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Galicia ensaya un detector de coronavirus en aguas residuales de las residencias
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en cinco centros de mayores de A Coruña

Galicia ensaya un detector de coronavirus en aguas residuales de las residencias

La Xunta aplica un proyecto piloto con el equipo que alertó de la segunda ola en A Coruña antes de que se manifestara

Foto: Una trabajadora de la residencia de mayores. (EFE)
Una trabajadora de la residencia de mayores. (EFE)

Las residencias de mayores constituyen el gran punto negro del coronavirus en Galicia. Incluso en las semanas en las que la evolución de la pandemia distaba de la media nacional, el coronavirus campaba a sus anchas en ellas y provocaba contagios masivos con elevadas cifras de mortalidad. Es un frente que sigue abierto, con brotes que permanecen ocultos y se manifiestan de golpe por decenas de infectados en residencias de las cuatro provincias. Para tratar de atajarlo, la Xunta pondrá en marcha un proyecto experimental para detectar la aparición de SARS-CoV-2 a través de las aguas residuales. Lo pondrá en marcha el equipo de microbiología que en julio alertó de la incipiente segunda ola en A Coruña antes que las autoridades sanitarias.

El nuevo proyecto se pondrá en marcha en cinco centros de mayores de la zona de A Coruña, en los que se recogerán inicialmente dos muestras a la semana para identificar con rapidez la presencia del virus. Una vez tomadas, las muestras serán analizadas por el equipo de microbiología Covid-Bens, formado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña y la Universidade da Coruña (UDC). Es el grupo que estuvo trabajando en los últimos meses en la depuradora de Bens, que da servicio a 360.000 habitantes de A Coruña y ayuntamientos limítrofes. A través de un modelo matemático, su sistema ofrece una foto en tiempo real de la prevalencia del virus, incluidos asintomáticos, el gran caballo de batalla en la lucha contra la pandemia.

Foto: La presidenta de la Comunidad y el viceconsejero de salud pública. (EFE)

Las dos muestras semanales son solo el inicio de un proyecto que arrancará la próxima semana y que se extenderá paulatinamente a un centenar de residencias de la zona de A Coruña, algunas con hasta 500 residentes. La planificación pasa por recoger cada 24 horas e incluso varias veces al día unas muestras que, pasado día y medio aproximadamente, se convierten en un efectivo detector de positivos. “Si salta la presencia de SARS-CoV-2, rápidamente se pueden tomar medidas para evitar su propagación por el centro”, explica Margarita Poza, directora del proyecto.

“La idea, al igual que en Bens, es encontrar asintomáticos”, resume Poza. Si se logra y si se toman las medidas adecuadas, se pueden evitar decenas de contagios en un mismo centro, y por lo tanto muchas vidas, dada la peligrosidad del covid entre la población de más edad. Esa premisa prevalece sobre las propias limitaciones de la aplicación del sistema en residencias. El extendido uso de pañales —que no van a las aguas residuales—, el predominio entre los ancianos de los sintomáticos o el escaso uso de los retretes entre el personal o las visitas, principales vectores de infección, son los principales inconvenientes. “Incluso considerando todas estas circunstancias, la detección es mucho más rápida y menos costosa que las PCR tradicionales, lo que agiliza la toma de medidas y puede salvar vidas”, explica la directora del programa.

Si salta la presencia de SARS-CoV-2, rápidamente se pueden tomar medidas para evitar su propagación por el centro

El equipo Covid-Bens, actualmente a la espera de renovación para seguir con el proyecto en la estación depuradora de A Coruña, que gestiona la empresa pública Edar Bens S.A., fue el primero del mundo en desarrollar un modelo matemático aplicable a la detección y cuantificación del SARS-CoV-2 en aguas residuales. Cuenta además con un equipo informático que desarrolla las herramientas adecuadas para cada supuesto. Los resultados de su trabajo, pendientes de publicación en revistas científicas, trascendieron a comienzos del mes de junio.

Fue precisamente en A Coruña donde se produjo uno de los primeros rebrotes de cierta relevancia en Galicia tras la primera ola. El sistema de Bens detectó con precisión el regreso de un virus que el confinamiento de los meses previos había mantenido a raya. La alerta se trasladó de forma inmediata a las autoridades municipales de A Coruña y de la Xunta, aunque las restricciones en A Coruña no llegaron hasta semanas después, cuando las PCR nasofaríngeas comenzaron a registrar positivos, principalmente entre sintomáticos La Xunta cerró el ocio nocturno e impuso restricciones sociales en toda el área sanitaria, pero el número de casos activos en la zona ya se había disparado. El caso abrió el debate sobre la utilidad del sistema de detección en aguas residuales, que ofrece datos fiables en tiempo real pero sus avisos no siempre son atendidos por las autoridades.

“Durante todos estos meses, en la estación de Bens hemos observado con precisión cómo la curva se aplanaba y cómo volvía a subir, antes de que los datos se trasladaran a lo que recogen las PCR”, asegura Poza. La evolución de la carga viral del material que llegó a la planta ha permitido determinar con precisión la evolución de la pandemia, tanto durante la desescalada como con el posterior rebrote, cuya vigilancia y previsión eran dos de sus principales objetivos.

La investigadora está al frente de un equipo multidisciplinar que se incorpora íntegramente al proyecto de las residencias, con el objetivo, si los datos confirman su utilidad, de extenderlo al total de residencias de Galicia. El grupo lo conforman microbiólogos, ingenieros, matemáticos, informáticos y químicos de la Universidade da Coruña (UDC), del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña, del Centro de Investigación en TIC (Citic) y del Centro de Investigaciones Científicas Avanzadas (CICA).

En la estación de Bens hemos observado con precisión cómo la curva se aplanaba y cómo volvía a subir, antes de las PCR

Fue el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien anunció el proyecto piloto en la rueda de prensa posterior al último Consello, en la que destacó otras medidas en las residencias de mayores como los cribados cada 15 días de los trabajadores y las pruebas aleatorias, también quincenales, entre los residentes. Son medidas con las que el Gobierno gallego trata de poner freno al desastre en las residencias, que le llevó a destituir en septiembre al responsable de Maiores e Persoas con Discapacidade y a crear una nueva Dirección Xeral de Atención Integral Sociosanitaria. Su objetivo, afirmó, consiste en “perfeccionar los mecanismos de coordinación y de atención sanitaria en centros de mayores y personas con discapacidad y “repensar” el modelo de las residencias de la tercera edad.

Las residencias de mayores constituyen el gran punto negro del coronavirus en Galicia. Incluso en las semanas en las que la evolución de la pandemia distaba de la media nacional, el coronavirus campaba a sus anchas en ellas y provocaba contagios masivos con elevadas cifras de mortalidad. Es un frente que sigue abierto, con brotes que permanecen ocultos y se manifiestan de golpe por decenas de infectados en residencias de las cuatro provincias. Para tratar de atajarlo, la Xunta pondrá en marcha un proyecto experimental para detectar la aparición de SARS-CoV-2 a través de las aguas residuales. Lo pondrá en marcha el equipo de microbiología que en julio alertó de la incipiente segunda ola en A Coruña antes que las autoridades sanitarias.

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