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La Xunta rescata a la Patronal gallega del concurso de acreedores
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garantiza un préstamo de 600.000 euros concedido por Abanca

La Xunta rescata a la Patronal gallega del concurso de acreedores

El Gobierno de Feijóo avala a los empresarios un préstamo de Abanca por 600.000 euros con una subvención

Foto: El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. (EFE)
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. (EFE)

Sin dinero en la caja, con el pago de las nóminas en riesgo y con la amenaza del concurso de acreedores encima de la mesa, la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) recibe oxígeno de la Xunta. El Gobierno gallego ha dejado atrás sus rencillas con la patronal, que le ha endosado facturas superiores a los 800.000 euros por gastos que el Ejecutivo gallego no considera subvencionables, y se ha prestado a garantizar un préstamo concedido por Abanca, cuando la situación parecía ya irremediable. Son 600.000 euros que la Administración autonómica respaldará con cargo a sus presupuestos, y que permiten a la CEG seguir adelante con su plan de viabilidad.

La solución negociada alivia las heridas pero no esquiva definitivamente la amenaza de quiebra para la institución, que arrastra una irreconciliable división interna y décadas de gestión cuando menos dudosa, con sueldos que en algunos casos rondan los 110.000 euros anuales. El plan ideado por el presidente, Antonio Dieter Moure, pasa por efectuar entre cinco y diez despidos y reducir los salarios hasta un 30%, con lo que su secretario general, Fausto Santamaría, seguiría cobrando 85.000 euros al año. Esa es una de las razones por las que el plan de viabilidad disgusta a distintos sectores de la CEG.

Pero la pasada semana, y ante el riesgo de liquidación de la patronal, las distintas organizaciones provinciales que integran la confederación decidieron apostar por la continuidad. Aunque algunas de ellas no verían con malos ojos el preconcurso, se prestaron a firmar una declaración unánime que el grupo de bancos formado por BBVA, Pastor, Abanca, Santander y Sabadell Gallego les reclamaba para negociar el paln de Dieter. La situación, con todo, no se desatascó, por lo que ha sido finalmente Abanca, entidad resultante de la fusión de las cajas de ahorros gallegas, la que ha accedido a adelantar el pago de 600.000 euros.

Con esa inyección de liquidez, la patronal gallega hará frente al pago de nóminas, cotizaciones sociales, impuestos y proveedores, aunque queda lejos de hacer frente a su abultada deuda, incluidas las letras pendientes de la hipoteca de su lujosa sede, en el centro histórico de Santiago de Compostela. Pero sí le permite tomar aire, y para ello ha sido fundamental la intervención del Gobierno gallego, que ha garantizado por escrito el pago de la misma cantidad, 600.000 euros, a principios de 2017, de acuerdo con los criterios de reparto de la Ley de Participación Institucional. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ya avanzó su mediación cuando el jueves, al término de la reunión de su Gobierno, afirmó que tanto la CEG como los sindicatos recibirán la ayudas que contemplan los presupuestos cuando “acrediten el cumplimiento y desembolso” del gasto “en importes similares”.

El plan de viabilidad que Dieter negocia con el grupo bancario pasa por una rehipoteca por 1,2 millones de la sede de la confederación, una opción a la que no acceden las entidades financieras. Pero Abanca, que soporta el 40% de esa hipoteca, consideró garantizados los 600.000 que inyecta en la CEG con el respaldo de la Administración autonómica. El presidente de la confederación había solicitado semanas atrás un anticipo a Feijóo por la misma cantidad, a lo que el titular de la Xunta se había negado. Sin embargo, esta solución, aunque temporal, permite superar los apuros económicos más inmediatos.

Dieter insistirá ahora en el plan de viabilidad, que confía en cerrar entre el mes de agosto y el de septiembre. Tras una reunión con los responsables provinciales, en la que trató de escenificar la muy discutida unidad en la patronal, su presidente reconoció que en las últimas semanas valoró seriamente la posibilidad de dimitir “por una cuestión de responsabilidad”. “Si esa es la solución” a los problemas de la CEG, dará “un paso al lado”, afirmó, aunque ha asegurado que la banca le apoya tanto a él como a su equipo directivo.

Abanca, que soporta el 40% de esa hipoteca, consideró garantizados los 600.000 que inyecta en la CEG con el respaldo de la Administración autonómica

La Confederación de Empresarios de Galicia es “fiable y viable”, garantizó Dieter, que insiste en negar la división entre los empresarios de la cuatro provincias. Están “todos a una” y quieren que se solucionen los problemas económicos para que la entidad “hable de los temas que les preocupan”, añadió. En cuanto a los despidos, el presidente habló de un total de ocho de los 20 empleados con los que cuenta la CEG en la actualidad

Entre los gastos a los que hará frente en los próximos días con el crédito de Abanca están parte de los relacionados con la Plataforma Empresarial en el Exterior de la Xunta (Pexga), un polémico programa iniciado por Feijóo en 2010 y en el que la oposición ha visto una financiación encubierta de la CEG. No todos esos gastos, porque la reclamación supera los 600.000 euros, el montante total del nuevo crédito, pero la Xunta ya se ha ofrecido a renovar el Pexga, que supuso en la práctica la privatización de las oficinas comerciales que gestionaba la Xunta en el exterior.

En virtud de dicho plan, la CEG contrata al personal y gestiona los alquileres de las 13 oficinas que tenía la Xunta en 12 países, con un coste para las arcas gallegas de 4,5 millones de euros al año. Pero las facturas que le han ido llegando al Igape, el brazo inversor de la Administración gallega, son cuando menos dudosas, por lo que la deuda llegó a superar los 833.000 euros. Entre las facturas imputadas que la Xunta no reconoce hay un viaje a Brasil para 24 personas que costó más de 80.000 euros.

Entre Feijóo y Abanca rescatan así de la quiebra inmediata a la CEG, que además de las deudas con la Xunta y las cuotas hipotecarias sin pagar, tiene que hacer frente a reclamaciones de casi 200.000 euros de distintos proveedores y a unos gastos mensuales de otros 200.000 euros. Los presupuestos de la confederación reconocían ya esta primavera un un déficit de tesorería superior al medio millón de euros.

Sin dinero en la caja, con el pago de las nóminas en riesgo y con la amenaza del concurso de acreedores encima de la mesa, la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) recibe oxígeno de la Xunta. El Gobierno gallego ha dejado atrás sus rencillas con la patronal, que le ha endosado facturas superiores a los 800.000 euros por gastos que el Ejecutivo gallego no considera subvencionables, y se ha prestado a garantizar un préstamo concedido por Abanca, cuando la situación parecía ya irremediable. Son 600.000 euros que la Administración autonómica respaldará con cargo a sus presupuestos, y que permiten a la CEG seguir adelante con su plan de viabilidad.

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