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Cómo el Grinch se coló en la interminable Navidad de Vigo: "Es imposible vivir así"
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Cómo el Grinch se coló en la interminable Navidad de Vigo: "Es imposible vivir así"

Abel Caballero, alcalde de la ciudad gallega, está volcado en la decoración de estas fechas y alargará el alumbrado hasta el 15 de enero. Los vecinos del centro ya no soportan el tráfico y el ruido: "Estamos cabreadísimos"

Foto: Aglomeraciones en Vigo para ver las luces navideñas. (EFE/Salvador Sas)
Aglomeraciones en Vigo para ver las luces navideñas. (EFE/Salvador Sas)

Alba Novoa se ha convertido en el Grinch de la ciudad de Vigo. Esta gallega de 49 años —tataranieta de Antonio Sanjurjo Badía, el inventor del submarino— está harta. Al otro lado del teléfono deja entrever su enfado con Abel Caballero, el alcalde de Vigo y el más votado de España. “Estamos muy cabreados”, señala. Esta ciudad de Pontevedra lleva años siendo el epicentro de la celebración navideña: norias, luces, atracciones y jolgorio. Para quienes tienen que vivir en el centro de Vigo, es un auténtico engorro. “Las calles están colapsadas, hay mucho tráfico y la gente no para de gritar desde las atracciones y cantar villancicos”, añade Novoa, portavoz de la Asociación de Vecinos del centro de Vigo. Desde 2019, Tim Burton dirige su vida durante noviembre, diciembre y enero. Es una pesadilla.

Caballero anunció este lunes lo que iba a suponer un alivio para estos vecinos del centro. Apagaría las luces el 8 de enero en un “gesto” con el medioambiente. La alegría les duró poco. Ese mismo día, el primer edil recibió una carta de las asociaciones hosteleras demandando la prolongación del alumbrado. Se reunieron de urgencia con el alcalde y consiguieron convencerle. “Me hicieron saber su deseo de que las luces permaneciesen una semana más. Hicimos un recuento de lo que significa en términos de empleo y las personas con las que me reuní representan a 30.000 trabajadores directos. Si a eso les sumas los indirectos y las familias, estamos hablando de más de un tercio de la población de Vigo”, señaló en rueda de prensa.

Por ello, “las luces de Navidad con más notoriedad y calidad de todo este planeta”, como las definió Caballero, permanecerán encendidas hasta el domingo 15 de enero a las ocho de la tarde. Según fuentes del Ayuntamiento de Vigo, se estima que el beneficio económico para la ciudad oscile entre los 500 y 1.000 millones de euros, una cifra que se acotará en las próximas semanas.

La ambición de Abel Caballero no conoce límites en la cuestión navideña. Menos después de que en 2019 The New York Times dedicase un amplio reportaje al fenómeno vigués, aunque cuestionando el coste energético y económico de este capricho. Para el regidor socialista, su gran competidor siempre fue la ciudad americana y en 2022 ha superado el tamaño del árbol principal de la celebración. El de la ciudad gallega mide más de 35 metros, por encima del clásico del Rockefeller Center. “Encendemos las luces de Vigo. Arranca la Navidad en el planeta”, dijo en noviembre.

Foto: Miles de personas se congregan el día de la Inmaculada en Vigo para admirar las luces navideñas. (EFE/Salvador Sas).
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Superó a los norteamericanos, pero sus propios vecinos se le volvieron en contra. “Todo empezó en 2019 con la noria”, relata Novoa. “Ahora están las calles residenciales con atracciones de feria de pueblo que nada tienen que ver con la Navidad. El problema no es la iluminación en sí, sino todo lo que conlleva. Las atracciones y el mercadillo donde se vende comida y bebida. Es muy difícil vivir así”, añade muy enfadada. De hecho, la asociación de la que forma parte ha abierto una recogida de firmas en Change.org, donde llevan acumuladas más de 2.200. “Durante estos tres meses, no podemos descansar, convivir o trabajar como lo hacen los demás vecinos de la ciudad. Tampoco podemos acceder a nuestras viviendas, centros de trabajo o servicios sociales como los demás vigueses”, versan en la plataforma. Alba Novoa admite que se les está agotando la paciencia: “Acudiremos a la Justicia. Ya nos ha recibido la fiscal general de Vigo”.

placeholder Vista de la noria de la Navidad de Vigo en 2021.
Vista de la noria de la Navidad de Vigo en 2021.

El ayuntamiento, por su parte, sostiene que parte de las quejas se sustentan en cuestiones políticas, tal y como relató el propio alcalde. Lo cierto es que Novoa se refiere constantemente al primer edil como alguien que “se siente legitimado para hacernos esto porque tiene mayoría absoluta. Todo gira alrededor de él”. Por el momento, ambas partes no han conseguido cerrar una fecha para reunirse y valorar la situación.

Todo apunta a que Abel Caballero no cejará en su defensa del alumbrado de Vigo. La iniciativa de apagar las luces antes se sustentaba en un “gesto” por el ahorro enérgico, pero reiteró el escaso consumo de las luces led. “Un estadio de fútbol consume más que la Navidad de Vigo”, declaró. No obstante, otro inconveniente que denuncian los residentes del centro de la ciudad es la dificultad para atender a las emergencias. El portavoz de la asociación gallega de técnicos de emergencias sanitarias relata a este medio que el tiempo medio de respuesta se ha prolongado entre un 70% y un 80%, aumentando de 10 a 17 minutos en estos tres meses. “¡Nosotros no estamos en contra de las luces de Vigo! Pero se necesita una mejor planificación y reforzar los servicios de emergencias, no al revés”, explica.

Alba Novoa se ha convertido en el Grinch de la ciudad de Vigo. Esta gallega de 49 años —tataranieta de Antonio Sanjurjo Badía, el inventor del submarino— está harta. Al otro lado del teléfono deja entrever su enfado con Abel Caballero, el alcalde de Vigo y el más votado de España. “Estamos muy cabreados”, señala. Esta ciudad de Pontevedra lleva años siendo el epicentro de la celebración navideña: norias, luces, atracciones y jolgorio. Para quienes tienen que vivir en el centro de Vigo, es un auténtico engorro. “Las calles están colapsadas, hay mucho tráfico y la gente no para de gritar desde las atracciones y cantar villancicos”, añade Novoa, portavoz de la Asociación de Vecinos del centro de Vigo. Desde 2019, Tim Burton dirige su vida durante noviembre, diciembre y enero. Es una pesadilla.

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