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La 'magia electoral' de Betanzos vaticina el desgaste de Rajoy en las urnas el 26-J
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La 'magia electoral' de Betanzos vaticina el desgaste de Rajoy en las urnas el 26-J

Betanzos es un Magic Town a la gallega, el Ohio español. El 20-D la localidad coruñesa clavó los resultados de la provincia, de Galicia y, en buena medida, los de toda España

Foto: Mariano Rajoy con Alberto Núñez Feijóo en un acto del PP gallego. (Reuters)
Mariano Rajoy con Alberto Núñez Feijóo en un acto del PP gallego. (Reuters)

¡Betanzos, quiero los resultados de Betanzos!” Los gritos de Fraga retumbaban al inicio de cada noche electoral contra las paredes de la vieja sede del PP gallego, apodada 'La Nécora'. Eran tiempos de recuentos a cuentagotas y demoscopias precarias, en los que contaba más la intuición del viejo patrón que las encuestas. Y desde que en 1986 encargase un estudio sobre las tres ciudades que más se parecían a España, el fundador del PP nunca dejó de hacer el 'test de Betanzos' para anticipar los resultados. Si aún viviera tendría motivos para seguir haciéndolo: el 20-D la localidad coruñesa clavó una vez más los resultados de la provincia, del conjunto de Galicia y, en buena medida, los de toda España.

Como en la Ciudad mágica de la película de James Stewart, en la que una compañía dedicada a las encuestas encuentra su “milagro matemático” en la pequeña Grandview, este municipio de apenas 13.000 habitantes es un sondeo en sí mismo. Muy especialmente en tres mesas electorales del centro del pueblo. Es un Magic Town a la gallega. O un Muncie, Indiana: el lugar de Estados Unidos en el que el matrimonio de sociólogos Robert Lynd Staughton y Helen Lund Merrell localizaron el 'middletown' que buscaban: la primera ciudad media de la historia de la sociología.

Han pasado 30 años desde aquel primer estudio encargado por Fraga, y Betanzos sigue imitando a Galicia. El pasado 20-D, el PP tuvo un 37,20% de votos en Galicia y un 36,62% en Betanzos. En Marea superó a los socialistas y logró un 25,04%, solo tres décimas menos que en la localidad coruñesa. El PSOE se quedó en un 21,33%, frente a un 22,18% en Betanzos. Y Ciudadanos se llevó el 9,07% y el 9,24% de los votos, respectivamente. El índice Pearson, utilizado por los especialistas para medir este tipo de comportamientos, asciende al 0,9729, que es tanto como decir que el acierto en la quiniela de las generales fue del 97 y pico por ciento. “Y en la provincia de A Coruña, el índice fue superior al 0,99”, subraya la periodista Carmen Cotelo, autora del libro 'Betanzos, Magic Town' (Biblos, 2013).

En su vertiente electoral, es un caso similar al de Aragón, donde el ganador en las generales coincide históricamente con el de todo el Estado

El libro de Cotelo demuestra de forma científica que Betanzos es “la ciudad matemáticamente perfecta de Galicia y la única de España”, debido a un entramado social y demográfico muy similar al del conjunto de la comunidad autónoma, pero también, aunque en menor medida, al de España. Los índices Pearson estatales de partidos como el PSOE o Ciudadanos fueron elevadísimos en las pasadas generales, aunque el distinto panorama político de Galicia, con formaciones nacionalistas de notable implantación, distorsiona algo el conjunto.

Cotelo trabaja ahora en una tesis doctoral que viene a ser la continuación de su libro, dirigida entre otros por el exvicepresidente de la Xunta Xosé Luis Barreiro. Actualiza los datos elecciones tras elecciones, al tiempo que trabaja con grupos de discusión a modo de encuestas cualitativas. Le sirven para pulsar la opinión de una calle tan representativa como la betanceira. Y si sus análisis van bien encaminados, puede adelantar que, al menos en Galicia, los resultados no registrarán grandes variaciones porcentuales, lo que no significa que no vayan a moverse los escaños.

"Tremendo desgaste" de Rajoy

Pero no es esa la conclusión más llamativa detectada en los grupos. Entre las personas que forman parte de esos conjuntos aleatorios de habitantes de Betanzos encuentra Cotelo “el tremendo desgaste de uno de los líderes políticos dentro de sus propios votantes”. Aunque se resiste a dar su nombre, por las pistas que ofrece no cuesta deducir que se trata de Mariano Rajoy. “Los que votan a su partido lo harían más a gusto si no fuera el candidato, muchos de los que dejaron de votarle volverían a hacerlo y unos y otros creen que debería hacerse a un lado para permitir que se forme Gobierno”, resume. “Es un rechazo que tiende al 100%, casi sin excepciones”, apunta la periodista.

