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Alerta en Galicia ante la abundancia de granjas de visón: “Son bombas covid”
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Conflicto entre ecologistas, vecinos y Xunta

Alerta en Galicia ante la abundancia de granjas de visón: “Son bombas covid”

Científicos, ecologistas y partidos advierten contra las 26 explotaciones existentes en Galicia, que la patronal del sector y la Xunta consideran bajo control

Foto: Visones sacrificados en Dinamarca tras descubrir que estaban infectados de una mutación de coronavirus. (EFE)
Visones sacrificados en Dinamarca tras descubrir que estaban infectados de una mutación de coronavirus. (EFE)

La excepcional sensibilidad de los visones al SARS-CoV-2 hace de granjas como las que abundan en Galicia un foco especialmente delicado de posibles contagios. Así lo sostienen científicos, organizaciones ecologistas y partidos políticos, con demandas que van del cierre total a un control exhaustivo de las explotaciones. Son opiniones que rechaza de plano la organización que las aglutina, la Asociación Española de Criadores de Visón (Agavi), que defiende las producciones locales como las más seguras de Europa. El debate es seguido con preocupación por los vecinos de las 26 granjas que existen en Galicia, el 80% del total de España, mientras la Xunta sostiene que todas ellas cumplen con “estrictos protocolos de bioseguridad”.

Al igual que otras especies de mustélidos, como los hurones, los visones han demostrado ser altamente susceptibles al coronavirus, tal y como ha constatado la comunidad científica. Pero lo que más ha sorprendido a los investigadores es la velocidad a la que se transmite el virus entre los visones, ya que se disemina de manera explosiva, hasta el punto de poder infectar prácticamente a todos los animales de una granja en pocos días. Es lo que se observó en una de Teruel, donde la infección alcanzó al 87% de los animales. Además, presentan una alta proporción de casos asintomáticos, lo que permite la expansión silenciosa de la enfermedad.

Foto: Un visón de tipo americano, raza que se utiliza para la cría de pelaje, cerca de la ciudad de Minsk, Bielorrusia. (Reuters)

El coronavirus puede circular entre animales como gatos, perros, leones, tigres, pumas, leopardos de las nieves y visones, pero el visón americano es la única especie en la que se ha demostrado el contagio del virus SARS-CoV-2 de animal a ser humano. Fue una de las conclusiones del seminario 'online' 'Granjas de visón: bombas biológicas en tiempos de covid', organizado por WWF, en el que participaron expertos virólogos y epidemiólogos. Por eso, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) recomienda desplegar una vigilancia activa basada en PCR y serología periódica.

El debate en Galicia se arrastra desde el inicio de la pandemia, pero casos como el de Teruel —donde se sacrificaron 92.700 visones— o lo ocurrido en Dinamarca, cuyo Gobierno ordenó el sacrificio más de 15 millones por una mutación del coronavirus, han avivado el debate.

La Asociación para la Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega) le da la categoría de “alerta sanitaria” a la presencia de decenas de explotaciones de visones. "Llevamos años reclamando el cierre progresivo de estas instalaciones, porque son bombas covid peligrosas e innecesarias, y no en pocas ocasiones son también un ejemplo de maltrato animal", situación que se agrava por “la posible transmisión de covid-19 por parte de esta especie”, señala la organización. Adega critica el “comportamiento ultrapermisivo de la Xunta” con la industria peletera del visón, lo que ha favorecido que recalen nuevas granjas “huyendo de la prohibición de estas instalaciones en muchos países europeos”.

Foto: Un visón. (Wikimedia Commons)

El Gobierno gallego aplica un programa de prevención estatal en las granjas que establece controles en el caso de que se detecten visones con síntomas compatibles con el covid-19, o si alguno de los operarios tuviera un diagnóstico positivo. Según Adega, solo se han hecho controles en cuatro de las 26 existentes, una vigilancia que considera insuficiente.

Galicia en Común ha llevado el caso al Congreso, en el que acaba de registrar una pregunta sobre los protocolos de detección en las granjas, “tras observar en diversos países de Europa que son un foco de infección” para el personal y para la ciudadanía. “Países como Bulgaria o Francia han puesto en marcha pruebas de detección en las explotaciones que aún quedan abiertas”, que incluyen la realización de test a la población de la zona. Las áreas geográficas que más inquietan en Galicia son las de Abegondo y Carral, en la provincia de A Coruña, con seis y cuatro granjas, respectivamente. “Nuestra preocupación es máxima en Galicia, donde existe una alta transmisión”, señala el diputado Antón Gómez Reino.

