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La misteriosa reaparición de Manuel Fraga en Vilalba
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décadas de gamberradas con el busto de bronce

La misteriosa reaparición de Manuel Fraga en Vilalba

El alcalde encarga por sorpresa una nueva versión del busto del fundador del PP tras un nuevo hurto de la pieza. La oposición critica la medida

Foto: El busto de Manuel Fraga, sobre su pedestal en Vilalba (Lugo). (EFE)
El busto de Manuel Fraga, sobre su pedestal en Vilalba (Lugo). (EFE)

En Vilalba, el pueblo natal de Manuel Fraga, la costumbre es que el busto de bronce de Manuel Fraga desaparezca, no que brote como por arte de magia. Pues, esta vez, fue al revés: un buen día, este mes de junio, los habitantes de este tranquilo pueblo de la provincia de Lugo se sobresaltaron no por un nuevo ataque contra lo que algunos consideran un incumplimiento de la ley de la memoria histórica, sino por su súbita aparición sobre una peana de la Alameda, sin que, como en otras ocasiones, se tuviera noticia de su recuperación. La explicación la tenía el alcalde, Agustín Baamonde, que, sigiloso, decidió encargar una réplica de la pieza inaugurada hace exactamente 50 años y colocarla en el mismo sitio en el que luce, para agrado de algunos y enojo de otros, desde 1970.

Desde que el gobierno municipal de Cambados decidiera hace un año retirarle su polémica estatua con capa y copa de albariño, inaugurada unos años antes, la de Vilalba es la única figura del fundador del Partido Popular que se exhibe al aire libre en tierras gallegas. Aunque en este caso, habría que decir del exministro de Información y Turismo de Franco, que es el cargo que Fraga ejercía cuando su pueblo decidió rendirle ese homenaje, lo que tal vez explique los reiterados ataques al polémico busto.

placeholder Tres encapuchados, que se dieron a la fuga, han perpetrado en Vilalba (Lugo) un ataque al busto del fundador del PP, el fallecido Manuel Fraga. (EFE)
Tres encapuchados, que se dieron a la fuga, han perpetrado en Vilalba (Lugo) un ataque al busto del fundador del PP, el fallecido Manuel Fraga. (EFE)

Las acciones se incrementaron a partir de los años noventa, cuando Fraga estaba ya al frente de la Xunta. En 1992 la escultura desapareció, pero no tardó en ser hallada. En los últimos años fue salpicada con pintura, decorada con los colores de la bandera republicana, derribada con cuerdas —con la peana de dos toneladas incluida—, dañada con explosivos y también robada. Dos veces. En una ocasión fue encontrada en el río Madalena y en otra en una calle cercana al cementerio viejo, siempre en cuestión de un par de días.

placeholder Ataque al busto del fundador del PP, el fallecido Manuel Fraga, y a la fundación que lleva su nombre en 2017. (EFE)
Ataque al busto del fundador del PP, el fallecido Manuel Fraga, y a la fundación que lleva su nombre en 2017. (EFE)

Una de las últimas "gamberradas de fin de semana", como las califica Baamonde, del PP, se produjo en marzo del año pasado, cuando tres encapuchados vestidos de negro actuaron contra la casa natal de Fraga en Vilalba, a escasos metros de la escultura, reconvertida en sede de una fundación que lleva su nombre y que custodia su biblioteca personal. Cubrieron la fachada con pintadas en euskera y pegaron retratos de los cinco fallecidos durante un desalojo policial en el barrio vitoriano de Zaramaga en 1976, mientras que la escultura aparecía pintarrajeada.

Ha sido salpicada con pintura, decorada con los colores de la bandera republicana, derribada con cuerdas, dañada con explosivos y dos veces robada

Pero la última vez, los autores del robo actuaron con mayor cautela. Fue el pasado 15 de noviembre y poco importó que la silicona que sujetaba la estatua fuera sustituida por un anclaje con tornillos: las cámaras de seguridad de la Alameda registraron a dos encapuchados que se tomaron su tiempo para desatornillarla y desaparecer tranquilamente, cada uno por su lado, uno de ellos con la cabeza de Fraga en las manos. El modo de actuar hizo sospechar al alcalde desde el primer momento de que esta vez la efigie no iba a aparecer. Y así ha sido.

