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El hijo de Conde-Pumpido la vuelve a liar

El abogado se mete otra vez en problemas, al revelarse un intercambio de correos con la juez de la Pokémon en los que la invita a no investigar al líder del PSOE de Galicia

Foto: El juez Elpidio Silva (i) y su abogado Cándido Conde-Pumpido Varela. (EFE)
El juez Elpidio Silva (i) y su abogado Cándido Conde-Pumpido Varela. (EFE)

A sus 36 años y con apenas 12 de carrera profesional, Cándido Conde-Pumpido Varela lleva ya mucho ruido hecho. Su implicación en el caso Pompeya, en el que se investiga un presunto fraude fiscal en una docena de prostíbulos, o su agresiva defensa del juez Elpidio Silva, que le enfrentó con el instructor, han puesto el foco sobre el hijo del exfiscal general del Estado, un abogado que no duda en hacer uso de su notable apellido. Su indiscreción le ha metido en un nuevo lío con una rival temible, la juez de Lugo Pilar de Lara, instructora entre otras causas de la Pokémon. Con ella intercambió una serie de comprometedores correos electrónicos que la magistrada considera muy próximos a la coacción y que han acabado por salir a la luz año y medio más tarde.

Los e-mails han permitido saber que De Lara está a la espera de una plaza en Gijón que la alejaría de los delicados casos que tramita, muchos de ellos con relevantes implicaciones políticas. Uno de ellos es el caso Garañón, por el que está imputado el líder del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, al que Conde-Pumpido Varela representa desde febrero de este año. Tirando de lo que De Lara interpreta como amenazas veladas, el abogado la anima a desentenderse del caso y a cambiar de destino, e incluso le ofrece su influencia en el Consejo General del Poder Judicial para conseguir el traslado. “Si necesita el apoyo del Consejo”, le dice, “haré todo lo que esté en mi mano”. Su padre está casado en segundas nupcias con Clara Martínez de Careaga, vocal del CGPJ.

Menos admiración levanta en otros círculos judiciales y policiales. Su nombre aparece en el macroproceso Saqueo 2 y la UDEF le ha abierto una investigación

El hijo del conocido fiscal se exhibe como una persona bastante conforme consigo misma. “Ya me piropean y me paran por la calle”, presumía recientemente en una entrevista. Menos admiración levanta en otros círculos judiciales y policiales. Su nombre aparece en el macroproceso Saqueo 2, celebrado en la Audiencia Nacional sobre la corrupción marbellí, y la UDEF le ha abierto una investigación por el supuesto blanqueo de millones de euros procedentes de un gran prostíbulo madrileño en su cuenta bancaria, en el marco de la Operación Pompeya. Él no se inmuta y sigue con su rutina de trajes caros, platós de televisión y grupete de rock con los amigos: Diligencias Previas.

Su polémico intercambio de e-mails con la juez se produjo entre mayo y junio de 2014, pero ha sido en plena precampaña electoral cuando le explotó en las manos a él y a su defendido. Son tres correos en total, a los que hay que añadir una cita previa en Lugo a la que ambos se refieren, y forman parte de lo que la titular del juzgado número 1 de Instrucción de la capital lucense considera “un intento burdo de vulnerar el derecho al juez ordinario”; esto es, apartarla de la causa.

Por aquellas fechas, Conde-Pumpido Varela no defendía aún al dirigente socialista en el caso Garañón -el presunto pago de una vivienda a Besteiro, entonces concejal de Urbanismo de Lugo, en agradecimiento de un convenio urbanístico- por el sencillo hecho de que aún no había sido imputado. Pero ya advertía a De Lara de que “un grupo”, al que vincula con el entonces alcalde José López Orozco, también del PSOE e igualmente procesado por la juez, le estaba “haciendo desviar la atención a otros miembros del partido por un supuesto piso regalado y unas obras no satisfechas que parece que en realidad no son tal”. Según le advierte, ese grupo pretende que la magistrada haga “el ridículo” cuando aparezcan los pagos de la vivienda.

“Creo que incluso pudieran estar haciéndole llegar rumores falsos para acrecentar su sensación de la existencia de algún ilícito, tanto para hacerle quedar mal como también en parte fruto de guerras de poder internas”, le avisa. Pero en su correo también informa a De Lara de los peligros que supone para ella enfrentarse a “otro frente”, relacionado con las investigaciones a los ayuntamientos de Santiago y A Coruña, entonces gobernados por el PP.

