Cinco expulsiones y dos alcaldías menos amargan al PSOE gallego su próximo Congreso
Una moción de censura en Viveiro (Lugo), un alcalde socialista en Ourense expulsado por pactar con el PP y cuatro ediles díscolos en Santiago en guerra total contra Ferraz. A los socialistas se les complica el cónclave
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Al PSOE gallego le crecen los problemas justo antes del Congreso que celebrará entre el 8 y el 9 de marzo. Está siendo un annus horribilis para el socialismo en Galicia. Justo hace un año, la formación sufrió un fuerte batacazo electoral el 18-F. Las elecciones autonómicas encumbraron al PP de Alfonso Rueda en la Xunta y relegaron al PSdeG a la tercera posición, con tan solo 9 escaños, muy por detrás de los 25 que exhibe el Bloque Nacionalista Galego.
Con este telón de fondo, cuando se aproximan a un cónclave que debía ser tranquilo para ratificar a José Ramón Gómez Besteiro -exdiputado próximo a Pedro Sánchez- como anterior y nuevo secretario general (es el único candidato), a los socialistas se les multiplican los frentes activos con ruido mediático y resistencias internas que friccionan a la militancia.
El conflicto más sonado lo tienen en la capital gallega, donde el PSOE gobernó hasta el 2023, con cuatro de los seis ediles expulsados del grupo municipal y que se niegan a irse. El caso más jocoso, en O Carballiño (Ourense), con un alcalde que deja de ser socialista por pactar su gobierno con el PP y dos mociones de censura en ciernes en Viveiro (Lugo) y Outes (A Coruña) que voltearán el signo del municipio del rojo al azul: del PSOE al PP.
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El plato fuerte será la moción de censura que se debatirá el día 7 en Viveiro (Lugo), justo en la víspera del XV Congreso nacional del PSdeG-PSOE.
El PP y Por Viveiro -con un concejal independiente escindido del BNG- cerraron el jueves 20 un acuerdo para expulsar de la alcaldía a María Loureiro (PSOE) aupando a Mariña Gueimunde (PP).
El golpe dolerá especialmente al secretario general del PSdeG, Xosé Ramón Gómez Besteiro, en su provincia natal. Con Viveiro, pierden el bastón de mando del tercer municipio en población de Lugo y donde los socialistas han gobernado ininterrumpidamente durante 25 años.
El PSOE perderá Viveiro donde gobernaban desde el 99
Todo se debe a un intercambio de fichas propulsado por el cambio de postura de los dos concejales independientes de Por Viveiro, que en 2023 votaron junto al BNG para la investidura de la socialista. Argumenta su portavoz, Bernardo Fraga, que no se estaban cumpliendo los objetivos y que la localidad necesitaba un cambio que, sobre el papel, cifran en unas inversiones de aproximadamente seis millones de euros.
Para la alcaldesa censurada, todo responde al bloqueo interesado de la Xunta a los fondos y obras que el municipio reclamaba. El portavoz de la Ejecutiva gallega del PSOE, Julio Torrado, se preguntó este viernes “por cuánto se compró” -en alusión a los dos ediles que rubricaron la moción- y negó que estos conflictos internos vayan a afectar al Congreso. Gueimonde, por su parte, dejará su cargo en la Xunta para asumir la alcaldía.
Cuatro ediles enrocados en Raxoi
El segundo incendio que afronta el PSOE gallego está situado frente a la catedral de Santiago, en el Pazo de Raxoi. El grupo municipal -que sostiene al BNG en la alcaldía de la capital gallega- está partido en dos. En una facción, los cuatro concejales rebeldes -ya expulsados definitivamente- que ofrecen una resistencia numantina tanto a dejar sus actas como a acatar las órdenes de Ferraz. Anunciaron que recurrirán al Comité de Ética, y también a los tribunales, si llega el caso, y cuentan con el respaldo del exregidor Xosé Sánchez Bugallo.
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Los cuatro ediles díscolos, Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón, Marta Álvarez y Mila Castro, denuncian que la dirección quiere hacer sitio dentro del grupo al responsable local, Aitor Bouza, afín a Besteiro, que se quedó sin asiento en el pleno de Santiago y también fuera del Parlamento gallego.
En el horizonte, un pleno en el que se juegan los presupuestos de Santiago y donde los ediles rebeldes, para disgusto del PSdeG, todavía votarán como socialistas en guerra total contra Ferraz, avalados por un informe técnico del secretario municipal, compartiendo bancada con otros dos compañeros realineados con la dirección gallega.
Expulsado por pactar con el PP
El tercer gran quilombo del socialismo gallego estos días ha estado en O Carballiño (Ourense). Han expulsado al alcalde, Francisco Fumega, por pactar la sostenibilidad de su Ejecutivo en minoría con los concejales del PP. Un acuerdo desautorizado por el PSdeG.
El regidor ya ha dicho que recurrirá su expulsión con sus propios argumentos, pero su salida del partido supone la pérdida de otra alcaldía para los socialistas gallegos que también enfrentan otra amenaza de moción de censura en Outes (A Coruña), donde otro de sus concejales, José Antonio Caamaño, sumó su voto al PP para tratar de derrocar a un bipartito del BNG.
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La gran paradoja de O Carballiño es que, no hace tanto, era otro exlíder socialista, Manuel ‘Pachi’ Vázquez, exsecretario del PSOE en Galicia del 2009 al 2013, el que maniobraba como independiente para censurar a Fumega contra sus antiguas siglas.
Al PSOE gallego le crecen los problemas justo antes del Congreso que celebrará entre el 8 y el 9 de marzo. Está siendo un annus horribilis para el socialismo en Galicia. Justo hace un año, la formación sufrió un fuerte batacazo electoral el 18-F. Las elecciones autonómicas encumbraron al PP de Alfonso Rueda en la Xunta y relegaron al PSdeG a la tercera posición, con tan solo 9 escaños, muy por detrás de los 25 que exhibe el Bloque Nacionalista Galego.