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El Brexit no beneficia a Galicia y se queda sin laboratorios europeos de moluscos
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El Brexit no beneficia a Galicia y se queda sin laboratorios europeos de moluscos

La Xunta insiste en asumir las competencias del centro de referencia de bivalvos tras la decisión de la UE de disolver el del Reino Unido y de negarle el de crustáceos

Foto: Un manifestante muestra una bandera de la UE frente a las Cámaras del Parlamento Británico en Londres. (Reuters)
Un manifestante muestra una bandera de la UE frente a las Cámaras del Parlamento Británico en Londres. (Reuters)

Galicia vio en el Brexit una posibilidad de liderar el control de las zonas de producción de moluscos bivalvos en la Unión Europea. No en vano, es la principal región productora de España, con el 95 % del total, y la segunda exportadora y productora mundial, solo por detrás de China. Pero sus expectativas se diluyeron con el paso del tiempo. Proponía que los laboratorios de Intecmar, en Vilagarcía, sustituyesen a los del Centre for Environment, Fisheries & Aquaculture Science (CEFAS), en la localidad británica de Weymouth. No fue posible porque la Comisión Europea decidió simplemente suprimirlo cuando Reino Unido consume su adiós. Tampoco recaerá en Galicia la investigación para las enfermedades de crustáceos, como demandaba la Xunta, que se va a Dinamarca. Pero la Xunta insiste y presiona al Gobierno para que Galicia lidere el control de las zonas de producción de moluscos bivalvos.

Las competencias del CEFAS supusieron un doble fiasco para Galicia, paliado solo parcialmente por la asignación al Laboratorio de Biotoxinas Marinas de Vigo, dependiente de Sanidad, de una parte del trabajo que se desarrolla en el centro británico, el relacionado con las biotoxinas. En realidad, una medida decidida en 2006. La Xunta quería más. Quería que el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar), dependiente de la Consellería de Mar, asumiera por completo las labores que se desarrollaban en Weymouth y por eso insistió en llevarse al menos el centro de crustáceos. El Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos se lo negó. En ambos casos, con el visto bueno de los representantes del anterior Gobierno central.

Foto: La primera ministra británica durante su visita a Irlanda del Norte. (Reuters)

La Xunta trata ahora de recuperar el papel que tenía pensado para Intecmar. Pretende que el Ministerio de Sanidad lo designe laboratorio nacional de referencia para biotoxinas marinas y control y clasificación de las zonas de producción, nuevas funciones para las que precisaría una aportación económica de 250.000 euros para la contratación e integración en el equipo de cuatro nuevos investigadores. Galicia tendría así presencia en todas las reuniones de la red europea de laboratorios comunitarios en lo referente a la seguridad alimentaria de los moluscos bivalvos, por lo que ganaría peso en la toma de decisiones relativas al control de zonas de producción.

Pero lo importante ya se ha perdido, por más que la Xunta exhiba ahora su carácter más reivindicativo ante el ministerio. La relevancia para Galicia de un laboratorio de referencia de la UE es otra cosa. "Su actividad es fundamental en materia de comercialización de los moluscos bivalvos y también por su vinculación a las estructuras decisorias europeas", sostenía en julio de 2017 la 'conselleira' de Mar, Rosa Quintana. Lo hacía en el Parlamento de Galicia, en el que comparecía para mostrar el interés de la Xunta en trasladar a Galicia la designación del laboratorio comunitario de referencia para el control de contaminantes virales y bacteriológicos de moluscos. La Xunta, afirmó, "tiene presente esta cuestión desde el minuto uno" y, de hecho, "ya estaba incluida en el informe encargado al Instituto de Estudios Europeos Salvador de Madariaga, de la Universidad de A Coruña".