Otra de las conclusiones del proyecto demoscópico de Cotelo es el escaso aprecio entre los votantes socialistas al frustrado acuerdo del PSOE con Ciudadanos, más valorado entre ciudadanos de centro o de derecha, PP incluido, que en el propio partido de Pedro Sánchez. O que, pese a esos esfuerzos, el PSOE se queda solo y retratado a izquierda y derecha como el culpable de la repetición de las elecciones. O el éxito de la alianza Podemos-Izquierda Unida, que en Galicia ya experimentó con éxito En Marea el pasado mes de diciembre. O la buena aceptación de Alberto Garzón, con escasa traducción en votos. O, pese a las constantes críticas de Alberto Núñez Feijóo, la aceptable acogida de los gobiernos municipales de la izquierda rupturista, muy especialmente el de Santiago.

Todo esto lo escucha Carmen Cotelo en sus reuniones con los vecinos aleatoriamente escogidos para su trabajo doctoral, para culminar un proyecto iniciado hace año y medio y confirmar lo que entonces era un runrún sin contrastar: el fenómeno Betanzos. La primera vez que oyó hablar de él fue hace unos 30 años al entonces alcalde de la localidad Manuel Lagares. Algún artículo publicado en la prensa gallega citó la cuestión de soslayo hace mucho tiempo, y fue después un estrecho colaborador ya fallecido de Manuel Fraga quien le puso sobre la pista.

El estudio permitió comprobar que la intuición del expresidente de la Xunta daba en la diana. De hecho, todas las mesas electorales menos una tienen en Betanzos un coeficiente Pearson del 0,90, con casos que alcanzan el 0,9999. Al estudiar la evolución de esa correlación, descubrió que se incrementa con el tiempo. “El número de mesas que se acercan a la unidad se incrementa con los años”. De su análisis se deduce que la pirámide de población tiene la clave principal. “Betanzos se puede considerar un reflejo de Galicia, con una mezcla rural y urbana muy similar”, analiza. “Da el tipo de ciudad media”. De ahí que ahora apenas haya partido político que no preste especial atención a una villa especialmente visitada por los encuestadores.

“También para las empresas es una información muy valiosa”, subraya la autora de Betanzos, Magic Town. “Es el mejor lugar para, por ejemplo, probar un producto o testar una campaña de 'marketing'. No en vano, es el ayuntamiento elegido por una de las empresas más grandes de Galicia, como Gadisa, para establecer su sede”.

En su vertiente electoral, es un caso similar al de Aragón, donde el ganador en las generales coincide históricamente con el de todo el Estado. Es una tendencia que dio lugar a otro libro, 'Aragón es nuestro Ohio' (Malpaso Ediciones), título que hace referencia al estado norteamericano en el que, desde 1964, vence inapelablemente el candidato que acaba en la Casa Blanca. El trabajo, elaborado por un grupo de 11 sociólogos y politólogos, es una foto de la evolución del voto en Aragón y España, como el de Cotelo lo es en Galicia.

De forma científica o intuitiva, ambos fenómenos, el aragonés y el de Betanzos, formaban parte del minucioso conocimiento del comportamiento electoral que exhibía Alfonso Guerra de los años ochenta. A él pertenece la primera inclusión de la localidad gallega en una actuación demoscópica. Fue la noche de las elecciones de 1982, la de la gran victoria de Felipe González. Desde la sala de máquinas del PSOE, Guerra asombró a los suyos al clavar los datos apenas iniciado el recuento. Entre las mesas en que basó su predicción figuraba una amplia representación del partido judicial betanceiro. La histórica imagen en la ventana del Hotel Palace, con Guerra levantando el brazo de González, estaba certificada por la Magic Town gallega.

¡Betanzos, quiero los resultados de Betanzos!” Los gritos de Fraga retumbaban al inicio de cada noche electoral contra las paredes de la vieja sede del PP gallego, apodada 'La Nécora'. Eran tiempos de recuentos a cuentagotas y demoscopias precarias, en los que contaba más la intuición del viejo patrón que las encuestas. Y desde que en 1986 encargase un estudio sobre las tres ciudades que más se parecían a España, el fundador del PP nunca dejó de hacer el 'test de Betanzos' para anticipar los resultados. Si aún viviera tendría motivos para seguir haciéndolo: el 20-D la localidad coruñesa clavó una vez más los resultados de la provincia, del conjunto de Galicia y, en buena medida, los de toda España.

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