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La última reyerta del Obama gallego: la pedida de mano que pudo acabar en baño de sangre
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INVOLUCRADO EL HERMANO DE SINAÍ GIMÉNEZ

La última reyerta del Obama gallego: la pedida de mano que pudo acabar en baño de sangre

La policía atribuye un tiroteo en O Porriño a un nuevo ajuste de cuentas entre los Zamoranos y los Morones, clan del excandidato a la alcaldía de Vigo Sinaí Giménez

Foto: Sinaí Giménez, el autoproclamado Obama gallego. (EFE)
Sinaí Giménez, el autoproclamado Obama gallego. (EFE)

Era la una de la mañana del domingo cuando la pedida de mano que celebraba el clan gitano de los Zamoranos se transformó de súbito en una pesadilla. Dos individuos, uno de ellos armado, irrumpieron en el polideportivo de O Porriño (Pontevedra) y abrieron fuego contra las más de 60 personas que aún disfrutaban de la fiesta. Dispararon 15 balas, de las que dos hicieron blanco: una atravesó la cara de una menor de 15 años y otra se alojó en la espalda a la altura del omóplato de un chico de 18. La policía atribuye el tiroteo al grupo rival de los Morones, liderado por un excandidato a la alcaldía de Vigo Sinaí Giménez, que saltó a la fama en 2015 con una campaña en la que se autoproclamaba el Obama gallego.

No es a Sinaí, también conocido como el 'rey de los gitanos' y actualmente en libertad provisional, a quien busca la policía. El principal sospechoso es su hermano Juan Paulo, que según fuentes de la investigación fue identificado por muchos de los asistentes a la fiesta. No sería la primera vez que se resuelve a tiros la rivalidad entre ambos clanes, que se remonta a más de una década: en octubre de 2015, una emboscada con un fusil de asalto en el túnel de una autopista de Vigo se saldó casi milagrosamente con un único herido. El terror que los Morones infunden en sus rivales también ha provocado destierros y enfrentamientos a navajazos por disputas relacionadas con la venta ambulante, auténtico trasfondo de su violenta enemistad.

Foto: El presidente de la Sociedad Gitana de Galicia, Sinaí Giménez. (EFE)

Puede que la intención de los agresores fuera solo intimidar a los Zamoranos, pero la operación pudo terminar en un baño de sangre. Las balas fueron disparadas contra el techo y las paredes con un arma semiautomática de grueso calibre, un 38, como demuestran los casquillos que quedaron en el lugar. Pero los proyectiles no eran de plomo, sino de punta de metal. En lugar de aplastarse contra los muros, rebotaron y salieron disparados en todas las direcciones. Fue una cuestión de suerte que solo dos de ellos penetraran en el cuerpo de los heridos. Las víctimas fueron intervenidas quirúrgicamente y el varón recibió el alta hospitalaria el mismo domingo, mientras que la adolescente sigue ingresada aunque fuera de peligro.

Fue un ataque perfectamente preparado, según opinan los investigadores. Los agresores llegaron al lugar de la pedida a bordo de un Seat León, se bajaron del vehículo a cara descubierta y uno de ellos, el que la policía identifica como Juan Paulo Giménez, abrió fuego contra los presentes. Se desató el pánico entre los miembros de los Zamoranos, que corrieron a protegerse de las balas. El hombre armado escapó corriendo del multiusos y se subió a un vehículo, donde lo esperaba un cómplice al volante.

Los dos heridos fueron trasladados al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, donde la Policía y la Guardia Civil organizaron un dispositivo de protección, ante el temor a que se produjeran nuevos actos violentos. La situación se complicó por la necesidad de trasladar a la adolescente a otro sanatorio, Povisa, para ser operada por especialistas maxilofaciales. En este centro hospitalario permanece ingresado por problemas de salud otro hermano de Sinaí Giménez, por lo que los agentes han tenido que reforzar su dispositivo para evitar nuevos enfrentamientos.

