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La interminable discriminación del carburante en Galicia
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La interminable discriminación del carburante en Galicia

Los precios en las estaciones de servicio del territorio gallego siguen entre los más altos de Europa tras cuatro años de denuncias e investigaciones

Foto: Un hombre reposta en una gasolinera. (EFE)
Un hombre reposta en una gasolinera. (EFE)

El alto precio de los carburantes en las gasolineras gallegas no es ninguna novedad. Hace ya cuatro años que la Xunta presentó un informe ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que exponía una situación, que aparece reflejada en los informes mensuales del Ministerio para la Transición Ecológica y en los paneles de las estaciones de servicio. Entre las cinco provincias con el gasóleo para automoción más caro de España se encuentran las cuatro gallegas, que solo mejoran la situación de Baleares. La diferencia entre repostar en Ourense o hacerlo en Soria, por ejemplo, es de nueve céntimos por litro. Pasado el tiempo, la Xunta y la CNMC siguen sin dar con los motivos de esta circunstancia, un desconocimiento que se resume en una frase inusualmente sincera del presidente de este organismo, José María Marín-Quemada: “No es normal”.

Hay varios factores que contribuyen a explicar esos altos precios, que suponen para los gallegos pagar 30 millones de euros más al año que lo que les correspondería con arreglo a la media, según datos de la CNMC. Pero lo hacen solo parcialmente. Uno de ellos es el llamado ‘céntimo sanitario’, que la Xuntaaplica en su tipo máximo, 4,8 céntimos el litro. Pero incluso en el precio antes de impuestos las estaciones de servicio de Galicia salen mal paradas de los cuadros comparativos: entre las seis comunidades más caras en el precio de la gasolina y entre las cinco en el caso del gasóleo. El País Vasco es el único territorio con más de una provincia con precios más caros, pero una vez aplicados los impuestos, solo Baleares y Asturias están en los mismos rangos.

Foto: Un conductor reposta en una gasolinera. (EFE)

La principal hipótesis a que se agarran ahora la CNMC y la Xunta es la escasez de puntos de venta. Tres años después de que Galicia lo solicitara, entre denuncias de Feijóo de un supuesto pacto de precios ilegal de las compañías petroleras, la comisión abrió una investigación sobre los precios de los carburantes en mayo de 2017 que baraja como principal explicación que se necesitan más estaciones de servicio. Así lo explicaron esta semana Marín-Quemada y el 'conselleiro' de Economía, Fernando Conde, que han activado un “protocolo para mejorar la competencia en el mercado de los carburantes".

Galicia cuenta con 625 estaciones de servicio, a razón de una por cada 4.333 habitantes. Es cierto que son casi 600 personas menos por cada punto de venta que la media de España, pero varios colectivos dudan de que esa sea la principal explicación. En Extremadura, por ejemplo, las estaciones de servicio son más escasas, pero el litro de gasóleo se sirve cinco céntimos más barato que en Galicia. El presidente de la Xunta estaba hasta ahora al frente de esos colectivos que dudan de que sea “un problema de gasolineras”. La Federación Gallega de Estaciones de Servicio (Fegaes) es de la misma opinión: considera que existen suficientes puntos de venta en territorio gallego y pone el acento en impuestos como el céntimo sanitario.

placeholder Refinería de Repsol en A Coruña. (Repsol)
Refinería de Repsol en A Coruña. (Repsol)

La tabla de precios refleja que en Galicia “existen problemas relacionados con la falta de competencia y que tienen mucho que ver con las pocas gasolineras que hay en la región”, adelantaba la CNMC en un comunicado previo al encuentro que mantuvieron este lunes su presidente y Fernando Conde. Tras la reunión, Marín-Quemada apuntaba a la necesidad de "sacudir la estructura del mercado" porque, en su opinión, no solo faltan operadores, sino que además las que hay son “coincidentes” por provincias. El problema, explicó, se debe principalmente al excesivo peso de las principales distribuidoras y a la escasa penetración de cooperativas, gasolineras automáticas y estaciones de servicio de hipermercados.

El protocolo firmado por la Xunta y la CNMC establece medidas como una guía de buenas prácticas para la apertura de estaciones de servicio, destinada a los ayuntamientos. También se propone revisar los procedimientos autonómicos para detectar y eliminar restricciones a las aperturas de puntos de venta y adoptar medidas de comunicación e información destinadas a usuarios y consumidores. La 'consellería' analizará si en el mercado gallego se cumple la ley que prohíbe a los operadores petrolíferos con más de un 30% de cuota de mercado en una provincia que puedan establecer contratos de suministro en exclusiva con las gasolineras.

Entre las cinco provincias con el gasóleo más caro de España se encuentran las cuatro gallegas, que solo mejoran la situación de Baleares

El supuesto pacto de precios que sugirió Feijóo en reiteradas ocasiones se ventila en el acuerdo con una propuesta de intercambio de datos sobre evolución de precios en las principales ciudades gallegas, para vigilar “prácticas empresariales” que infrinjan la Ley de Defensa de la Competencia, “en cuyo caso se abrirán los correspondientes expedientes sancionadores”.

Es un cambio radical respecto a las sospechas, a menudo convertidas en acusaciones, que viene expresando la Xunta a través de su presidente. En abril de 2014, Feijóo rechazaba una explicación del precio de los carburantes relacionada con el número de gasolineras. “No hay ninguna justificación, teniendo en Galicia una refinería de las ocho que hay en España, para que las petroleras se pongan de acuerdo en vender un 5% más caro el gasóleo”, denunciaba entonces. “No es un problema de las gasolineras” ni se debe al impuesto autonómico sobre carburantes, añadía. “Las petroleras quieren vender el gasóleo en Galicia, no sabemos por qué, más caro que en el resto de comunidades”. Y ocho meses más tarde, concluía: “Hay claramente un acuerdo de las compañías petroleras”. Nada de eso se abordó en la reunión de Marín-Quemada con Conde, pero el carburante gallego sigue entre los más altos de Europa.

El alto precio de los carburantes en las gasolineras gallegas no es ninguna novedad. Hace ya cuatro años que la Xunta presentó un informe ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que exponía una situación, que aparece reflejada en los informes mensuales del Ministerio para la Transición Ecológica y en los paneles de las estaciones de servicio. Entre las cinco provincias con el gasóleo para automoción más caro de España se encuentran las cuatro gallegas, que solo mejoran la situación de Baleares. La diferencia entre repostar en Ourense o hacerlo en Soria, por ejemplo, es de nueve céntimos por litro. Pasado el tiempo, la Xunta y la CNMC siguen sin dar con los motivos de esta circunstancia, un desconocimiento que se resume en una frase inusualmente sincera del presidente de este organismo, José María Marín-Quemada: “No es normal”.

Gasóleo José María Marín Quemada
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