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San Cibrao mira a Trump: en este pueblo está la última fábrica de aluminio de España (y es norteamericana)
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GUERRA COMERCIAL

San Cibrao mira a Trump: en este pueblo está la última fábrica de aluminio de España (y es norteamericana)

"Nuestro problema no es Trump, son los políticos de aquí que no saben si quieren aluminio o no". La multinacional sube en bolsa y los trabajadores desconfían tras los vaivenes de Alcoa

Foto: Vista de la factoría de Alcoa en Lugo desde el puerto de Morás. (EFE/Eliseo Trigo)
Vista de la factoría de Alcoa en Lugo desde el puerto de Morás. (EFE/Eliseo Trigo)

Hay un pueblo gallego que mira estos días a Estados Unidos muy pendiente de si los aranceles anunciados por Donald Trump a las materias primas terminan por despejar su destino… para bien.

Es San Cibrao, en la Mariña de Lugo. Allí sobrevive Alcoa Inespal SL. Es la última gran fábrica de aluminio primario y alúmina -óxido de aluminio- de España; dos materiales con infinidad de aplicaciones del transporte a la construcción pasando por la industria aeroespacial y que la OTAN considera absolutamente prioritario para la seguridad y la defensa, ya que lo integran desde los vehículos a los equipos de comunicaciones.

Alcoa fue parte de Inespal (Industria Española del Aluminio) y en 1998 pasó a manos de Alcoa Corp. por unos 370 millones de euros, junto a otras ocho plantas. La multinacional norteamericana tiene su matriz en Pittsburgh, Pensilvania, y es el tercer productor mundial tras Riotinto y Rusal con varias plantas en la Costa Este y Canadá. En Europa conserva sus plantas en Noruega e Islandia. La de Lugo es la única y la última en la península.

La planta de Alcoa en Lugo es la última de aluminio primario en el sur de Europa

La aluminera estuvo al borde del desahucio en 2022 e, inesperadamente, el 25% de gravamen al acero y al aluminio que penetre en el mercado norteamericano ha dado la vuelta a la tortilla y parece que vuelve a estar en el tablero de juego. ¿Por qué? Porque producir aluminio en Europa puede ser más necesario que nunca a la espera de la reacción de la Comisión Europea que comprometió “contramedidas firmes y proporcionadas” a los aranceles de Trump.

"Nuestro problema no es Trump"

El presidente del Comité de Empresa de Alcoa San Cribao, José Antonio Zan Vega, espera a leer la letra pequeña de esa guerra comercial y su desarrollo en los mercados para calibrar su impacto en Lugo. El sindicalista recuerda los altibajos de la empresa en Galicia en el último lustro y desconfía tanto de la dirección del grupo como de los responsables políticos.

“Nuestro mayor problema ya no sé si es Trump. Son los políticos españoles y de la Unión Europea que no saben lo que quieren. No saben si quieren producir aluminio primario aquí o no”, les afea Zan, a título personal, en declaraciones a El Confidencial.

Durante dos años, del 2022 al 2023, Alcoa San Cibrao estuvo en pausa sin producir. En febrero del 2024, arrancaron de nuevo y apenas llegaron al 6%, señala Zan. “El compromiso era arrancar al 100% en 2025. Veremos”, zanja, para recordar que España únicamente es capaz de fabricar un 15% del aluminio primario que requiere.

La fabricación europea se limita a una gran planta en Dunkerque (Francia), de la también norteamericana AIP, y las otras que Alcoa explota en el Norte de Europa.

Alcoa rebota en bolsa

Durante cuatro décadas, esta fábrica gallega con dos plantas a caballo entre Cervo y Xove, junto al mar, fue la más grande y productiva. Se fundó en 1980 y entró en convulsión en el último lustro por el alto coste de la energía, la feroz competencia de China -que ya produce por sí sola la mitad del aluminio mundial- y las tensiones con la parte social entre intentos fallidos de venta, amenaza de cierre y despidos.

Por lo pronto, los mercados han entendido que Alcoa San Cibrao podía sacar provecho de esta guerra comercial y sus acciones cerraron al alza esta semana, tras despedir el 2024 con 57 millones en beneficio neto tras años en números rojos. Esta semana, a través de su filial, Aluminio Español, amplió en 161.199.721 millones su capital. Una operación recogida en el BORME del 10 de febrero, con otras tres inyecciones en Alcoa Inespal por algo más de 7 millones.

“La empresa nos negó un horno de cocción de ánodos comprometido en un pacto porque tenía problemas económicos y ahora resulta que tenía dinero para hacer cuatro”, critica el líder sindical, apropósito de las inyecciones de fondos en la aluminera.

Foto:  Fábrica de Alcoa vista de San Ciprián. (EFE/Eliseo Trigo)

La empresa firmó el 21 de enero del 2025 un acuerdo que llamaron Memorando de Entendimiento con el Gobierno central, la Xunta y el Grupo INGIS, que aterrizó también en su accionariado para respaldar “la continuidad de las operaciones en San Cibrao”. Sin embargo, la desconfianza de los trabajadores -y de toda una comarca- hacia la corporación norteamericana es mayúscula después de que las ventas de las plantas de Avilés y A Coruña acabasen en juicio en la Audiencia Nacional con ocho imputados en el banquillo por fraude, apropiación indebida y otros presuntos delitos por haber descapitalizado dos factorías que vendieron por un euro.

placeholder Protesta de los trabajadores de Alcoa cortando la autovía en Ribadeo en defensa de sus empleos. EP
Protesta de los trabajadores de Alcoa cortando la autovía en Ribadeo en defensa de sus empleos. EP

De la fábrica de Alcoa en Lugo dependen 1.050 empleos directos —450 en la planta de alúmina y 600 en la de aluminio primario— y otro millar indirecto, que repercuten en la economía comarcal de A Mariña. Alcoa supone casi un tercio del PIB de toda la provincia, toda la producción industrial de Lugo con 228.000 toneladas anuales (aluminio) y 1,5 millones de alúmina.

La cara B de los aranceles

La otra cara de la inquietud industrial por el gravamen al aluminio es que la exhibe Extrugasa (Pontevedra), Exlabesa (A Coruña) o Aluminios Cortizo (Padrón), que son tres de los productores/exportadores españoles de aluminio radicados en Galicia y con parte de su mercado al otro lado del Atlántico en jaque por el 25% de gravamen pregonado el domingo por Trump.

"Exportamos más de 80%", expone Daniel L, responsable de la división de Arquitectura de Aluminios Cortizo, —fabricante de aluminios y PVC para construcción— que remarca que "Estados Unidos no es un país autosuficiente en aluminio".

También Extrugasa tiene en torno al 7% de su cifra de negocio en ese país, al que vende unos 9 millones de euros anuales. Coinciden en aguardar a ver cómo se desarrolla el decreto con la convicción de que no podrá ser sostenible en el tiempo por su afectación al mercado.

Hay un pueblo gallego que mira estos días a Estados Unidos muy pendiente de si los aranceles anunciados por Donald Trump a las materias primas terminan por despejar su destino… para bien.

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