“Al poner el foco en esos ayuntamientos, creo que ha despertado muchos más recelos de los que venía levantando e incluso puede haber perdido apoyos que antes vitoreaban sus acciones contra el PSOE”, sostiene. Y ahí entra en juego el CGPJ: “Esta falta de apoyos y una mayor capacidad de acción tanto en el Consejo como en instancias judiciales pueden traerle más problemas que todas las ampollas levantadas con investigaciones anteriores. Analice cómo se han comportado los medios tras esas investigaciones y verá lo que quiero decir”.

Informa a la juez del creciente 'runrún' en el Tribunal Supremo de que interfiere demasiado en la vida política, y advierte: “Según mi experiencia, es mucho más peligroso para un juez investigar a un determinado partido que a otro, y no lo digo solo por (Elpidio) Silva y (Baltasar) Garzón; el propio (Javier Gómez) Bermúdez (…) está convencido de que si no llega a soltar lo de Bárcenas a tiempo le habrían hundido la carrera. Y razones no le faltan, pues me constan movimientos en ese sentido”.

Tras explicarle a la juez cómo actúan esos grupos -“primero la prensa se vuelve en contra, empiezan los ataque gratuitos, escarban en la vida privada”–, llegan los 'consejos', en los que parece deslizar los peligros de abrir el caso Garañón: “Intente apartarse y vaya con pies de plomo, pues cualquier traspiés será utilizado para ridiculizarla y acusarla de realizar investigaciones prospectivas. No se deje guiar por rumores y vaya a por aquello que vea evidente y seguro. Intente evitar aquellas cuestiones que puedan volverse en su contra y denostar otras investigaciones con más sentido que sí que llevan a algo grande”.

Y remata: “Si puede cambar de destino, hágalo, bien sea a otro mejor o reiterando su solicitud de traslado”. Es ahí cuando se ofrece a apartarla de Lugo mediante el ejercicio de sus influencias. “Si necesita de apoyo en el Consejo para optar a alguna plaza o para facilitar su traslado, hágamelo saber y haré todo lo que esté en mi mano”.

Este correo es la respuesta a uno anterior enviado por De Lara al abogado el 19 de mayo, cinco días después de una conversación que dejó a la juez “bastante sorprendida”. Se desprende que en esa charla Conde-Pumpido Varela realizó advertencias similares a las que figuran en su posterior correo, porque ella afirma: “Supongo que es el precio que hay que pagar por intentar trabajar”. Pero reconoce que no sabe muy bien “cómo interpretar algunas cosas” que le resultan incluso “contradictorias”. Con todo, muestra su agradecimiento por la “deferencia” del abogado y por la confianza por contarle “los datos que obraban en tu poder”.

La batalla, al menos temporalmente, la ha perdido el hijo del exfiscal general, que no ha logrado retirarle de las manos a la jueza De Lara el caso Garañón

En similares términos amables pero distantes responde 11 días después al correo electrónico del abogado. “No sé ni lo que decir”, afirma acerca de la larga lista de consejos y advertencias; “solo reiterarte mi agradecimiento por la información que me has transmitido”. En este e-mail, difundido por el abogado, es en el que revela su intención de abandonar la plaza de Lugo, desde la que investiga los casos más sonados en Galicia y fuera de ella por presunta corrupción política y mafias policiales en connivencia con la prostitución: “Confío en que pronto salga alguna plaza en Gijón y pueda marcharme con la familia. Mientras, aunque sea difícil hacerlo en esas condiciones, no me queda otra opción que la de continuar trabajando”.

Lo que el hijo del exfiscal general hizo, afirma De Lara en su informe sobre la cuestión de competencia, fue “una maniobra más” para sacarla de en medio, al intentarla apartar de la causa “para evitar acusaciones”. La batalla, al menos temporalmente, la ha perdido el hijo del exfiscal general, que no ha logrado retirarle a De Lara el caso Garañón. Aunque el más perjudicado sea a Besteiro, al que ha utilizado Mariano Rajoy como muleta cada vez que en la campaña se le ha acusado de corrupción.

A sus 36 años y con apenas 12 de carrera profesional, Cándido Conde-Pumpido Varela lleva ya mucho ruido hecho. Su implicación en el caso Pompeya, en el que se investiga un presunto fraude fiscal en una docena de prostíbulos, o su agresiva defensa del juez Elpidio Silva, que le enfrentó con el instructor, han puesto el foco sobre el hijo del exfiscal general del Estado, un abogado que no duda en hacer uso de su notable apellido. Su indiscreción le ha metido en un nuevo lío con una rival temible, la juez de Lugo Pilar de Lara, instructora entre otras causas de la Pokémon. Con ella intercambió una serie de comprometedores correos electrónicos que la magistrada considera muy próximos a la coacción y que han acabado por salir a la luz año y medio más tarde.

Cándido Conde-Pumpido CGPJ
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