Como el Ayuntamiento conserva el molde de escayola con el que realizó la obra Fernando Mayoral, un escultor de la provincia de Cáceres, el alcalde decidió hacer una réplica, que encargó al artista de Mondoñedo Raimundo Rubal. "Estuvimos esperando un tiempo prudencial, ya que en anteriores ocasiones no aparecieron los autores de los robos, pero sí apareció el busto. Pero viendo que el caso no terminaba de aclararse, encargamos uno nuevo", explica Baamonde, que añade: "No se podía admitir que unos intolerantes y violentos impusieran su opinión al pueblo de Vilalba, que sería el que tendría potestad para decidir sobre este tema".

placeholder Mariano Rajoy observa el busto de Manuel Fraga. (EFE)
Mariano Rajoy observa el busto de Manuel Fraga. (EFE)

La reposición le ha costado a las arcas municipales 7.200 euros, una decisión contra la que se ha manifestado el PSOE, que reúne a seis de los ocho concejales de la oposición. No tanto por el gasto, aunque lo considere innecesario, como por la propia reposición "sin consenso y con fondos públicos". "De forma unilateral y de espaldas a la oposición", lamentaron los socialistas. También acusaron al alcalde de haber engañado a todos los grupos de la oposición, ya que, tras la desaparición, se había comprometido a "estudiar el asunto", aseguran. Los otros dos concejales, uno del BNG y el otro de la también nacionalista Participación Democrática Directa, solicitaron igualmente un debate sobre la conveniencia o no de volver a levantar la figura de Fraga en el Alameda Basanta Olano, en pleno centro del pueblo.

La reposición le ha costado a las arcas 7.200 euros, una decisión contra la que se ha manifestado el PSOE, que reúne a seis de los ocho concejales

Puede que el alcalde se comprometiera con los grupos de la oposición a entablar un diálogo antes de tomar una decisión, pero de sus declaraciones tras el robo del pasado septiembre se deduce que, más que dudas, lo que tuvo es prisa. No habían pasado ni dos días desde la desaparición de la última estatua de Fraga al aire libre y ya se había comprometido a realizar una réplica si la original no aparecía en un tiempo "prudencial", que estimaba en dos semanas. Lo hacía desde "el firme convencimiento" de que esta vez no sería encontrado, basado en la forma en que se produjo el hurto, sin pintadas y de una manera "limpia". "Lo hicieron para no devolverlo", aventuró. Así que él actuaría, declaró, por "obligación", una cuestión "de orgullo y dignidad".

Esta vez se ha dotado al renovado Fraga de un anclaje más firme, decidido como está el alcalde a que cesen unos ataques que, en su opinión, no está tan claro que procedan de los detractores del conocido como el León de Vilalba. Quizás haya sido cosa, sostiene, del tipo de personas que así lo llamaban, de simpatizantes que querían contar con una imagen del expresidente de la Xunta y exministro de Franco. "Fraga no dejaba indiferente a nadie; tenía amigos acérrimos y enemigos declarados", afirma Baamonde, que añade: "Puede que haya sido un robo por encargo de un admirador, que quiere el busto para su jardín".

En Vilalba, el pueblo natal de Manuel Fraga, la costumbre es que el busto de bronce de Manuel Fraga desaparezca, no que brote como por arte de magia. Pues, esta vez, fue al revés: un buen día, este mes de junio, los habitantes de este tranquilo pueblo de la provincia de Lugo se sobresaltaron no por un nuevo ataque contra lo que algunos consideran un incumplimiento de la ley de la memoria histórica, sino por su súbita aparición sobre una peana de la Alameda, sin que, como en otras ocasiones, se tuviera noticia de su recuperación. La explicación la tenía el alcalde, Agustín Baamonde, que, sigiloso, decidió encargar una réplica de la pieza inaugurada hace exactamente 50 años y colocarla en el mismo sitio en el que luce, para agrado de algunos y enojo de otros, desde 1970.

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