El BNG gobernará Santiago y Pontevedra tras fagocitar a las Mareas y a Podemos

A río revuelto, ganancia de pescadores. Pues así, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha pescado en los caladeros rotos de las antiguas mareas municipalistas -que gobernaron A Coruña, Santiago y Ferrol en 2015- y ha capitalizado las fricciones entre Podemos y Sumar y recoge el voto de castigo al PSdeG.

El premio gordo para el BNG: la alcaldía de Santiago de Compostela, la capital gallega y un gran escaparate para sus políticas con el reto de gestionar el turismo desbocado de peregrinos. En la otra cara de la moneda: Xosé Sánchez Bugallo, alcalde socialista que aspiraba a la reelección que este lunes presentó su dimisión como secretario de la agrupación local y no asistirá a la investidura de Goretti Sanmartín (BNG) como alcaldesa de Compostela.

Además, los nacionalistas han logrado retener Pontevedra, su ciudad bandera por el modelo de peatonalización, pese al desgaste de los seis mandatos consecutivos de un veterano Miguel Anxo Fernández Lores. Los votos del Bloque también serán clave para garantizar los gobiernos socialistas de Lugo y A Coruña y está por ver lo que pueda ocurrir en Ourense, donde Gonzalo Pérez Jácome ganó por sorpresa frente a una oposición (PP; PSOE y BNG) que coincide en querer cerrarle el paso a otro mandato.

El Bloque sumó 248.676 papeletas -53.311 más que en 2019- mientras desaparecen del mapa municipal las mareas de A Coruña y Vigo, donde se integraban Podemos y afines a Sumar, retrocede la de Compostela Aberta también fagocitada por los nacionalistas y tan solo resiste con empaque Ferrol en Común, liderado por el exalcalde Jorge Suárez, que rechazó aliarse con los morados.

El BNG será clave en A Coruña y Lugo

Con la alcaldía de Goretti Sanmartín en Santiago, serán tres las mujeres que están al frente de alguna de las siete grandes ciudades gallegas bajo un signo de izquierdas: las de A Coruña, Inés Rey (PSOE) y Lugo, Lara Méndez (PSOE) que lograron refrenar la notbale crecida del PP y retener las alcaldías en minoría. Dependerán del BNG, que será clave tanto para la investidura como para fraguar acuerdos o reeditar gobiernos de coalición.

La victoria impepinable de Abel Caballero en Vigo y las alcaldías que los socialistas logran retener en las áreas urbanas del eje Atlántico enmascaran los malos resultados del PSdeG en estos comicios, que ya les han costado la Diputación de Pontevedra, que por tres concejales volverá a manos del PP.

Rueda sopesa anticipo electoral

El PPdeG, liderado por Alfonso Rueda tras la mudanza de Feijóo a Génova 13, analizará esta tarde los resultados municipales y “el nuevo contexto” abierto tras el adelanto electoral anunciado por Pedro Sánchez en el Comité Ejecutivo que ha convocado a las 18:00 horas en San Lázaro (Santiago). Podría dar la sorpresa adelantar también las autonómicas de Galicia, para hacer campaña a rebufo del PP estatal de Núñez Feijóo sumando sinergias sin aguardar a 2024, y acortando el rearme del PSdeG.

Al PP no le ha ido nada mal en los comicios del 28M en la Galicia rural e interior pero no todo lo bien que esperaban los de Alberto Nuñéz Feijóo en las ciudades. Se quedan a las puertas del gobierno de Lugo, condenados a la oposición otro mandato más, al igual que en Pontevedra y fracasaron en su intento de anular a Pérez Jácome en Ourense. Prestando atención a los datos globales, los populares obtuvieron más de medio millón de apoyos (554.112) con el 38,45% del voto. Remontan cinco puntos porcentuales pero en votos, solo sumaron 49.591 papeletas con respecto a las elecciones locales del 2019.

En términos de poder, se traduce en 56 mayorías absolutas y 135 relativas -muy por delante de las 25 absolutas que lograron amarrar los socialistas en Vigo, As Pontes o Valdoviño. No obstante, ninguna de las mayorías del PP les permite gobernar en localidades grandes o medianas -a excepción de Arteixo, en el cinturón industrial de A Coruña, con 33 mil vecinos, Ribeira o Marín.

Las mayorías del PP se concentran en municipios pequeños, despoblados y envejecidos, fundamentalmente en el interior de Ourense y Lugo mientras los socialistas conservan plazas como Ames o Vilagarcía de Arousa. Caso aparte son las mayorías de Narón -la octava localidad gallega por población- donde gobierna Terra Galega desde hace 40 años al margen del bipartidismo, o Alternativa dos Veciños en Oleiros, uno de los municipios más ricos en renta per cápita donde no hay quien desbanque a Ángel García Seoane.

Vox tan solo ha logrado un único edil en toda Galicia en el municipio ourensano de Avión, de ricos emigrantes retornados de México mientras que Ciudadanos se extingue en Lugo.