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Ferraz busca candidato en Galicia aunque su actual líder se resiste a dejar paso
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Caballero resiste aferrado a las bases

Ferraz busca candidato en Galicia aunque su actual líder se resiste a dejar paso

Tras renovar Andalucía y a la espera de decisiones en Madrid, la dirección federal busca alternativas al líder gallego, Gonzalo Caballero. El nuevo delegado del Gobierno suma enteros

Foto: El portavoz del PSdG-PSOE, Gonzalo Caballero. (EFE)
El portavoz del PSdG-PSOE, Gonzalo Caballero. (EFE)

Empezó con fuerza Gonzalo Caballero. Su victoria incontestable en las primarias de 2017 y los buenos resultados de municipales, generales y europeas, de mayo de 2019, auguraban un período de estabilidad en un partido, el PSdeG, acostumbrado a devorar liderazgos. Pero en Ferraz ya no están tan convencidos. Tanto es así que ha empezado la habitual quiniela de nombres para sucederle al frente de la formación, especialmente dolorosa por tratarse de un fiel sanchista. En la sede federal no quieren otro fiasco como el de Madrid y ponen en la balanza el discreto balance de las últimas autonómicas, hace ahora un año, cuando los socialistas gallegos se convirtieron en tercera fuerza política del Parlamento. Caballero, mientras, resiste aferrado al apoyo de las bases y la ausencia de alternativas.

Tras la renovación en Andalucía, donde el candidato oficialista de Ferraz, Juan Espadas, se impuso con claridad a Susana Díaz, la dirección del PSOE debe ahora abordar el relevo en otros flancos débiles. Galicia es otro claro talón de Aquiles para el socialismo, que será más necesario atender si Feijóo no repite como candidato y se despeja la posibilidad de alternancia. En este contexto hay que interpretar el nombramiento a finales de marzo de un crítico con Caballero, el exalcalde de Ames José Miñones, como delegado del Gobierno. Ahora mismo es el más firme candidato al relevo, aunque su experiencia política y capacidad para levantar el PSdeG suscitan dudas.

Foto: El exdiputado autonómico socialista Pachi Vázquez. (EFE)

En la recámara hay otros nombres. El que cobra más fuerza es el del exsecretario general José Ramón Gómez Besteiro, que dejó su cargo por la imputación en el Caso Garañón, por la construcción de unas torres en Lugo cuando era concejal de Urbanismo. La causa fue archivada recientemente, y aunque su futuro judicial no está totalmente despejado, los sectores más críticos con Caballero lo consideran rehabilitado para la causa política. Besteiro también es sanchista y cuenta con el apoyo en la ejecutiva federal de Pilar Cancela, diputada por A Coruña y presidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso. El también expresidente de la Diputación de Lugo aún no se ha pronunciado sobre la posibilidad de recuperar el mando del socialismo gallego, una muestra del desconcierto que reina en el partido.

En la sede federal se considera que el archivo del caso, que perseguía a Besteiro desde 2009, constata "la injusticia" que tuvo que afrontar por una operación que la Audiencia Provincial tumbó con un auto muy crítico con la labor de la jueza instructora, Pilar de Lara. "Se le veía como la persona indicada para rehacer el PSdeG, pero tuvo que dimitir por un caso que se ha demostrado sin fundamento", señalan fuentes de Ferraz. Caballero, en cambio, acogió el cierre de la causa con tibieza. Y aunque se mostró favorable a dejarle "las puertas abiertas" para su regreso a la actividad política en el PSOE, lo hizo con condiciones: "Con lealtad a la dirección federal y a la dirección gallega".

El nombre que cobra más fuerza es el del exsecretario general Gómez Besteiro, que dejó su cargo por la imputación en el caso Garañón

Otro factor que amenaza la permanencia de Caballero es el que pivota alrededor del presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín Formoso, al que desde su entorno se anima a dar el paso y configurar una alternativa al secretario general. La provincia es de hecho el principal foco de oposición más o menos consolidado frente al líder gallego, que ha reconstruido sus relaciones con el alcalde de Vigo —que controla Pontevedra— y mantiene el control en Ourense y Lugo. "Si no se ha consolidado una alterativa es porque todos saben que si hay unas primarias, Caballero gana", afirma una fuente próxima al secretario general.

