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Justicia a trompicones para Nerea: la Audiencia rectifica al juez que absolvió a su novio en contra del veredicto
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HOMICIDIO POR OMISIÓN

Justicia a trompicones para Nerea: la Audiencia rectifica al juez que absolvió a su novio en contra del veredicto

Un jurado lo declaró culpable y el juez lo absolvió del homicidio de Nerea Añel. Ahora la Audiencia de Ourense se enmienda a sí misma para condenar al novio que la dejó morir sola sin pedir ayuda médica

Foto: El hombre condenado por la muerte de Nerea Añel durante el juicio en la Audiencia de Ourense. EFE/Brais Lorenzo
El hombre condenado por la muerte de Nerea Añel durante el juicio en la Audiencia de Ourense. EFE/Brais Lorenzo

Todo en este caso ha sido un despropósito judicial. Y también un cúmulo de circunstancias que han ido favoreciendo al condenado, Julio González Sierra. Un jurado popular lo condenó en marzo por dejar morir a su novia, Nerea Añel Vázquez, de 26 años. Sin embargo, el expresidente de la Audiencia Provincial de Ourense, lo absolvió y dictó un fallo contrario al veredicto popular.

No es habitual que el juez contradiga a los jurados, pero ocurrió en este caso retrasando la justicia para una chica malherida que murió congelada y sola en la ribera del río Barbadás una noche de enero.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) tuvo que intervenir en junio -durante una vista de apelación- y anular aquel controvertido fallo que sostenía una “conclusión diferente a la alcanzada por los jurados, que habían atendido a la tesis acusatoria”.

Ahora, la Audiencia ourensana se enmienda a sí misma y da la razón al tribunal ciudadano -cinco hombres y cuatro mujeres- para condenar al novio a 10 años de cárcel por un delito de homicidio por omisión. ¿Qué implica? Que vio morir a su pareja y no hizo nada para evitarlo. Por lo tanto, es responsable.

Ser adicto no es patente de corso

La joven desapareció en enero del 2020 y su cuerpo fue hallado ocho meses después por unos senderistas en un recodo remoto del lecho seco del río Barbadás, próximo a la ciudad. Durante meses, su madre había empapelado las calles de Ourense con su rostro en busca de pistas del paradero de una hija a la que no veía desde la noche de Reyes, tras presentarle a Julio G. como su pareja y convencida de que no se había ido voluntariamente.

placeholder Bomberos y agentes de la Policía Nacional. (EFE/Brais Lorenzo)
Bomberos y agentes de la Policía Nacional. (EFE/Brais Lorenzo)

El nuevo novio en cuestión era un pieza; tenía 32 años y un expediente policial de varias páginas desde que era menor entre robos con fuerza y agresiones violentas a otras parejas. Adicto confeso a todas las drogas, se proclamó inocente y relató en el juicio que el día de los hechos le había robado la cartera a un taxista y que ambos consumían juntos en el motel Cancún la droga que solían comprar en la barriada de Covadonga donde él tenía muchos enemigos.

Dijo que se despidió de Nerea “con un beso” y que no la volvió a ver “nunca más” por lo que supuso que la habían pillado y que estaría en la cárcel. Así se lo dijo incluso a la madre de Nerea, Belen Vázquez, pidiéndole que “estuviese tranquila”.

La Fiscalía, en cambio, sostuvo otra versión mucho más específica. Temiendo que la recepción del motel alertase a la Guardia Civil, los dos huyeron por un camino próximo al río y ella cayó, accidentalmente (o no).

Foto: La mujer condenada por matar a un hombre al que conoció por Internet. (Europa Press/Rosa Veiga)

“Es la manifestación más extrema de la violencia de género”, sostuvo el Ministerio Público, que pedía una pena de 14 años. “Pudo salvarle la vida a su pareja y deliberadamente no lo hizo. Ser drogodependiente no le da patente de corso para hacer todo tipo de tropelías”, destacó el fiscal.

La acusación particular -la familia de la víctima- fue todavía más allá y lo señaló por “complicar” la investigación con mentiras y de haber depositado su cadáver en un lugar remoto para zafarse.

La autopsia reveló que la joven no falleció en el acto, recalcó la acusación. Murió lentamente de hipotermia y falta de auxilio a consecuencia de un grave traumatismo en el cráneo y las vértebras que la dejó inconsciente y totalmente indefensa. Los forenses declararon que podría haber sobrevivido con ayuda médica que la única persona que sabía dónde estaba no pidió, pese a que estaba a pocos metros de una carretera nacional y de un establecimiento abierto.

Dejarla morir fue un crimen que la Audiencia provincial de Ourense acaba de ajusticiar a trompicones.

Todo en este caso ha sido un despropósito judicial. Y también un cúmulo de circunstancias que han ido favoreciendo al condenado, Julio González Sierra. Un jurado popular lo condenó en marzo por dejar morir a su novia, Nerea Añel Vázquez, de 26 años. Sin embargo, el expresidente de la Audiencia Provincial de Ourense, lo absolvió y dictó un fallo contrario al veredicto popular.

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