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La leyenda de la iglesia gallega que 'mató' a un cineasta cuando grababa un filme de terror
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Un familiar de Claudio Guerín

La leyenda de la iglesia gallega que 'mató' a un cineasta cuando grababa un filme de terror

Javier Prado es un escritor e ilustrador de mitos del folclore español. Pero hace muy poco descubrió que él mismo guardaba relación con uno de los acontecimientos más siniestros de Noia (A Coruña)

Foto: Iglesia de Noia, en A Coruña. (Cedida)
Iglesia de Noia, en A Coruña. (Cedida)

"Era muy pequeño cuando oí contar aquella anécdota por primera vez en mi familia, y hasta que no fui mayor no supe cuánto de verdad había en ella. Resultó que todo era cierto", así comienza Javier Prado, un joven ilustrador y escritor especializado en mitos del folclore español, a narrar uno de los episodios más surrealistas acontecidos en un municipio de A Coruña (Galicia). Lo curioso es que él mismo guarda relación con este histórico suceso, tras el que se esconde una vieja leyenda urbana. Todo gira en torno a la iglesia San Martiño, en la pequeña localidad de Noia.

Hace unos días, Prado contó en sus redes sociales que había descubierto su parentesco familiar con Claudio Guerín. Se trata del cineasta sevillano que una vez apuntó a ser de las grandes promesas del séptimo arte en España. Al menos, así fue hasta que sus aspiraciones se vieron truncadas por un inesperado suceso. Guerín murió cuando rodaba una película de terror en este rincón de Galicia. Fue a principios de los años 70. El filme en cuestión era 'La campana del infierno', y él era el director. Pero otro tuvo que tomarle el relevo tras su trágica y repentina muerte: cayó desde la cima de la parroquia y perdió la vida poco después. Tenía solo 34 años, y un prometedor futuro por delante.

"Entonces no sabía muy bien de quién hablaban. Pero recuerdo que en las reuniones familiares se contaba que había un primo de mi abuela que se fue a estudiar cine, y falleció grabando una película", rememora Prado, que años después estudiaría Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla y oiría hablar, por primera vez, de este director. "Cuando lo relacioné todo, empecé a investigar sobre él. Y descubrí una historia apasionante", aseguró a El Confidencial.

Fue a poco tiempo de terminar el rodaje cuando Guerín se precipitó desde varios metros de altura. Su pérdida causó mucho revuelo. No solo porque se trataba de un reconocido cineasta, sino porque aquella iglesia de San Martiño, y las circunstancias que la envolvían, recordaban a una vieja leyenda sobre la que ni los historiadores locales se ponen de acuerdo. La parroquia tiene una estructura asimétrica, y sobre ella se eleva solo una torre, en lugar de dos. No se conoce con certeza el motivo, ni tan siquiera si esta arquitectura fue premeditada o el lugar está incabado.

Foto: Alexandra Bastedo y Maribel MArtín en 'La novia ensangrentada', de Vicente Aranda. (Flixolé)

Pero había rumores –que, más allá de habladurías, nunca llegaron a demostrar cuánto tenían de cierto– sobre una suerte de maldición que caería en quienes intenten levantar un segundo campanario en lo alto del edificio. De hecho, el propio Prado alude a otros relatos urbanos que apuntan a que el maestro cantero también murió, supuestamente, mientras construía la última torre. Más allá de la leyenda, lo cierto es que el director de 'La campana del infierno' sí trató de simular otro campanario de 'atrezzo', para que la escena quedase más simétrica en el plano.

"La verdad es que no está claro por qué murió", reflexiona su descendiente, que tras investigar el asunto descarta un posible suicidio. Esta teoría, la de Guerín quitándose la vida, aparece mencionada en la biografía de la famosa cineasta, Pilar Miró –'Nadie me enseñó a vivir', escrita por el crítico de cine Diego Galán–, quien matuvo un noviazgo de juventud con el director de la película 'maldita'. "Su carrera estaba despegando. No creo que él mismo decidiera acabar con todo. Lo más probable es que fuese un accidente", consideró Prado, que recuerda cómo su familia discutía en ocasiones acerca de cuál podría haber sido la razón de su caída.

placeholder El autor Javier Prado en la presentación de su libro 'Monstruos Ibéricos' en la librería Gigamesh, Barcelona (Cedida)
El autor Javier Prado en la presentación de su libro 'Monstruos Ibéricos' en la librería Gigamesh, Barcelona (Cedida)

Un detalle llamativo es que el filme que rodaban también hablaba de sucesos macabros en torno al campanario. Incluso el final de uno de sus personajes terminó asemejándose al que, desgraciadamente, protagonizó el propio director. "Parece que este mito urbano terminó cobrando fuerza, y conociéndose más a raíz de algo tan trágico como una muerte. Sobre todo, por ser la de alguien conocido", cree Prado. "Es una historia triste, pero resulta curioso que haya dejado su propia huella. Tengo la sensación de que pasarán los años, y la gente que llegue allí seguirá hablando de la vieja leyenda de Noia".

"Era muy pequeño cuando oí contar aquella anécdota por primera vez en mi familia, y hasta que no fui mayor no supe cuánto de verdad había en ella. Resultó que todo era cierto", así comienza Javier Prado, un joven ilustrador y escritor especializado en mitos del folclore español, a narrar uno de los episodios más surrealistas acontecidos en un municipio de A Coruña (Galicia). Lo curioso es que él mismo guarda relación con este histórico suceso, tras el que se esconde una vieja leyenda urbana. Todo gira en torno a la iglesia San Martiño, en la pequeña localidad de Noia.

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