Espantada en las oposiciones de la Xunta: la mitad de los convocados no se presenta

Estaban inscritas más de 20.000 personas, pero apenas 10.000 hicieron acto de presencia en las oposiciones de acceso a la Xunta que se celebraron el pasado fin de semana en el recinto de la Feria Internacional de Galicia, en Silleda (Pontevedra). La razón que consideran más probable los organizadores es la elevada competencia para conseguir un puesto en la Administración autonómica, con apenas 197 plazas en juego. La desbandada fue monumental.

En total, solo el 53% de los que se habían anotado –y pagado las tasas– para presentarse a los exámenes selectivos se acercaron a Silleda, a realizar los exámenes de unas oposiciones que darán acceso a cuatro cuerpos de funcionarios. Muchos no imaginaron que serían tantos, 20.072, los que probarían suerte, hasta el punto de elevar la ratio a un centenar de aspirantes por cada plaza convocada. En el cuerpo auxiliar C, la correlación era incluso más severa, con 10.315 opositores anotados para apenas 53 plazas convocadas. Solo se presentaron para someterse a las pruebas 4.537 aspirantes, una participación del 44% del total.

Eran menos los puestos disponibles para el cuerpo Superior de la Administración General de la Comunidad Autónoma A1, 38 en total, para las que se anotaron 1.176 opositores. Ahí la competencia era por tanto mucho menor, con 31 candidatos por puesto. Pero el porcentaje de presentados solo fue ligeramente superior al del Auxiliar C. Aparecieron 542, lo que supone una participación del 46%.

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Tanto las pruebas de Auxiliar C como las del cuerpo Superior A1 se celebraron la primera de las dos jornadas habilitadas por la Consellería de Facenda. Para la segunda, celebrada el domingo, estaban convocados los aspirantes a ayudante de cocina y camarero-limpiador, y la asistencia fue la mayor del fin de semana: se esperaba a 6.751 candidatos a alguna de las 76 plazas convocadas, y en el Recinto Ferial de Silleda se presentaron 4.124, el 61% del total. La participación en el primer ejercicio para el ingreso en el cuerpo de gestión de la Administración General de la administración autonómica en la categoría A2 fue en cambio la más baja de las cuatro. Acudieron 843 de los 2.010 aspirantes anotados, es decir, un 42%. Las plazas eran 30, por lo que se inscribieron 67 candidatos por puesto, pero asistieron solo 28.

Las oposiciones se quedaron en mucho menos de lo previsto. De un total de 20.072 opositores, aparecieron por Silleda 10.046, poco más del 50%. Se quedó largo el operativo preparado por la Xunta, con un plantel de 380 personas para controlar durante todo el fin de semana los exámenes de acceso a la Administración autonómica. Un centenar de funcionarios de la Xunta se encargaron desde primera hora del sábado del control de acceso a los pabellones en los que se realizaron los exámenes, y entre seis y ocho personas se ocuparon de cada puerta de acceso, con el objetivo de garantizar la seguridad y la fluidez del proceso. Incluso una ambulancia se instaló dentro del recinto en previsión de posibles emergencias.

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El objetivo de que todos los opositores realizaran el examen de manera simultánea se cumplió sin problemas, ante la estampida de los opositores. El decorado en Silleda estuvo dominado por las sillas vacías. La Xunta informó de que la las pruebas, correspondientes a la convocatoria de 2018, se desarrollaron sin incidencias relevantes ni mayores problemas en la ejecución de los exámenes. Únicamente el personal de vigilancia tuvo que expulsar del recinto a una persona que estaba utilizando un dispositivo móvil.

La baja participación en las oposiciones para esos cuatro cuerpos de la Administración autonómica contrasta con lo ocurrido la semana anterior en el mismo recinto ferial de Silleda, en el que se celebraron las oposiciones para del Servicio Galego de Saúde (Sergas). El día 7 de abril fueron los exámenes para 93 plazas de acceso libre de auxiliar administrativo, a las que optaban 9.087 aspirantes. Se presentaron 5.918, el 65% de los inscritos. Además, 573 opositores optan a una de las 11 plazas reservadas a personas con discapacidad y 364 a los 105 puestos de promoción interna. El 8 y 9 de abril se repitieron exámenes para el Sergas, en este caso para conseguir una de las 390 plazas de las oposiciones a celador. Estaban admitidos 9.087, pero al final hicieron acto de presencia 5.918, lo que representa el mismo 65% que en el caso de los auxiliares.

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El Gobierno gallego aprobó en marzo la oferta pública de empleo de 2019 con un total de 2.617 plazas, un 18% más que la de 2018, aunque de ellas 227 serán para promoción interna y 847 para convertir a personal laboral en funcionarios. La convocatoria, la mayor de la última década, estuvo envuelta en la polémica, al conocerse las facilidades de la Xunta para convertir en funcionarios a 2.177 trabajadores con la condición de personal laboral. Para ello, los interesados deberán pasar por un concurso-oposición, en el que el 40% de la nota se fija en función de la antigüedad y de los procesos selectivos a los que ya hayan concurrido anteriormente y el 60% dependerá de un examen. Se trata de una prueba tipo test en la que los opositores conocerán las preguntas y podrán consultar sus libros. El modelo enfrentó a los sindicatos, con UGT y Comisiones Obreras a favor del método y la nacionalista CIG y el CSIF en contra.

El cambio de estatus de personal laboral a funcionario supone algunos inconvenientes para los trabajadores, como la posibilidad de que vean reducida su nómina, y ventajas para la Administración, que se ahorra esa diferencia y las cotizaciones por desempleo que paga al personal laboral. De hecho, la Xunta excluirá al personal fijo que no se presente a esas peculiares pruebas o no las supere del proceso de acceso extraordinario a la carrera profesional, que le permitiría mejorar sus nóminas. Además, los que no se presenten o no aprueben verán deducidas las cantidades cobradas hasta la fecha por ese plus.