La paradoja gallega: donde más leche se produce y peor se paga
Galicia es el país del millón de vacas: un ejemplar por cada 2,7 personas. Sin embargo, obtiene el peor precio por litro de leche: 0,46 céntimos. Los ganaderos se rebelan y prometen "dar la batalla"
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De Galicia a Asturias, o de Ribadeo a Castropol hay un puente de distancia. Y cuatro céntimos de diferencia en el precio de la leche entre las dos autonomías. La gallega lleva las de perder con respecto a Euskadi, Cantabria o Castilla y León.
Es la paradoja gallega. En el país del millón de vacas, una por cada 2,7 habitantes. Es donde más leche se produce —el 41% del total del Estado con 3 millones de toneladas en 2024— pero donde peor se paga. 0,46 céntimos por litro frente a Asturias (0,52), Cataluña (0,52) o Cantabria (0,48). En Galicia se concentran, también, el 50% de los productores de España que todavía tiene que importar un 30% de leche porque no llega para abastecer la demanda.
Esta diferencia "histórica" en el precio por litro entre Galicia y otras regiones ha puesto en pie de guerra a los ganaderos contra las grandes distribuidoras lácteas a través de Unións Agrarias, uno de los sindicatos con mayor peso en el campo gallego que promete “dar la batalla hasta el final”. Han echado cuentas: los cuatro céntimos suponen 127,5 millones de euros menos cada año. Granja por granja, serían unos 25.000 euros menos en cada explotación.
En Galicia se concentran, también, el 50% de los productores de España que todavía tiene que importar un 30% de leche porque no llega para abastecer la demanda. "España llega hasta el 70% pero somos deficitarios en leche y sin Galicia, tendríamos un grave problema de abastecimiento", sostiene Xosé Darriba, portavoz de Unións Agrarias.
Cuatro céntimos menos por litro supone 25.000 menos al año por explotación
La semana pasada pusieron en marcha una campaña con ronda de contactos políticos en el Parlamento autonómico —PP, BNG y PSdeG— para plantar sus banderas antes de que toque renovar el 90% de los convenios en los que se fijan los precios anuales para 2025 y que cae a primeros de abril.
"Lo que pedimos es sencillo: que se aplique en Galicia lo que se paga de media en el resto de España", expone Roberto García, secretario de Unións Agrarias. Denuncia las presiones de la industria láctea para que los ganaderos gallegos terminen aceptando un precio por litro a la baja y diseñado en un despacho para lograr mejores resultados en la cuenta de la empresa.
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"Pedimos que no se abuse de una posición dominante de la industria porque la leche es un producto perecedero", expone García. "O firmas o no te recojo la leche. Eso no es negociación, es otra cosa", razona, y se lamenta de que pese a tener un producto de mejor calidad con un +1.8% de materia grasa, les repercute menos. "No es un problema de calidad ni de cantidad. Responde a una estrategia de la industria para cambiar de manos los beneficios", concluye el sindicato agrario.
Una granja cerró cada día en 2024
Galicia cuenta con 5.000 explotaciones agrarias, de acuerdo al sindicato agrario. Entre ellas se cuentan cooperativas o pequeñas explotaciones familiares poco mecanizadas. En 2024, se cerraron unas 350 por distintas razones: las dificultades para competir, la falta de relevo en el sector y el alto coste y la baja recompensa de pastorear, alimentar y ordeñar tantas cabezas de ganado de lunes a domingo por unos céntimos el litro. Prácticamente un cierre al día.
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“Con las vacas ya sabes que no hay días festivos. Hay que mugirlas todos los días a su hora, darles de comer y pagar al veterinario”, explica Teresa, con una pequeña explotación en Monfero (A Coruña). Ya tiene edad de jubilarse, pero sigue adelante porque es la vida que conoce. “Siempre hemos tenido vacas”, concluye. Antes, por supervivencia alimenticia y ahora, también, aunque de otro modo.
¿Las razones de la industria?
¿Por qué cuatro céntimos menos? ¿Por qué ese diferencial entre autonomías por el mismo producto? La cosa viene de lejos y los grandes distribuidores del sector lácteo, los que compran la materia prima y la comercializan con las marcas que nos encontramos en el súper, aducen dispersión geográfica en una tierra donde manda el minifundio; muchas granjas pequeñas y muchos kilómetros de ruta encareciendo el transporte.
Sin embargo, la orografía asturiana es igualmente compleja y las distancias en Castilla o Cantabria son, a menudo, mayores, replican los ganaderos gallegos."No hay razones objetivas para esta marginación", reclama Darriba, que opina que el potencial de crecimiento del sector daría para cubrir toda la demanda estatal.
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Otra de las razones que esgrime la industria para abonar menos por el precio de la leche en origen es que como en Galicia llueve más y los pastos son verdes y abundantes, los costes de producción son menores. "Nos ponen la excusa de que tenemos más forraje propio para alimentarlas". ;uy lejos quedan los años del cartón a 0,57 céntimos y pocas marcas venden la leche por debajo de 0,90 céntimos en los lineales de alimentación de los supermercados. El precio medio ronda un euro el litro (o más), el doble de su precio en origen.
Óscar Pose, responsable del sector lácteo de Unión Agrarias, que pide incorporar a los contratos índices de referencia objetivos pactados con los ganaderos, descartando el punto crioscópico -determina la temperatura a la que se congela la leche- como argumento para el descuento. Un precio justo, dicen, es la clave para recuperar fuelle en un sector que está en los motores económicos del campo gallego y evitar su abandono.
De Galicia a Asturias, o de Ribadeo a Castropol hay un puente de distancia. Y cuatro céntimos de diferencia en el precio de la leche entre las dos autonomías. La gallega lleva las de perder con respecto a Euskadi, Cantabria o Castilla y León.