El parlamentario del Grupo Unidas Podemos acusa a la Xunta de llevar años “protegiendo a las empresas peleteras y permitiendo la instalación y ampliación de granjas incluso tras una sentencia del Tribunal Supremo”. “No solo eso, sino que no actúa como se hace en otros territorios europeos, haciendo cribados en localidades cercanas”, acusa Gómez Reino.

La sentencia a la que se refiere el diputado, de 2016, acepta de forma parcial un recurso de Ecologistas en Acción, la Sociedad Española de Ornitología y la Asociación para el Estudio de los Salmónidos (AEMS) contra el decreto que regula el 'Catálogo español de especies exóticas invasoras'. En el fallo, el alto tribunal prohíbe nuevas instalaciones y las ampliaciones de las ya existentes en todo el Estado, lo que no ha impedido, según las organizaciones ecologistas, que se hayan seguido implantando en Galicia.

La Consellería de Medio Rural niega que exista descontrol. El departamento de la Xunta señala que, desde las primeras noticias recibidas desde los Países Bajos sobre infecciones en granjas de visones, mantuvo “un contacto permanente con el sector peletero gallego” y trasladó a todas las explotaciones activas información actualizada sobre “el incremento de las medidas de bioseguridad”, fundamentalmente “en lo relativo a evitar la transmisión del virus a través de personas infectadas”.

También se puso en marcha un programa de prevención, vigilancia y control frente a la posible introducción y circulación del SARS-CoV-2 elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Sanidad, que contempla actuaciones en el caso de existir sospecha o confirmación de la enfermedad en los animales. “Adicionalmente, en un programa conjunto entre la Consellería do Medio Rural y la de Sanidad, se está llevando a cabo una vigilancia activa en todas las explotaciones de Galicia de forma preventiva”, añade Medio Rural.

Las explotaciones ganaderas de visones dan empleo directo a más de 1.500 personas y generan 3.000 puestos de trabajo indirectos

La asociación de criadores de visones, mientras, señala que todas las granjas españolas han adoptado medidas específicas para evitar la infección de los trabajadores, “con estrictos protocolos de bioseguridad” que incluyen el uso de equipos de protección individual (EPI). “Todos los protocolos y directrices de bioseguridad establecidos por el Gobierno y las comunidades autónomas para el sector han sido aplicados de forma escrupulosa con buenos resultados”, señala un portavoz de Agavi, que subraya que las condiciones epidemiológicas del sector en España “difieren notablemente de las que se dan en Holanda y Dinamarca”, ya que no se produce una contratación de trabajadores temporales llegados de terceros países y porque las granjas existentes “están aisladas de las demás y de los núcleos de población”.

“Con el fin de minimizar el riesgo de contagio de las personas a los animales, se ha reducido desde el principio el manejo de los animales al mínimo imprescindible para asegurar la producción y su bienestar. Así mismo, y dado que las granjas de visón se autoabastecen de reproductores a partir de su propia cabaña, no se realiza movimiento de animales entre unas y otras”, explican fuentes de la asociación.

Las de visones en España son explotaciones ganaderas que dan empleo directo a más de 1.500 personas y generan 3.000 puestos de trabajo indirectos, según datos de la asociación. Las 26 granjas dadas de alta en Galicia, de las que 25 cuentan actualmente con animales, albergan 81.500 reproductoras. Solo en Galicia, su facturación ronda los 12 millones de euros anuales.

La excepcional sensibilidad de los visones al SARS-CoV-2 hace de granjas como las que abundan en Galicia un foco especialmente delicado de posibles contagios. Así lo sostienen científicos, organizaciones ecologistas y partidos políticos, con demandas que van del cierre total a un control exhaustivo de las explotaciones. Son opiniones que rechaza de plano la organización que las aglutina, la Asociación Española de Criadores de Visón (Agavi), que defiende las producciones locales como las más seguras de Europa. El debate es seguido con preocupación por los vecinos de las 26 granjas que existen en Galicia, el 80% del total de España, mientras la Xunta sostiene que todas ellas cumplen con “estrictos protocolos de bioseguridad”.

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