España no realizó una petición oficial

Lo que ocurría en aquellos meses tiene bastante de enredo. La Xunta insistió en su reclamación y, en noviembre de ese año, el presidente, Alberto Núñez Feijóo, apelaba de forma solemne a la "unidad de todos" para su consecución. Era una petición curiosa, porque hacía seis meses que el Gobierno central, entonces presidido por Mariano Rajoy —que centraba sus esfuerzos en conseguir para Barcelona la Agencia Europea del Medicamento—, tenía constancia de la decisión de la Comisión Europea de suprimir "por razones presupuestarias" el laboratorio de referencia, y repartir sus atribuciones por centros de investigación de cuatro países. Lo sabía en concreto desde el 17 de mayo, como reconocía el 2 de noviembre —22 días antes de las afirmaciones de Feijóo— en una respuesta parlamentaria.

En la misma respuesta, el Gobierno informaba de la atribución al Laboratorio de Biotoxinas de la Universidad de Vigo de parte de las competencias del CEFAS, que desarrolla desde el pasado 1 de enero. En realidad, un laboratorio específico de virus en alimentos, que se suma a la supervisión de ámbito europeo que dicho centro ya realizaba sobre control alimentario, veterinario, de toxicidad del plancton o investigaciones fitosanitarias. El comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, el lituano Vytenis Andriukaitis, desvelaría después que España no realizó ninguna petición oficial para la reubicación del CEFAS ni expresó oposición alguna a su cierre como sí hicieron otros países como Suecia. Cuando se conoció la noticia de la clausura del laboratorio de Weymouth, Feijóo señaló que "las pruebas más importantes" que se realizaban en él "se encargan al laboratorio comunitario de Vigo".

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Mejillones, los moluscos con más peligro. (iStock)

Las tiranteces que entonces no se apreciaron entre la Xunta y el Ejecutivo de Rajoy sí han aparecido desde que se produjo el cambio de Gobierno. El último roce se produjo con la visita el 28 de enero de la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, al Laboratorio de Biotoxinas de Vigo. No ofreció muchas novedades y se limitó a recordar la relevancia "para el país" de las atribuciones heredadas a consecuencia del Brexit, porque "refuerza la importancia de este centro y la investigación que se realiza conjuntamente con la Universidad de Vigo". La Consellería de Mar protestó de forma oficial por no haber sido invitada formalmente a la visita e invitó al Gobierno a impulsar el protocolo de colaboración entre ese centro y el Intecmar en materia de control de las zonas de producción de moluscos bivalvos.

El acuerdo de colaboración, afirmó la Consellería, daría continuidad a la iniciativa aprobada en el Parlamento de Galicia en noviembre pasado, en la que se instaba al ministerio a aplicar ese protocolo de actuación entre la Xunta y el Gobierno estatal, lo que permitiría a Galicia "aumentar las competencias de forma directa en el campo del control de las zonas de producción de moluscos bivalvos".

Galicia perdió también la oportunidad de asumir las competencias de laboratorio de referencia para las enfermedades de crustáceos

Además de este centro, Galicia perdió también la oportunidad de asumir las competencias de laboratorio de referencia para las enfermedades de crustáceos. Eso ocurrió pocos días después de que Feijóo siguiera apelando al de moluscos bivalvos, en una decisión que contó una vez más con el apoyo del representante del anterior Ejecutivo. Pese a la importancia de especies como la nécora, el percebe o la centolla para la economía gallega, será un centro de la Universidad Técnica de Dinamarca el que lidere la investigación en Europa en materia de enfermedades de crustáceos.

Galicia vio en el Brexit una posibilidad de liderar el control de las zonas de producción de moluscos bivalvos en la Unión Europea. No en vano, es la principal región productora de España, con el 95 % del total, y la segunda exportadora y productora mundial, solo por detrás de China. Pero sus expectativas se diluyeron con el paso del tiempo. Proponía que los laboratorios de Intecmar, en Vilagarcía, sustituyesen a los del Centre for Environment, Fisheries & Aquaculture Science (CEFAS), en la localidad británica de Weymouth. No fue posible porque la Comisión Europea decidió simplemente suprimirlo cuando Reino Unido consume su adiós. Tampoco recaerá en Galicia la investigación para las enfermedades de crustáceos, como demandaba la Xunta, que se va a Dinamarca. Pero la Xunta insiste y presiona al Gobierno para que Galicia lidere el control de las zonas de producción de moluscos bivalvos.

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