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Pemex llega a Vigo para deshacer el sospechoso contrato que fraguó Feijóo
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Pemex llega a Vigo para deshacer el sospechoso contrato que fraguó Feijóo

López Obrador envía a Galicia a sus ejecutivos para romper el vínculo con el astillero Barreras, un contrato salpicado por indicios de corrupción

Foto: Vista general del astillero Barreras en Vigo. (EFE)
Vista general del astillero Barreras en Vigo. (EFE)

El histórico astillero vigués Hijos de J. Barreras vive días convulsos: descabezado, con el capital mexicano en retirada y entre sospechas de corrupción que llegan del otro lado del Atlántico. Cuando parecía que levantaba cabeza, la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador le dio un vuelco a la situación, cuando se publicó en el Boletín Oficial del Registro Mercantil la cancelación de oficio del nombramiento de su presidente, el vigués José García Costas, mientras tres almirantes designados por el Gobierno mexicano han llegado a la ciudad para realizar una auditoría de la empresa. La peor parte se la lleva los contratos que estaban preparados para ser firmados, ahora en el cajón, a expensas de que se aclare el enredo del contrato Pemex-Barreras.

La extraña relación entre la petrolera estatal mexicana y el astillero gallego arranca en 2012, cuando el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sorprendió con el anuncio de la entrada de Pemex en el capital de la empresa. Se negociaba la construcción de dos hoteles flotantes para plataformas petrolíferas, pero por 5,1 millones de euros los mexicanos se hicieron también con el 51% de la compañía, fundada en 1890 y privatizada en 1997. García Costas quedaba al frente de la empresa y de la gente de Pemex, desde eso poco más se supo.

placeholder El coordinador de asesores de PEMEX Carlos Rúa; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo (c), y el presidente de PMI Jose Manuel Carrera, antes de la botadura del buque de apoyo offshore 'Reforma Pemex'. (EFE)
El coordinador de asesores de PEMEX Carlos Rúa; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo (c), y el presidente de PMI Jose Manuel Carrera, antes de la botadura del buque de apoyo offshore 'Reforma Pemex'. (EFE)

Aquel acuerdo que Feijóo negoció con Felipe Calderón y concretó con Enrique Peña Nieto es considerado extremadamente sospechoso por López Obrador. Un juez federal dictó en mayo una orden de arresto contra el director general de Pemex que avaló la operación, Emilio Lozoya, mientras el Tribunal de Cuentas mexicano iniciaba una investigación y el presidente López Obrador anunciaba la revisión del contrato con Barreras, "en donde no había un trato justo para Pemex". Lo hizo en un contexto de denuncia de "tráfico de contratos y de compras con sobreprecio". "Puedo decirles que se acabó la corrupción en Pemex", aseguró López Obrador. Por si fueran pocas las presuntas irregularidades, durante el traspaso de poderes se frenó un intento de salida de Pemex de Barreras "a bajo precio", y por lo tanto supuestamente lesivo para los intereses de México, según publicó la prensa de ese país.

Ese es el paisaje en el que aterrizan los tres almirantes enviados por López Obrador a auditar las cuentas de Pemex. La delegación está revisando la situación financiera en el astillero, mientras en el entorno de García Costas –que posee el 24,5% de la empresa— se insiste en una oferta para hacerse con el paquete accionarial de los mexicanos. No existe información oficial sobre la situación en la dirección de la compañía, tampoco, sobre la fecha en la que se convocará a los accionistas para elegir al relevo del actual presidente ni sobre el cometido concreto de los auditores de Pemex.