Juan Paulo Giménez se encuentra actualmente en libertad bajo fianza, como investigado en un caso de supuestas extorsiones y coacciones a vendedores ambulantes en los mercadillos de la provincia de Pontevedra, así como por presuntos delitos de blanqueo y pertenencia a grupo criminal. Una orden judicial impide a los Morones acercarse a los Zamoranos en los mercadillos, pero las víctimas de todos estos ataques han solicitado en reiteradas ocasiones que la prohibición se extienda a sus domicilios en Torneiros (O Porriño). El propio Sinaí Giménez quedó en libertad provisional el pasado miércoles, después de haber sido detenido en Arapiles (Salamanca) por llevar tres kilos de hachís en el coche en que viajaba.

placeholder Juan Paulo Giménez, hermano de Sinaí y sospechoso del tiroteo en O Porriño. (EFE)
Juan Paulo Giménez, hermano de Sinaí y sospechoso del tiroteo en O Porriño. (EFE)

Una década de conflictos

El conflicto entre los dos clanes estalló en 2010, cuando los Morones decretaron el destierro del colectivo de Zamoranos. Más de 200 personas asentadas en O Porriño desde hace más de 50 años tuvieron que dejar Galicia de un día para otro —entre ellos, abundantes niños, en pleno curso escolar—, para escapar de las amenazas del grupo rival. La razón de la expulsión fue la negativa de los Zamoranos a pagar una mordida a la cooperativa de vendedores ambulantes creada por sus rivales para vender en el mercadillo de Tui. La paz se firmó con la mediación del fiscal general de Galicia, pero lejos de resolverse, el conflicto se ha mantenido vivo durante estos nueve años, con numerosos enfrentamientos en ferias como las de Redondela y Cangas. Sinaí Giménez fue condenado a casi tres años de prisión por amenazar de muerte a uno de los miembros del clan rival en noviembre de 2015.

El caso que mantiene a Sinaí y a Juan Paulo Giménez imputados es la operación Vida, con un total de 13 personas investigadas, ocho de ellas de la familia de ambos. El sumario lo instruye el Juzgado de Instrucción número 3 de Cangas, por los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, extorsión, amenazas o coacciones, fraude a la Seguridad Social, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. Entre los implicados, se encuentra Marino Giménez, hermano de Sinaí y Juan Paulo. Todos ellos son hijos de Olegario Giménez, de quien Sinaí heredó el mando de su clan gitano y el título de supuesto 'rey de los gitanos'.

Mientras disfruta de su libertad provisional bajo fianza, Sinaí recibe el apoyo de los suyos a través de iniciativas como una página de Facebook en la que le identifican como el Mandela gallego. El supuesto 'rey de los gitanos' preside la Sociedad Gitana Gallega y una larga lista de colectivos de utilidad dudosa, que le han permitido desarrollar una activa vida social e incluso entrevistarse con destacados cargos de la Xunta. La alcaldesa de O Porriño, Eva García, ha mostrado su apoyo a los Zamoranos y expresado su esperanza de que se proceda "cuanto antes" a la detención de los sospechosos. Varios cientos de personas se concentraron el mediodía de este lunes delante del ayuntamiento como gesto de repulsa por los hechos.

Era la una de la mañana del domingo cuando la pedida de mano que celebraba el clan gitano de los Zamoranos se transformó de súbito en una pesadilla. Dos individuos, uno de ellos armado, irrumpieron en el polideportivo de O Porriño (Pontevedra) y abrieron fuego contra las más de 60 personas que aún disfrutaban de la fiesta. Dispararon 15 balas, de las que dos hicieron blanco: una atravesó la cara de una menor de 15 años y otra se alojó en la espalda a la altura del omóplato de un chico de 18. La policía atribuye el tiroteo al grupo rival de los Morones, liderado por un excandidato a la alcaldía de Vigo Sinaí Giménez, que saltó a la fama en 2015 con una campaña en la que se autoproclamaba el Obama gallego.

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