Burela, el pueblo de 9.500 habitantes que sigue sin alcalde por 6 votos dudosos
La localidad lucense sigue con un gobierno en funciones a la espera de que se repitan las elecciones en una mesa. El límite legal es el 29 de septiembre
Las dudas sobre seis votos mantienen en funciones al Ayuntamiento de Burela. El pueblo lucense, de 9.500 habitantes, sigue sin alcalde tres meses después de las elecciones municipales del 26 de mayo porque en una mesa electoral no se conservaron seis sufragios considerados nulos. Todos los electores de esa mesa serán convocados a la urna para resolver una votación decisiva para la disputa de un acta de concejal entre dos partidos, el BNG y Burela Sempre, pero no para la elección del alcalde, que el PSOE tiene asegurada.
Ocurrió en la mesa electoral 1.5.U, instalada en un instituto de Burela, en la que estaban convocados 630 votantes. El acta reflejó que había seis votos nulos, pero esos sufragios nunca llegaron a la junta electoral de la zona de Mondoñedo, lo que impidió comprobar si alguno de ellos pudiera ser considerado válido. La cuestión es de capital importancia para Burela Sempre, una candidatura independiente impulsada por el exsocialista Manuel Martínez que se presentó por primera vez en las pasadas municipales, ya que obtuvo los mismos votos, 271, que concedieron al Bloque Nacionalista Galego uno de los 13 concejales en disputa. De validarse para Burela Sempre uno de esos votos, el BNG perdería uno de sus tres concejales y los independientes obtendría representación en el pleno.
La cuestión es de capital importancia para Burela Sempre, una candidatura independiente impulsada por el exsocialista Manuel Martínez
Lo que no cambiará en todo caso es el escenario general en el municipio de la Mariña lucense, donde el alcalde en funciones, el socialista Alfredo Llano, tiene garantizada la reelección con el apoyo de los nacionalistas. De acuerdo con los resultados provisionales, el PSOE obtuvo seis concejales, por cuatro del Partido Popular y tres el BNG. Pero mientras las elecciones no se repitan, Llano sigue en funciones, con las limitaciones que ello supone. Así, por ejemplo, no puede llevar a pleno ninguna propuesta relacionada con los presupuestos, como aprobar o modificar tasas, ni adoptar decisiones que comprometan la relación de puestos de trabajo. En el próximo pleno, que tendrá carácter extraordinario, no se podrá incluir ruegos y preguntas ni aceptar mociones sobre asuntos que un Ayuntamiento en funciones no puede adoptar.
En todo caso, el PSOE debe prepararse para gobernar en coalición o con el apoyo de los nacionalistas, ya que las elecciones de mayo supusieron la pérdida de la mayoría absoluta conseguida por los socialistas en las municipales de 2015, cuando lograron siete concejales por cuatro del PP y dos del BNG. El alcalde apuesta por un gobierno en solitario con acuerdos puntuales con el Bloque. La eventual pérdida de uno de los tres ediles que inicialmente se concedieron a los nacionalistas ampliaría el abanico de pactos posibles para el alcalde, aunque la negociación con Burela Sempre se vislumbra complicada.
El PSOE debe prepararse para gobernar en coalición o con el apoyo de los nacionalistas, ya que han perdido la mayoría absoluta conseguida en 2015
La repetición de las elecciones en la mesa con los seis votos dudosos es fruto de una reclamación de Burela Sempre, que considera que se rompió "la cadena de custodia" de los sufragios emitidos en la mesa electoral. "No es extraño que votos calificados en el escrutinio por la mesa como nulos sean luego validados; de hecho, y precisamente en otra de las mesas de Burela, se validó un voto que había sido considerado inicialmente nulo", argumenta la formación política. Su petición fue inicialmente rechazada por la junta electoral de zona, que consideró que no tenía competencia para adoptar esa decisión. Los independientes continuaron con su exigencia primero ante la junta electoral provincial y después por la vía judicial, hasta que finalmente el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) les dio la razón.
En su sentencia, la sala de lo contencioso del tribunal gallego indica que la formación política recurrente no pudo formular protesta o reclamación sobre los votos nulos durante el acto de escrutinio, dado que no contaba con interventores presentes en la mesa. Por lo tanto, entiende que existen "dos hechos cuya realidad ha quedado constatada en el expediente administrativo". Uno de ellos es que los seis votos declarados nulos "no fueron remitidos a la Junta Electoral de zona de Mondoñedo". El otro, que si alguno de ellos hubiese sido validado por la junta electoral de zona y hubiese pertenecido a Burela Sempre, "esta formación política hubiese obtenido el concejal número 13 de la corporación municipal".
El fallo del TSXG apunta que la Junta Electoral de la zona "tiene la misión de verificar el control de legalidad del proceso de votación desarrollado en las mesas electorales", pero en este caso "esa labor de verificación no ha podido ser desempeñada". Por lo tanto, "no se ha podido comprobar el contenido real de los votos nulos" ni "conocer la verdadera voluntad de los seis electores que los emitieron". Los magistrados concluyen que se ha producido "una evidente irregularidad e incumplimiento" de la Ley Electoral por parte de la mesa, que estaba "obligada a no destruir las papeletas" a las que se hubiera negado validez y a unirlas a el acta de escrutinio y archivarlas con ella, una vez rubricadas por los miembros de la mesa.
La repetición en la mesa afectada se celebrará previsiblemente en septiembre, aunque se está retrasando más de lo inicialmente calculado. El límite legal es el 29 de septiembre, aunque es probable que la convocatoria se realice para el domingo anterior, día 22. La convocatoria electoral saldrá publicada en el Boletín Oficial del Estado, para una fecha que deberá favorecer la participación, por lo que se descarta que se celebre en algún día que no sea domingo.
Los magistrados concluyen que se ha producido "una evidente irregularidad e incumplimiento" de la Ley Electoral por parte de la mesa
De caer el concejal pendiente de asignación del lado de Burela Sempre, se consumará una pequeña venganza de Manuel Martínez a su expartido, ya que asumiría el concejal que le falta al PSOE para la mayoría absoluta. Martínez se hizo conocido en los últimos años por agitar el mandato en la Diputación de Lugo por sus diferencias con su expartido. Llamado inicialmente a presidir la institución provincial por el PSOE, en 2015 favoreció un breve gobierno del PP al ser vetado por el BNG en el pacto de los socialistas con esa formación política. Después apoyó una moción de censura contra los populares y asumió el cargo de vicepresidente de un gobierno del PSOE, del que sería expulsado en 2018 por romper la disciplina de voto.
Las dudas sobre seis votos mantienen en funciones al Ayuntamiento de Burela. El pueblo lucense, de 9.500 habitantes, sigue sin alcalde tres meses después de las elecciones municipales del 26 de mayo porque en una mesa electoral no se conservaron seis sufragios considerados nulos. Todos los electores de esa mesa serán convocados a la urna para resolver una votación decisiva para la disputa de un acta de concejal entre dos partidos, el BNG y Burela Sempre, pero no para la elección del alcalde, que el PSOE tiene asegurada.