Durante el traspaso de poderes se frenó un intento de salida de Pemex de Barreras "a bajo precio", supuestamente lesivo para los intereses de México


Los sindicatos no ocultan su preocupación sobre el futuro del astillero, motivado por la incertidumbre que se cierne sobre sus contratos con la naviera Havila y con Ritz-Carlton. El interés del Gobierno mexicano de salir de Barreras, pero de una forma ordenada y no lesiva para el país, supuso la retirada de los avales que la petrolera iba a aportar para las próximas construcciones de Barreras, entre ellas, un buque de lujo para la armadora cadena hotelera Ritz-Carlton, que daría continuidad al crucero Azora en construcción. Ese barco, valorado en 250 millones de euros y con entrega prevista en 2020, supuso para el astillero la construcción del buque más caro en toda la historia del sector naval privado español hasta la fecha. El segundo estaba presupuestado en la misma cantidad y garantizaría empleo para 600 personas, con picos de hasta 800, durante 30 meses.

Igualmente es compleja la otra operación llamada a devolver la carga de trabajo a las gradas de Barreras. Se trata de los dos cruceros contratados por la naviera, que no ha presentado un plan de financiación al astillero. Son ya más de 30 millones de euros los que suman los impagos por las dos construcciones ya iniciadas en el astillero. Además de problemas de financiación, el presupuesto inicial de los buques, que ascendía a 150 millones de euros, se encareció en otros 20 millones debido a errores de cálculo de la oficina técnica que realizó el diseño, una cantidad que nadie está dispuesto a asumir.

placeholder Vista del hotel flotante 'Reforma Pemex' en el astillero de Vigo. (EFE)
Vista del hotel flotante 'Reforma Pemex' en el astillero de Vigo. (EFE)

El 51% de Pemex en Barreras se articuló a través de PMI Holdings, una empresa integrada en la petrolera con sede en los Países Bajos. El 24,5% de García Costas, mientas, está repartido entre sus empresas Electromecánica Naval e Industrial y Valiño. El resto del capital lo posee la naviera Albacoa. El cese de Costas en la presidencia es consecuencia de una cláusula del contrato de venta del astillero aceptada por Pemex, por la que se le cedía el cargo, pero se limitaba su mandato a un período de seis años.

Al frente del equipo, llegado el 10 de julio de México para auditar las cuentas de Barreras, se encuentra Mario Alberto Gasque Peña, un almirante de la Secretaría de Marina del Gobierno de México, que llega para ejercer como director adjunto del astillero. Su misión consiste en gestionar la auditoría de los estados financieros de la compañía y la valoración de todos sus activos, para garantizar los intereses de la petrolera en la salida del capital de la empresa de Vigo. Según publicó 'La Voz de Galicia', el informe preliminar constata irregularidades en la compra del 51% y en la contratación de los floteles, e insta al Gobierno a fiscalizar y sancionar a los responsables de ambas operaciones. "Durante el desarrollo de la auditoría practicada, se determinaron incumplimientos de leyes, reglamentos y disposiciones", señala el documento.

Son ya más de 30 millones de euros los que suman los impagos por las dos construcciones ya iniciadas en el astillero

Pemex está en proceso de desmantelamiento de su red de empresas 'offshore', más de 60 compañías en su mayoría sin oficinas ni empleados entre las que se encuentra el Grupo PMI, encargado de ejecutar la compra de Barreras a través de PMI Holdings BV. López Obrador ordenó indagar a fondo a PMI, un consorcio que ha realizado numerosas inversiones en compañías establecidas en paraísos fiscales. Además de Lozoya, otros dos directivos mexicanos que lideraron aquella inusual compra de un astillero en Galicia, Carlos Roa y José Manuel Carrera Panizzo, están siendo ahora investigados por corrupción.

El histórico astillero vigués Hijos de J. Barreras vive días convulsos: descabezado, con el capital mexicano en retirada y entre sospechas de corrupción que llegan del otro lado del Atlántico. Cuando parecía que levantaba cabeza, la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador le dio un vuelco a la situación, cuando se publicó en el Boletín Oficial del Registro Mercantil la cancelación de oficio del nombramiento de su presidente, el vigués José García Costas, mientras tres almirantes designados por el Gobierno mexicano han llegado a la ciudad para realizar una auditoría de la empresa. La peor parte se la lleva los contratos que estaban preparados para ser firmados, ahora en el cajón, a expensas de que se aclare el enredo del contrato Pemex-Barreras.

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