Natalia González (PSOE), a la que silenció en un pleno en 2023.

Foto: Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de Ourense. (EFE/Brais Lorenzo)

Dos años después, el TSXG acaba de condenarlo a asumir las costas del proceso y a leer la sentencia en público. También injurió a un trabajador municipal al que insultó en redes, aunque el asunto escaló hasta la Audiencia Provincial, el tribunal restó gravedad al caso y lo consideró injurias sin sanción.

No fue así con la denuncia por acoso y trato irrespetuoso que interpuso la jefa de la Policía Local en 2023 contra el exconcejal de Seguridad, y que también recoge como “precedente” la última sentencia del TSXG. El juzgado ordinario le dio la razón a la oficial de policía y consideró probada la infracción laboral por la que condenó al Concello a indemnizarla con 30.000 euros. El alto tribunal lo corroboró y afeó al alcalde una conducta "impropia", pero el Gobierno local también la ha recurrido. Ocurrió algo parecido con otra alta funcionaria que era la jefa del Negociado de Comercio en el Ayuntamiento de Orense. También denunció presiones del equipo de Gobierno, que la había relegado de sus funciones por la puerta de atrás. Les ganó la demanda con casi 50.000 euros de indemnización, pero, como en las ocasiones anteriores, el fallo del TSXG también ha sido recurrido.

Otras denuncias archivadas

¿Termina aquí el historial judicial? Ni mucho menos. La Fiscalía interpuso una denuncia contra el partido del alcalde, Democracia Ourensana, por presunto desvío irregular de fondos públicos hacia la televisión local Auria TV, impulsada por el propio Jácome. Fue la plataforma que le permitió dar el salto desde un plató como tertuliano al Salón de Plenos al frente de un partido cortado a su medida como un traje. Sin embargo, terminó con la retirada y el archivo definitivo cuando el Ministerio Público dio por buenas las justificaciones.

Foto: Gonzalo Pérez Jácome en su despacho con el bastón de mando (EFE)

También quedaron en nada o archivadas otras denuncias por posible prevaricación o malversación contra el controvertido regidor en un goteo incesante donde muchas cuestiones corrientes del día a día de la ciudad se acaban judicializando. La última -todavía en curso- cayó el mes pasado por parte de unos vecinos del centro histórico que se quejaron de la cesión de espacios públicos para barras en periodo de fiestas.

Jácome también ha salido airoso de otros enredos judiciales como el que condenó al director de La Región, el periódico de referencia en la ciudad, a una multa de 600 euros por agresión tras propinarle un puñetazo delante del auditorio municipal en 2023 y contra el hombre que le arrojó un huevo en 2015 por sus críticas al gasto superfluo de la banda municipal.

Jácome contra todos

Gonzalo Pérez Jácome es, a efectos políticos, inclasificable pero operativo. Lidera impepinablemente Democracia Ourensana, que se define como regionalista, liberal, populista y anticaciquil, capaz de arañar votos en todos los segmentos. Se circunscriben a la provincia y fueron capaces de conseguir un escaño en el Parlamento de Galicia en las últimas elecciones autonómicas, sentando en el cámara del Hórreo a Armando Ojea, lugarteniente de Jácome para casi todo.

Foto: Gonzalo Pérez Jácome y Alejandro Ojea en la noche. (EFE/Alejandro Camba)

Este junio, Pérez-Jácome, cumplió seis años al frente de la Alcaldía de Ourense, la tercera ciudad gallega en población después de A Coruña y Vigo. Accedió con un pacto in extremis con el PP en 2019 -a cambio de votarles para la presidencia de la Diputación- y la revalidó en 2023, sumando tres ediles a los siete que ya tenía.

Sorpresivamente, Jácome se abrió camino en la cuna del Baltarismo y el supergranero de votos del PP que tanto cultivó José Luis Baltar (padre) y que acabó enfrentado a los populares. El último exponente de la saga es Jose Manuel Baltar, su hijo, hoy senador como lo fuera su padre en los noventa y que sigue acomodado en la Cámara Alta después de que el Tribunal Supremo lo condenase por conducir el coche oficial de la Diputación a más de 200 kilómetros por hora en un tramo de la autovía de Zamora. Si un día apoyó a Jácome en sus pretensiones a la alcaldía, hoy Baltar hijo y el regidor son enemigos íntimos.

El alcalde de Orense, siempre polémico, ha vuelto a las portadas esta semana a cuenta de una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que confirma que acosó laboralmente al interventor municipal y eleva de 30.000 a 75.000 euros la indemnización por daños morales que recibirá el funcionario. Y también por la nulidad de los audios que se difundieron en vísperas de los comicios locales de 2023 y que eran la base de la denuncia que la Fiscalía interpuso contra Gonzalo Pérez Jácome por presunta prevaricación, cohecho y tráfico de influencias que ya ha sido archivada.

Noticias de Galicia Ministerio de Justicia Política