El basurero 'legal' de Sálvora: 1,5M de toneladas junto al parque nacional
La Xunta estudia verter 330.000 toneladas de dragados de la ría de Pontevedra en un vertedero submarino a dos millas de la isla protegida
Bajo las aguas de la bocana de la ría de Arousa, muy cerca de la isla de Sálvora, que forma parte del Parque Nacional Illas Atlánticas, reposan millón y medio de toneladas de vertidos procedentes de los dragados de obras portuarias. Es una especie de estercolero submarino anterior a la existencia del propio parque, pero que se ha seguido utilizando de forma recurrente sin apenas ruido. En esta ocasión, el ruido está asegurado. Lo ha provocado Portos de Galicia al revelar que allí se depositarán 330.000 toneladas procedentes de un polémico dragado de la ría de Pontevedra, lodos potencialmente contaminantes para los que la Xunta no encuentra destino. La reacción ha llegado a la Comisión Europea y ha obligado al Gobierno gallego a matizar que el proyecto está aún “en una fase muy inicial”.
Sálvora no fue nunca la primera opción para el proyecto de Portos de Galicia, un ente público empresarial adscrito a la Consellería de Mar. Las protestas que levantó la idea inicial de depositar los vertidos en la isla de Tambo, situada en el fondo de la ría pontevedresa, obligaron a buscar una alternativa, pero la sugerida desde la Xunta ha incrementado la alarma. Marineros, mariscadores, cofradías, científicos y ecologistas protestaron contra el vertido en Sálvora. La eurodiputada del BNG, Ana Miranda, envió el 10 de junio a la CE una comunicación en la que denuncia el “atentado ambiental y económico para esta zona que hay que frenar ya”, y calificó la propuesta de “total irresponsabilidad”. Secundó su protesta la Plataforma de Defensa de la Ría de Arousa, que recordó que esa ría es la zona más productiva de Galicia.
Allí se depositarán 330.000 toneladas de lodos potencialmente contaminantes, procedentes de un polémico dragado de la ría de Pontevedra
La reacción contra el proyecto ha desempolvado el polémico emplazamiento del vertedero submarino de Sálvora, situado a dos millas náuticas al sur de una isla que forma parte, con su superficie marítima adyacente, del parque nacional. Su existencia se conoció hace 11 años, cuando la Autoridad Portuaria de Vigo lo propuso como destino de 148.000 toneladas procedentes del entorno de las dársenas pesqueras del Berbés, que se dragaron para ganar calado. Aunque el vertido finalmente se ejecutó en otro emplazamiento, Portos defendió su ubicación, y su entonces presidente, Jacinto Parga, reconoció en el Parlamento que en 2008 ya se habían depositado en él 1,4 millones de toneladas, procedentes de dragados en puertos como Tragobe, Rianxo, Meloso, O Grove o Vilagarcía. Como ahora la Consellería de Mar, el representante de Portos negó que fueran vertidos contaminantes. “Cumplen con todas las garantías que exige la ley”, subrayó.
Según cálculos de la Plataforma de Defensa de la Ría de Arousa, ese entorno, cercano también de la isla de Ons, es desde hace décadas un basurero submarino en el que reposan 1,8 millones de toneladas de lodos, en su mayoría depositados por la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, aunque no todos con el mismo nivel de contaminación.
Las coordenadas del enclave no coinciden exactamente con las aguas del parque nacional, pero los científicos coinciden en que es imposible pensar que con su ubicación no vaya a afectar al ecosistema del parque Illas Atlánticas. El hecho de que haya sido utilizado en otras ocasiones es el argumento que defienden los partidarios de seguir depositando residuos en el mismo enclave, ya que consideran que en esas condiciones la afección a la sedimentación y fauna marina será moderada.
Los vertidos de material procedente de dragados se rigen por las recomendaciones del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), adscrito al Ministerio de Fomento, que establece la caracterización del material para determinar su tratamiento. Solo en el caso de que se trate de material con concentraciones elevadas de contaminantes se descarta su depósito en el mar.
Los científicos coinciden en que es imposible pensar que con su ubicación no vaya a afectar al ecosistema del parque Illas Atlánticas
La polémica por la elección de tan sensible zona ha obligado a la Consellería de Mar a reaccionar. Su titular, Rosa Quintana, se reunió el pasado martes con cofradías de pescadores y con el alcalde de Ribeira para aclarar “las mentiras” sobre el dragado del Lérez. En efecto, el vertido no ha comenzado, como se llegó a denunciar, pero pese al tono categórico de la 'consellería', su mensaje consistió en anunciar que los lodos se verterán en puntos de depósito ya autorizados en Galicia desde 1998, donde no tengan incidencia en la actividad pesquera y marisquera. El problema es que Sálvora figura entre esos puntos autorizados.
Las explicaciones del departamento de la Xunta no han calmado a los opositores al proyecto, que siguen alerta. La simple propuesta de Portos de Galicia es considerada por grupos ecologistas como Verdegaia de “inadmisible”. “Un vertido incontrolado entre dos zonas marítimas protegidas es un auténtico despropósito que pone en peligro la protección de sus valores naturales y, consecuentemente, de los valores socioeconómicos, como el turismo, la pesca y el marisqueo, vinculados a las actividades de la ría de Arousa”, alerta. En este sentido, destaca el “inmenso valor” ambiental de los fondos marinos de la zona, que se pueden ver afectados por el traslado de materiales del vertido, debido a las corrientes marinas.
La Consellería de Mar defiende que “no son lodos” sino áridos que consideró “inocuos”, a pesar de la fuerte actividad industrial que se desarrolla desde hace décadas en la ría pontevedresa, y anticipó que se realizará un estudio de impacto ambiental previo. Para los opositores al proyecto, en cambio, los vertidos de Pontevedra son sospechosos de contener metales pesados e hidrocarburos, entre otras sustancias contaminantes. Eso sin contar con la simple modificación del hábitat submarino original en una zona especialmente sensible.
Bajo las aguas de la bocana de la ría de Arousa, muy cerca de la isla de Sálvora, que forma parte del Parque Nacional Illas Atlánticas, reposan millón y medio de toneladas de vertidos procedentes de los dragados de obras portuarias. Es una especie de estercolero submarino anterior a la existencia del propio parque, pero que se ha seguido utilizando de forma recurrente sin apenas ruido. En esta ocasión, el ruido está asegurado. Lo ha provocado Portos de Galicia al revelar que allí se depositarán 330.000 toneladas procedentes de un polémico dragado de la ría de Pontevedra, lodos potencialmente contaminantes para los que la Xunta no encuentra destino. La reacción ha llegado a la Comisión Europea y ha obligado al Gobierno gallego a matizar que el proyecto está aún “en una fase muy inicial”.
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