Al núcleo de Formoso se le atribuye el movimiento más serio hasta la fecha contra los intereses del jefe del partido: el cese, en noviembre de 2020, de Eva Martínez Acón como concejal del gobierno municipal de A Coruña. Acón, afín a Caballero, era responsable del área de Empleo y Promoción Económica. Fue destituida por la alcaldesa, Inés Rey, debido a su "nula dedicación a las tareas de gobierno", según se deslizó desde su equipo. El número dos del PSdeG, Pablo Arangüena, salió en su defensa: "Todo el partido sabe que el cese no tiene nada que ver con su desempeño como concejala".

Foto: La portavoz del BNG, Ana Pontón. (EFE)

Caballero está convencido de sus posibilidades para continuar al frente de la formación. Sus afines destacan la buena relación que mantiene con Pedro Sánchez, quien lo telefoneó la noche de las autonómicas de julio de 2020 para mostrarle su total confianza como candidato en los próximos comicios. El líder del socialismo gallego es consciente de que hay sectores en Ferraz que quieren otro rostro, pero asegura contar con la confianza de José Luis Ábalos, Adriana Lastra y Cristina Narbona, secretario de Organización, vicesecretaria general y presidenta del partido, respectivamente.

Los resultados de las elecciones al Parlamento de Galicia, que tanto han dañado la imagen que se venía forjando Caballero, también ofrecen lecturas alternativas desde su núcleo duro, vinculadas a la pandemia. Antes del aplazamiento de la fecha electoral, aseguran, el PSdeG aventajaba en las encuestas al BNG y amenazaba el liderazgo de Feijóo, quien, como Isabel Díaz Ayuso en Madrid, se reforzó electoralmente con una política de enfrentamiento con el Gobierno central por la gestión de la crisis. Y en 2019, el PSdeG conseguía, por primera vez en su historia, ser el partido más votado en Galicia en unas generales.

El entorno de Caballero pide tiempo para consolidar su proyecto y, sobre todo, destaca la ausencia de alternativas sólidas a pocos meses del congreso gallego. Pero que el líder del PSdeG confíe en continuar no significa que ignore los movimientos de Ferraz para buscarle un sustituto. Antes incluso del descalabro socialista en Madrid, en marzo, Caballero fue consciente de su debilidad, cuando Miñones fue elegido para redactar la ponencia del congreso socialista, apenas dos semanas antes de que se anunciara su nombramiento como delegado del Gobierno.

Foto: La líder del BNG, Ana Pontón, durante la noche electoral. (EFE)

La situación es delicada para el propio Sánchez, porque difícilmente entraría en una confrontación directa como la vivida recientemente en Andalucía con Díaz. La salida que se ve más viable en la sede federal es un pacto con Caballero para dar paso a una candidatura de consenso encabezada por otra persona, algo que el actual líder autonómico "difícilmente aceptaría", replican desde su círculo más próximo.

Llevar la batuta del socialismo gallego es un viejo anhelo del sobrino del primer edil de Vigo, que durante años promovió sectores críticos en esa ciudad y posteriormente en el PSdeG hasta que, finalmente, se hizo con el cargo en las primarias y el posterior congreso de hace cuatro años. En las municipales de 2019 logró 113 alcaldías, más de un tercio de las de Galicia, entre ellas cinco de las siete ciudades. Aquellos resultados y los de las generales provocaron una ola de optimismo que no tardó en quedar sepultada por unas autonómicas en las que el partido consiguió mantener sus 13 diputados, pero se vio superado por los nacionalistas del BNG.

Empezó con fuerza Gonzalo Caballero. Su victoria incontestable en las primarias de 2017 y los buenos resultados de municipales, generales y europeas, de mayo de 2019, auguraban un período de estabilidad en un partido, el PSdeG, acostumbrado a devorar liderazgos. Pero en Ferraz ya no están tan convencidos. Tanto es así que ha empezado la habitual quiniela de nombres para sucederle al frente de la formación, especialmente dolorosa por tratarse de un fiel sanchista. En la sede federal no quieren otro fiasco como el de Madrid y ponen en la balanza el discreto balance de las últimas autonómicas, hace ahora un año, cuando los socialistas gallegos se convirtieron en tercera fuerza política del Parlamento. Caballero, mientras, resiste aferrado al apoyo de las bases y la ausencia de alternativas.

PSdeG Lugo Ángel Gabilondo José Luis Ábalos
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