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80 kilómetros para parir en Ourense: las parturientas tardan una hora en llegar
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clamor tras el cierre del paritorio de Verín

80 kilómetros para parir en Ourense: las parturientas tardan una hora en llegar

Encierros y manifestaciones de protestas en una localidad con 30.000 pacientes y en donde dar a luz solo se consigue ahora tras un largo viaje en coche

Foto: Las matronas protestan contra del cierre del paritorio de Verín. (EP)
Las matronas protestan contra del cierre del paritorio de Verín. (EP)

Parir en Verín, la segunda localidad en habitantes de la provincia de Ourense, requerirá de coche particular, taxi o ambulancia. Con casi 15.000 habitantes, su hospital comarcal, que atiende a más de 30.000 personas, se queda sin paritorio, lo que ha provocado una oleada de indignación en una comarca que se resiste a integrar la España vaciada. Desde un punto de vista técnico ya lo está, o al menos eso es lo que opina el Servicio Galego de Saúde (Sergas), que apela al escaso número de partos que se registran en el centro para concentrarlos en el hospital de la capital provincial.

El hospital de Verín, en pie de guerra ante el cierre del único paritorio de la localidad

El pasado sábado, 20.000 personas se manifestaron en Verín en una concentración que se prolongó durante más de cuatro horas. Y este martes, un centenar de trabajadores y vecinos iniciaron un cierre indefinido en las instalaciones del centro hospitalario, que no abandonarán hasta que el 'conselleiro' de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, se reúna con ellos. Cuando se inició la protesta, hubo momentos de tensión entre trabajadores, vecinos y el gerente del hospital, Miguel Abad, que obligaron a intervenir a la Guardia Civil. Atrás quedan las infructuosas entrevistas con el gerente del área sanitaria de Ourense, Félix Rubial, que ha tenido un inicio de gestión conflictivo tras su salida de Vigo como consecuencia de la rebelión de la atención primaria.

Almuiña sostiene que el cierre, iniciado el 1 de diciembre y que también se lleva por delante las urgencias pediátricas, se decidió en aras de “la seguridad y calidad de la atención de los partos, tanto para las mujeres como para los niños de la comarca de Verín”. “El embarazo es un proceso largo en el que se conocen los tiempos, no es un infarto”, afirmó el 'conselleiro', que subrayó que los partos “no ocurren de un momento a otro” para justificar la seguridad de los traslados. “Por tanto, hay tiempo para el desplazamiento”, concluyó. “Se trata de una decisión difícil, que sabemos que tenemos que seguir explicando a la población, porque es la decisión responsable de una Administración que vela por todos los ciudadanos”, señaló.

placeholder Encierro en el hospital de Verín por el cierre del paritorio. (EP)
Encierro en el hospital de Verín por el cierre del paritorio. (EP)

Entre los objetivos de esas explicaciones, debería incluir el 'conselleiro' al Partido Popular de la provincia de Ourense, que apoyó una moción en la Diputación que insta a Sanidade a “mantener y mejorar” los servicios que se prestan en el hospital de Verín, apoyada por Democracia Ourensana —el partido del polémico Gonzalo Pérez Jácome, con el que comparte los gobiernos de ayuntamiento y Diputación de Ourense— y por Ciudadanos. El texto aprobado, eso sí, reprueba a los socialistas por practicar la “manipulación, mentira e insulto” sobre el polémico cierre del paritorio. También un puñado de alcaldes de la zona, mayoritariamente del PP, se han pronunciado contra el cierre.

