De Marruecos a España volando por Rumanía (para evitar la patera): 3.000 euros y 33 horas en furgón
Desmantelan una trama criminal que traficaba con inmigrantes ilegales a través del Europa del Este con una ruta disparatada para evitar el Estrecho. Más de 20 grupos en dos años
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La ruta era demencial. Captaban en origen a personas que tuvieran intención de cruzar a Europa, pero evitaban el Estrecho o la ruta en pateras a Canarias. En su lugar, y previo pago de 3.000 euros por cada uno, los enviaban en avión desde Marruecos —de donde eran la mayoría— hasta Rumanía. Y allí arrancaba la segunda fase de un largo periplo ocultos en camiones y furgonetas para distribuirlos por varios países del Viejo continente, también España.
Durante dos años lograron introducir, al menos, 50 grupos de entre 20 y 50 personas a los que ocultaban a lo largo de 3.000 kilómetros en un viaje de 33 horas en furgoneta, exponen fuentes de la investigación. En total, y con un cálculo grueso, la mafia criminal se pudo embolsar más de 7 millones de euros, cobrando muy caro un viaje infernal a Europa a entre 1.000 y 2.500 inmigrantes ilegales.
La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas en Murcia por su presunta pertenencia a esta trama criminal y les imputa otro delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Le llamaron Operación Tashira y ha tenido su epicentro en Navarra, a partir del grupo de información de la Comandancia de Logroño, con el apoyo de otros equipos de Murcia —Unidad Especial 3 y USECIC Murcia— donde se practicaron los cuatro arrestos con entrada y registro en un domicilio donde los agentes acudieron bien pertrechados y se incautaron diversas cajas con documentación y dinero en efectivo.
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La trama criminal estaba liderada por un varón que hacía de enlace entre Marruecos, España y Rumanía para poner precio al ‘pasaporte’ irregular a Europa y los traslados. Una vez que el migrante aceptaba las condiciones y pagaba el precio, el cabecilla daba las instrucciones precisas al resto de integrantes del grupo mafioso.
Coche lanzadera y ruta estudiada
En el país de los Cárpatos habían llegado a establecer una suerte de almacén humano donde ocultaban a los migrantes recién llegados en avión hasta que emprendían la ruta terrestre hacia sus destinos.
El viaje por carretera no se improvisaba. La organización tomaba todas las precauciones posibles y empleaba vehículos lanzadera, además de tener perfectamente localizadas las rutas y los puntos de paso fronterizos con menos vigilancia.
En el operativo también se implicaron la Europol —Agencia de la UE para la Cooperación Policial— y la policía de fronteras (Frontex). Forma parte del Plan Estratégico de la Guardia Civil de lucha integral contra las redes de inmigración ilegal y el control de los flujos migratorios irregulares.
La ruta era demencial. Captaban en origen a personas que tuvieran intención de cruzar a Europa, pero evitaban el Estrecho o la ruta en pateras a Canarias. En su lugar, y previo pago de 3.000 euros por cada uno, los enviaban en avión desde Marruecos —de donde eran la mayoría— hasta Rumanía. Y allí arrancaba la segunda fase de un largo periplo ocultos en camiones y furgonetas para distribuirlos por varios países del Viejo continente, también España.