El PSOE resiste en Vigo, A Coruña y Lugo, el PP recupera terreno y Jácome da el campanazo en Ourense

Se cumplió el guion con la excepción de Ourense, en lo político: sitio distinto. La sorpresa electoral de la noche no la protagonizaron ni el PP ni el PSOE. Fue Democracia Ourensana, el partido de Gonzalo Pérez Jácome, salpicado de polémicas y bajo la lupa de la Fiscalía por cuatro presuntos delitos, el que se aupó en la noche electoral gallega —con permiso de Abel Caballero, que apuntaló otra mayoría absoluta— y dio la sorpresa al pasar de tercera a primera fuerza con 10 ediles (97,6% escrutado) aunque toda la oposición está de acuerdo en cerrarle el paso a un nuevo mandato.

El PSdeG resiste pero no deslumbra. En Vigo, el reino de Abel Caballero apenas se desgasta. Pierde un solo concejal, el mismo que gana el Partido Popular. Abel Caballero tiene seis de cada diez votos, camino de un quinto mandato, el cuarto con mayoría absoluta a sus 76 años. Podría pensarse en una batalla a medio plazo, ante una eventual retirada de Caballero cuando cumpla 20 años como alcalde, si el propio regidor no hubiera anunciado que está lejos de sopesar decir adiós. El BNG, mientras, que hace cuatro años estuvo al borde de la desaparición, suma tres. El resultado consagra el fin de las Mareas en una ciudad con una fuerte tradición de la izquierda.

Dos concejales fueron los que sumó Inés Rey, para conservar la alcaldía de A Coruña, aunque precisará del respaldo de otros grupos de izquierda. La alcaldesa pasó de ser una desconocida a sumar apoyos en su reválida. Llamativo es el descalabro de la Marea Atlántica, que pasó del gobierno en 2015 a desaparecer de la corporación coruñesa, mientras que el BNG capitaliza su debacle y suma dos ediles. Resiste al frente de Lugo, Lara Méndez, que podrá reeditar el gobierno de coalición con el BNG, a pesar de que el PP se quedó a las puertas de la mayoría absoluta. En general, suben los nacionalistas a costa de las antiguas mareas municipalistas -donde se integró Podemos-, desaparece del mapa Ciudadanos (solo tenía representación en Lugo) y Galicia también le cierra la puerta a VOX, que tan solo consigue colar un concejal en Avión, un municipio pequeño rural e interior de Ourense conocido por acoger a emigrantes retornados de México que hicieron fortuna.

El PP solo gobernará Ferrol

El PPdeG, en su primera cita electoral desde que Alberto Núñez Feijóo se mudó a Génova 13, recupera terreno en las ciudades, pero no lo suficiente: tan solo apuntala y por la mínima (13 escaños) una mayoría absoluta: Ferrol, la más pequeña de las siete urbes gallegas, empecinada en cambiar de alcalde y de color político desde los albores de la democracia. José Manuel Rey Varela —amigo y exconselleiro de Alberto Núñez Feijóo— volverá a retomar el bastón de mando de un municipio que ya gobernó de 2011 a 2015.

Los populares se quedan a las puertas de gobernar en Lugo y a dos concejales de la mayoría en Santiago y Pontevedra, condenados a la oposición otro mandato más.

Y cae el feudo nacionalista de Pontevedra; el BNG ya no es la fuerza con más apoyos, aunque es improbable que Miguel Anxo Fernández Lores pierda la alcaldía. El PP gana en una ciudad que se le resiste. Obtiene casi el 40% de los votos, frente al 30% del BNG de Lores, un alcalde todavía más veterano que Caballero: gobierna desde 1999. Tras más de dos décadas, comienza a padecer el desgaste. Pero la opción de un cambio de gobierno queda todavía lejos. Con el 91% escrutado, los nueve concejales nacionalistas y los cinco del PSOE (uno más que hace cuatro años) sumarían tres más que el PP, en un ayuntamiento sin más candidaturas con representación.

Sorpresa en Ourense y Santiago

Pero para sorpresa la de Ourense. El polémico Jácome, acosado durante la campaña con la publicación de audios que apuntan a posibles casos de corrupción, convierte a Democracia Ourensana en el partido más votado. Lo era el PSOE, que no pudo gobernar por el pacto entre DO y el PP, que intercambiaron en 2019 el ayuntamiento y la Diputación. Pero con casi el 60% escrutado, Jácome pasa de 7 a 10 concejales y el PSOE pierde tres para quedarse con seis, uno menos que el PP, que se queda igual. El BNG completa la lista de partidos representados con cuatro ediles, dos más que en 2019. Otras cosa es la gobernabilidad, y las posibilidades son múltiples.

La otra sorpresa de la jornada estuvo en el Pazo de Raxoi, a los pies de la catedral de Santiago. Los nacionalistas liderados por Goretti Santmartin dan el sorpasso al PSOE y relegan a Xosé Sánchez Bugallo a la tercera posición, aunque anticipan un posible acuerdo para retener Compostela para la izquierda. Pierden fuelle Compostela Aberta, otra de las mareas que integraban Esquerda Unida y Podemos, que pasa de 5 a dos concejales. Bugallo anunció su dimisión al término del actual mandato.

Los datos del 28M en Galicia

Más de 2, 2 millones de electores gallegos estaban llamados este domingo a las urnas para elegir 3.705 concejales entre medio centenar de candidaturas, con una participación ligeramente superior a la de 2019. Con el 99% del censo escrutado, el PP lograba en Galicia 1.765 ediles y el 32,48% del voto que les repercute en 56 mayorías absolutas, doblando las 25 del PSdeG, con el 29,21% del voto gallego. El Bloque Nacionalista Galego se aupa al 17,30% a costa de retomar votos que habían emigrado a las mareas.