Tras aprobar la moción en la Diputación, el presidente del organismo provincial y del PP de Ourense, José Manuel Baltar, se enfrentó más directamente a su partido y a la Xunta, al reclamar una “rectificación” del Gobierno de Feijóo. “No podemos permitir que decaiga la atención médica y sanitaria en la provincia”, señaló Baltar, que apeló a la “obligación de defender los intereses de los vecinos” y al “sentimiento” generado en Verín y los ayuntamientos de la comarca. “No estamos hablando de salvar servicios que no existieran sino de mantener los que existen y no bajar la calidad asistencial”.

placeholder Manifestación en contra del cierre del paritorio de Verín en Santiago. (EP)
Manifestación en contra del cierre del paritorio de Verín en Santiago. (EP)

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, avala la decisión por razones de “seguridad” y atendiendo al criterio de los profesionales sanitarios del área. “Si los médicos nos mandan, nosotros obedecemos”, afirmó. Entre esos profesionales no se encuentra el jefe del servicio de Ginecología del hospital de Verín, Javier Castrillo, que rechaza la decisión de la 'consellería' y apela a los datos para desmentir el supuesto peligro para las embarazadas que argumenta el Gobierno gallego. “Los datos son francamente buenos, habremos registrado unos 3.000 partos y no hubo ni una sola muerte fetal intraparto, ni complicaciones graves en obstetricia. No se han dado casos de un neonato que tuviera que ser atendido por una patología grave por un mal manejo del parto”, apunta Castrillo.

"Los médicos saben más que los políticos"

Feijóo se aferra en cambio a las declaraciones de los jefes de Pediatría y de Obstetricia del área de salud de Ourense, que se pronunciaron para “decir muy claramente” por razones de seguridad que lo recomendable es que los partos no se atiendan en ese hospital. “Las consultas ordinarias de ginecología para mujeres que estén o no embarazadas, las previas y posteriores al embarazo, que se sigan haciendo en Verín, pero el acto concreto del parto proponen que se haga en el paritorio de Ourense”, defiende Feijóo, que insistió en que la decisión es puramente técnica. “Los médicos saben más que los políticos”, señaló. Y continuó: “Cuando un político no quiere escuchar las propuestas de los médicos, ese político está jugando con la sanidad. Y creo que jugar con la salud y seguridad de las embarazadas y sus bebés es algo que un político no tiene legitimidad para hacer”.

Encierro en el hospital de Verín

La polémica ha derivado de alguna manera en un conflicto entre profesionales, porque, a juicio del jefe de Ginecología de Verín, la opinión de los especialistas que cita Feijóo es intencionada. Según Castrillo, el Sergas ha cedido a la presión de los pediatras de Ourense, que no quieren desplazarse a Verín, y pretenden solventar con la población del hospital comarcal “un problema similar” al de este, ya que los partos en la capital provincial han caído más de la mitad en la última década, pese a contar con el doble de ginecólogos. “En su lógica entra arañar nuestros partos”, acusa.

El alcalde de Verín, Gerardo Seoane (PSOE), se declara dispuesto a acudir a la Fiscalía, mientras acusa a Feijóo de fomentar la despoblación de las comarcas desfavorecidas, un fenómeno en el que Galicia lleva décadas de triste ventaja sobre el resto de España. No será el único que recurra al ministerio fiscal. El Defensor del Paciente también le ha pedido su intervención, ante una decisión que “pone en riesgo la integridad física de las parturientas” y supone “un peligro para los bebés”. Así lo expone la responsable de la entidad, Carmen Flores, en un escrito dirigido al fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes.

“La decisión de tener que trasladar a las parturientas a 100 kilómetros es un grave riesgo, como decimos, que puede conllevar graves secuelas para madres y bebés”, subraya la defensora, que añade: “Insistimos en que esta decisión incomprensible pone en peligro a esta parte de la ciudadanía como son las embarazadas”.

Parir en Verín, la segunda localidad en habitantes de la provincia de Ourense, requerirá de coche particular, taxi o ambulancia. Con casi 15.000 habitantes, su hospital comarcal, que atiende a más de 30.000 personas, se queda sin paritorio, lo que ha provocado una oleada de indignación en una comarca que se resiste a integrar la España vaciada. Desde un punto de vista técnico ya lo está, o al menos eso es lo que opina el Servicio Galego de Saúde (Sergas), que apela al escaso número de partos que se registran en el centro para concentrarlos en el hospital de la capital provincial.

Alberto Núñez Feijóo
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