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Galicia, farolillo rojo, es la última región que mantiene restricciones covid
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Galicia, farolillo rojo, es la última región que mantiene restricciones covid

La Xunta mantiene las limitaciones en hospitales, residencias y hostelerías frente a la eliminación generalizada en el resto de España

Foto: Una mujer protegida con mascarilla hace uso del transporte público en Ourense. (EFE/Brais Lorenzo)
Una mujer protegida con mascarilla hace uso del transporte público en Ourense. (EFE/Brais Lorenzo)

Desde el inicio de la pandemia, la política de la Xunta se situó del lado de las restricciones. Su presidente, Alberto Núñez Feijóo, tuvo que hacer equilibrismo dialéctico para justificar unas medidas abiertamente opuestas, por ejemplo, a las que defendió su colega Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Ahora que España empieza a convivir con el coronavirus, Galicia se ha convertido en el único territorio que mantiene las limitaciones que aún persistían, relativas al pasaporte covid en hospitales y residencias y al número de comensales por mesa en hostelería. En el resto de comunidades autónomas, el uso de mascarilla en espacios interiores queda ahora como única obligación que pervive una vez superada la sexta ola.

En Galicia, el pasaporte covid seguirá siendo indispensable para visitas a hospitales y residencias, al menos hasta las 00,00 horas del 9 de abril, en el inicio de la Semana Santa. También hasta ese momento, para la hostelería se mantiene una limitación de 10 comensales por mesa en interior y 20 en exterior. Son medidas que se esperaba decayeran este sábado, 26 de marzo, pero la comisión de expertos reunida en Santiago decidió prorrogarlas. Para visitar a los pacientes ingresados en centros hospitalarios y sociosanitarios, residenciales de mayores y de personas con diversidad funcional seguirá siendo necesario, por lo tanto, el certificado de vacunación, recuperación o prueba diagnóstica negativa.

Foto: PCR en el Hospital Enfermera Isabel Zendal en Madrid. (EFE/Chema Moya)

La medida fue anunciada por la Consellería de Sanidade en un comunicado de prensa, en el que puntualizó que se mantendrá "el tiempo imprescindible para mejorar la situación epidemiológica, que se revisa de modo diario". El levantamiento de las limitaciones en el resto de las comunidades autónomas tiene un marcado carácter simbólico, ya que supone dejar atrás la fase más dura desde que la pandemia llegó a España en marzo de 2020, al menos temporalmente. A esa simbología contribuye la nueva estrategia de vigilancia y control que se estrena este 28 de marzo, que pone fin con carácter general a los aislamientos de los positivos no sintomáticos, salvo en excepciones de población vulnerable.

También a ese respecto la Xunta se ha manejado con cautela. El conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, —que reveló a Jesús Vázquez Almuíña en plena crisis sanitaria—, apeló a la “prudencia” en su aplicación, principalmente debido a un contexto en el que Galicia ha dejado de ser una de las comunidades menos afectadas por la covid-19. El Gobierno gallego es partidario de “normalizar” la vigilancia y el control de esta enfermedad, pero con “pasos uno a uno”, por lo que rechazó una “urgencia de aplicación” a la que, pese a todo, se sumará la comunidad gallega.

La incidencia acumulada a 14 días es de casi 1.000 casos, más del doble que la media española

Otras dos comunidades autónomas, Canarias y la valenciana, se descolgaron este jueves de la política de restricciones, que desaparecen este fin de semana. Así, Canarias decidió eliminar las limitaciones relacionadas con aforo y limitación de reuniones sociales que todavía persistían, en tanto que Valencia solo mantiene la prohibición de fumar en terrazas y la obligación de utilizar la mascarilla en interiores.

Desde que comenzó la pandemia, Galicia ha mantenido las medidas con más limitaciones de España, con ayuntamientos confinados según su incidencia acumuladas, medidas muy restrictivas para la hostelería, especialmente la nocturna, e incluso toques de queda, que convivían, con la progresiva suavización de las limitaciones en comunidades como la madrileña. Si eso ocurrió cuando Galicia mantenía una incidencia acumulada y unos índices de ocupación de camas hospitalarias y en UCI menores que la media estatal, ahora que lidera las cifras negativas no se han querido eliminar las últimas restricciones. En la actualidad, la incidencia acumulada a 14 días es de casi 1.000 casos, más del doble que la media española. La tasa de camas ocupadas asciende al 4,83%, la más alta del Estado después de Canarias, aunque en la UCI presenta mejores cifras.

Foto: La ministra de Sanidad, Carolina Darias (i), preside la Reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. (EFE/Moncloa/Fernando Calvo)

La Xunta admite que sigue habiendo “muchos casos positivos a diario". En los últimos días, el número diario ha estado siempre por encima de los 2.000, aunque el titular de Sanidade sostiene que en Galicia en la actualidad se registran todos los casos de covid, frente a otras comunidades que no lo hacen, lo que la sitúa entre las de mayor incidencia.

La eliminación de las mascarillas en interiores tampoco entusiasma en el Gobierno de Feijóo

La política de la Xunta en materia de restricciones ha contado siempre con el aval del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. En el respaldo a las últimas medidas en vigor en hospitales y residencias, el tribunal gallego las justifica por tratarse de ámbitos en los que “se aprecia un incremento de riesgo de contagio, por las características de especial vulnerabilidad que concurren”. Además, indica que el hecho de que el pasaporte covid “no elimine completamente la posibilidad de nuevos contagios”, no invalida “la idoneidad de una medida que permite reducir el riesgo”, ya que, pese a todo, disminuye “la posibilidad de que una persona infectada contacte con no infectados y no protegidos y que pueda transmitirles la infección”.

La eliminación de las mascarillas en interiores tampoco entusiasma en el Gobierno de Feijóo. Su conselleiro de Sanidade apuesta por “dejar al menos 15 días” entre los pasos para comprobar los efectos. “Hay que ir dando pasos uno a uno, con un tiempo en el medio”, reclama la Xunta, con el fin de "ver los resultados de estas medidas".

Desde el inicio de la pandemia, la política de la Xunta se situó del lado de las restricciones. Su presidente, Alberto Núñez Feijóo, tuvo que hacer equilibrismo dialéctico para justificar unas medidas abiertamente opuestas, por ejemplo, a las que defendió su colega Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Ahora que España empieza a convivir con el coronavirus, Galicia se ha convertido en el único territorio que mantiene las limitaciones que aún persistían, relativas al pasaporte covid en hospitales y residencias y al número de comensales por mesa en hostelería. En el resto de comunidades autónomas, el uso de mascarilla en espacios interiores queda ahora como única obligación que pervive una vez superada la sexta ola.

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