Los gallegos que convivan con parques eólicos en su municipio tendrán la luz a mitad de precio
La Xunta impulsa una comercializadora de energía "100% gallega y renovable" para tratar de atajar el creciente rechazo a los eólicos y la paralización judicial de 60 proyectos
¿Es usted vecino de un municipio con parques eólicos? Pues le puede corresponder un descuento del 50% en la factura. Con esta oferta comercial se ha descolgado la Xunta de Alfonso Rueda, que pone a rodar su propia Comercializadora Gallega de Energía a través de la sociedad mixta Recursos de Galicia (RDG). Tendrá un 30% de capital público y del 70% se ocupan empresas asociadas como Abanca, Finsa (maderera), Megasa (metalúrgica) o grupo Nogar, de logística portuaria y grandes consumidores.
El anuncio salió del primer retiro del Gobierno gallego organizado el último fin de semana de septiembre en Sober (Lugo) por el presidente Alfonso Rueda, que emuló a Manuel Fraga reuniendo a sus conselleiros en una quedada sin móviles para engrasar la coordinación del ejecutivo.
El objetivo teórico: avanzar en autonomía energética y abaratar la energía en hogares e industrias gallegas. El fondo práctico: tratar de atajar el creciente rechazo social a los proyectos eólicos a los que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) también ha echado el freno de mano, paralizando 59 de los 64 solicitados, de acuerdo con los datos del alto tribunal a 16 de septiembre. Hasta esa fecha, la sala había emitido 130 autos sobre otras tantas peticiones de suspensión de autorizaciones administrativas previas y de construcción para más de sesenta nuevas instalaciones que están en jaque.
Los autos responden a demandas de grupos ecologistas y vecinales muy activos y organizados contra lo que califican como una "invasión eólica" que ocupa sus montes y "tributa en la Castellana", y han logrado movilizar socialmente a gentes del campo y de ciudad en docenas de movilizaciones contra los proyectos macroeólicos por todo el territorio.
100% gallega y renovable
Los detalles de la futura empresa gallega de energía se los dejó Rueda a la titular de Economía e Industria, que los desgranó el miércoles junto al director de la RDG, Emilio Bruquetas, antiguo CEO de Reganosa.
"Será 100% gallega y 100% renovable", destacó la conselleira María Jesús Lorenzana. La operativa no distaría mucho de cualquier otra comercializadora al uso, aunque recortando el margen de beneficios de la sociedad mixta -apuntó- para contrarrestar los descuentos al cliente. "Siempre a un precio más barato que el del mercado".
Un operador telefonearía a los vecinos/clientes potenciales con las tarifas y ofertas, y se encargaría de hacer el tránsito. ¿Y quiénes serían? Pues, en el caso de particulares, los vecinos de los municipios con afección eólica o limítrofes entre los 313 concellos gallegos.
Para las empresas e industrias, Lorenzana plantea que el objetivo es “democratizar” el acceso a la energía a un precio “más competitivo”, vía contratos de compraventa a largo plazo (PPA), un carro que también abre para autónomos y micropymes. El objetivo es completar los trámites en cuatro meses y arrancar en 2025. Será, defiende el ejecutivo gallego, una comercializadora público-privada “la primera y la única de España”.
Potencia en viento y agua
Aitor, la primera borrasca del otoño gallego, dejó rachas de viento por encima de los 100 kilómetros por hora en Cedeira, O Xistral y Carballeda de Valdeorras (163 km/h) a finales de septiembre. Aire para mover las turbinas de generación eléctrica, pero también agua, mucha agua; hasta 187 litros por metro cuadrado cayeron en Fornelos de Montes, en el interior de Pontevedra.
En 2023, Galicia produjo 9.086 GWh solo con la fuerza del viento y es una de las pocas comunidades que genera más energía de la que consume. De acuerdo a los datos de Red Eléctrica, la producción de renovables se incrementó en tierras gallegas un 24% el pasado año y es la tercera CCAA que más suma al mix estatal con aire y agua. La Xunta ha hecho números con la energía verde que se genera en la comunidad: 38% eólica y 35% hidráulica, y ha movido ficha.
El impulso a la comercializadora recoge las quejas de las empresas que impulsan proyectos que están en el limbo jurídico, pero también busca ofrecer una contrapartida al creciente rechazo social a la instalación de nuevos parques eólicos en la comunidad ya salpicada de molinos de viento en zonas altas y muy ventosas, como la sierra da Capelada en el Cabo Ortegal y el tramo cantábrico de la A-8 por el norte de Lugo, donde las palas y la niebla son intrínsecas al territorio que explora su potencial en la eólica marina con 1.500 kilómetros de costa.
El negocio eólico iba viento en popa hace un par de décadas, pero el cuento de las vacas coexistiendo pacíficamente en los pastos con las gigantescas aspas de los molinos ya no cuaja y el Gobierno gallego busca desatascarlo ofreciendo alguna ventaja al bolsillo de los vecinos que conviven con molinos. Con todo, la conselleira de Industria insistía y dejaba recado: cuanto antes se desbloquee el "despliegue" de las renovables —eólica marina incluida— mayor será el número de beneficiarios.
¿Es usted vecino de un municipio con parques eólicos? Pues le puede corresponder un descuento del 50% en la factura. Con esta oferta comercial se ha descolgado la Xunta de Alfonso Rueda, que pone a rodar su propia Comercializadora Gallega de Energía a través de la sociedad mixta Recursos de Galicia (RDG). Tendrá un 30% de capital público y del 70% se ocupan empresas asociadas como Abanca, Finsa (maderera), Megasa (metalúrgica) o grupo Nogar, de logística portuaria y grandes consumidores.
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