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PSOE y PP pactan la gran coalición en casa del amigo de Pedro Sánchez
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PSOE y PP pactan la gran coalición en casa del amigo de Pedro Sánchez

La Diputación de Lugo, feudo de la gestora de los socialistas gallegos y de su exsecretario Besteiro, cambia de socios para impulsar los Presupuestos

Foto: El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (d), acompañado por el exsecretario general del PSdeG José Ramón Gómez Besteiro. (EFE)
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (d), acompañado por el exsecretario general del PSdeG José Ramón Gómez Besteiro. (EFE)

Mientras Rajoy apela al apoyo de Pedro Sánchez para ser presidente del Gobierno, un feudo especialmente fiel al secretario general socialista ha puesto en práctica una suerte de ensayo de esa gran coalición. Ha sido en los dominios del exlíder del PSdeG José Ramón Gómez Besteiro, a quien, pese a su reciente dimisión, se le atribuye tanto el control de la gestora provisional como línea directa con Sánchez. En la Diputación de Lugo, donde gobernaba en coalición con los nacionalistas del BNG, el PSOE ha buscado y encontrado en el PP el socio que les ha permitido sacar adelante los Presupuestos. El Bloque ha salido rápidamente del Ejecutivo provincial, ante lo que considera un ensayo de la “gran coalición nauseabunda” para investir a Rajoy.

Besteiro dimitió en marzo como secretario general del PSdeG tras acumular 10 imputaciones en dos causas judiciales distintas. Pero de alguna forma mantiene su influencia en la gestora a través de su presidenta, Pilar Cancela -su mano derecha en la anterior ejecutiva socialista-, como se comprobó en las recientes primarias para elegir candidato a la presidencia de la Xunta. La víspera de la convocatoria, Cancela y Besteiro se reunían en secreto en Madrid con el secretario de Organización federal, César Luena, en tanto que el candidato oficialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, hacía lo propio con Pedro Sánchez.

Esa proximidad entre el grupo socialista en la Diputación, la comisión gestora y Besteiro no ha pasado inadvertida para el principal damnificado por el acuerdo presupuestario, el Bloque Nacionalista Galego, que ha dado rango autonómico al desencuentro. Así lo expresó su secretario de Organización, Bieito Lobeira, al anunciar que los nacionalistas “revisarán” y harán un “seguimiento estricto” de los bipartitos que comparten con los socialistas en las diputaciones de A Coruña y Pontevedra.

"Gran coalición nauseabunda"

Lobeira tachó el acuerdo de Lugo de “gran coalición nauseabunda” de los socialistas con “una banda caciquil” como el PP, y aseguró que el Bloque “analizará con lupa” no solo los gobiernos de las diputaciones, sino también los ayuntamientos en los que gobiernan en coalición. El problema del Bloque, hasta hace poco visto como socio natural del PSOE, con el que ha compartido múltiples gobiernos, entre ellos la Xunta entre 2005 y 2009, es que en las pasadas elecciones generales se quedó por debajo de los 45.000 votos, un 2,9% del total y 26.000 menos que en las de diciembre, en que se quedó por primera vez sin representación en el Congreso desde 1996.

Es decir, que si el PSdeG atraviesa horas bajas, el Bloque está al borde del abismo, lo que hace improbable que se cumplan las amenazas de Lobeira, que dejarían al BNG prácticamente fuera de todas las instituciones. Tanto es así que las cabezas visibles del BNG en los gobiernos de coalición de las diputaciones de A Coruña y Pontevedra, ambas presididas por socialistas, se han apresurado a distanciarse de su secretario de Organización. Así, el vicepresidente provincial de Pontevedra, el nacionalista César Mosquera, advirtió de que la crisis de Lugo “no tiene repercusión” en su provincia, y que el bipartito provincial “no se plantea ningún desencuentro”. Y en A Coruña, su homóloga, Goretti Sanmartín, incluso compareció conjuntamente con el presidente, Valentín González Formoso, del PSOE, para reivindicar la “buena salud” del Gobierno provincial.

En todo caso, ni Mosquera ni Sanmartín ocultaron la gravedad de lo ocurrido en la Diputación de Lugo, donde el grupo nacionalista dio por roto el acuerdo que permitió investir presidente al socialista Darío Campos. Pilar Cancela explicó el cambio de socio como un “posicionamiento puntual” para anteponer el interés general al de la propia organización política, pero Lobeira le acusó abiertamente de entablar una estrategia de acuerdos con los populares. El secretario de Organización nacionalista vio en el pacto de los Presupuestos el “ensayo de otro tipo de dinámicas políticas en otras instituciones, incluso a nivel de Gobierno del Estado”.

Transfugismo y chantajes

La situación política en la Diputación de Lugo es en todo caso extremadamente compleja, ya que el PSOE tuvo que afrontar un caso de transfuguismo antes de la investidura de Darío Campos como presidente. Se trata de Manuel Martínez, un diputado elegido en las filas socialistas que, ante lo que consideró un incumplimiento de la palabra de Besteiro de hacerlo presidente, entregó durante unos meses el Gobierno provincial al PP. Ahora Campos vuelve a comulgar con el PSOE, al apoyar el pacto con el Partido Popular, un hecho que el BNG atribuye al “pago de un chantaje”, en referencia a una partida para la construcción de un geriátrico en el municipio lucense de Becerreá, del que es alcalde el diputado no adscrito.

La presidenta de la gestora del PSdeG se desmarca de todas estas acusaciones al apelar a la necesidad de superar un “bloqueo institucional”. “Había pendientes partidas presupuestarias que no era posible derivar a los ayuntamientos para que hagan políticas y para que mejoren la vida de los ciudadanos, que estaban bloqueados por una situación política determinada”, argumentó Pilar Cancela, que circunscribió el acuerdo al ámbito de la Diputación de Lugo. En cambio, la portavoz del PP, Elena Candia, aprovechó la situación para bendecir el pacto por el que suspira Mariano Rajoy. La de pactar con el PSOE ha sido una de sus decisiones “más útiles a la sociedad”, afirmó.

Con todo, los socialistas gallegos son reacios a ese acuerdo con el PP en el Congreso, que en vísperas de las autonómicas dejaría al PSdeG en una situación muy incómoda para buscar un pacto alternativo a Alberto Núñez Feijóo, en caso de que no revalidase su tercera mayoría absoluta en Galicia.

Mientras Rajoy apela al apoyo de Pedro Sánchez para ser presidente del Gobierno, un feudo especialmente fiel al secretario general socialista ha puesto en práctica una suerte de ensayo de esa gran coalición. Ha sido en los dominios del exlíder del PSdeG José Ramón Gómez Besteiro, a quien, pese a su reciente dimisión, se le atribuye tanto el control de la gestora provisional como línea directa con Sánchez. En la Diputación de Lugo, donde gobernaba en coalición con los nacionalistas del BNG, el PSOE ha buscado y encontrado en el PP el socio que les ha permitido sacar adelante los Presupuestos. El Bloque ha salido rápidamente del Ejecutivo provincial, ante lo que considera un ensayo de la “gran coalición nauseabunda” para investir a Rajoy.

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