Ferrol denuncia a una firma de Florentino por cobrar por una depuradora que no depura
El alcalde descubrió el supuesto fraude durante una inspección presencial, en la que comprobó que las aguas residuales se devolvían al mar sin tratar
Una visita sorpresa del alcalde de Ferrol a la depuradora de la ría, el pasado 25 de agosto, confirmó sus peores temores: la planta que gestiona Urbaser, del grupo ACS, presidido por Florentino Pérez, no depura. A través de un bypass, el agua que entra sucia por un conducto se devuelve a mar abierto también sucia, a pesar de que los vecinos pagan una tasa de entre 80 y 140 euros anuales. El Ayuntamiento ha pedido una auditoría externa para determinar responsabilidades penales, con el objetivo de elevar una denuncia ante la fiscalía.
“Por una ría más limpia, una ciudad mejor”. Con tan atractivo nombre, el Ministerio de Medio Ambiente abrió en marzo de 2014, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, una exposición informativa sobre las obras de saneamiento en la castigada ría de Ferrol, en la que están instaladas una petroquímica, una siderúrgica y varios astilleros, entre otras industrias. La obra clave, la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Prioriño, se inauguró en agosto. No tenía electricidad, no depuraba, pero ese año recaudó 800.000 euros a través de los recibos de los vecinos. Cinco meses después se instaló un grupo electrógeno, que permitía un pretratamiento de ocho a tres y el bombeo al emisario submarino, pero tampoco depuraba. Seguía cobrando.
La EDAR la construyó Acciona con un presupuesto de 37 millones de euros, financiados en un 85% por la Unión Europea y en un 15% por la Xunta, a través de Augas de Galicia. Su inauguración parecía el final de un largo proceso que arrancó en 1997, cuando la obra fue declarada de Interés General del Estado, pero fue más bien el principio de un nuevo conflicto, ante la decisión del entonces alcalde de Ferrol José Manuel Rey Varela, del PP, de encomendar la gestión de la obra a Emafesa, la empresa mixta controlada por Urbaser que ya se encargaba del abastecimiento de agua. Protestaron los ecologistas, la oposición, ayuntamientos como Narón y grupos parlamentarios como el de AGE, que llevó la decisión al Parlamento gallego.
Cuando el sucesor de Rey Varela, Jorge Suárez –de la marea Ferrol en Común– se presentó por sorpresa en la depuradora, solo había un operario en la planta, junto con otros dos de la subcontrata eléctrica. El primero de ellos se apresuró a encender los botones de los equipos, pero la situación era indisimulable: equipos precintados, laboratorio cerrado, el material embalado y los manuales en sus cajas. En el primer consejo de administración celebrado tras la inspección, Urbaser no negó lo innegable, pero atribuyó el caso a deficiencias en la ejecución de las obras.
“Así sale al agua al mar después de la depuración”, titulaba un post en su Facebook Jorge Suárez, acompañado de una foto de un líquido de color negro saliendo por una cañería. El alcalde recordaba un hecho fundamental: el anuncio, realizado en marzo de este mismo año, de que la EDAR ya había depurado un millón y medio de metros cúbicos. “Hemos constatado que todo era un fraude, que hoy podemos comunicar a los vecinos después de tener el informe técnico oportuno que avala la falta de depuración”.
El Ayuntamiento se pregunta ahora cómo el anterior gobierno local y la Xunta recepcionaron una obra “inhabilitada”. “Bombear agua residual para verterla a mar abierto en lugar de en la ría no es sanear ni depurar”, lamentó Jorge Suárez. Y no es una ría cualquiera, la de Ferrol. Sus peculiaridades orográficas, una bocana estrecha que se ensancha, la convierten en un vivero natural especialmente productivo, que da de comer a más de 500 familias que viven de la actividad extractiva.
El reconocimiento por Emafesa de que la depuradora no depura contrasta con afirmaciones como la realizada por el gerente de Emafesa, Alejandro Pisa, el pasado marzo, cuando comparaba la cifra supuestamente tratada con “3.000 veces la capacidad de la piscina de A Malata” y hablaba del inicio de una nueva era. El Ayuntamiento intentó destituir este martes a Pisa, pero el peculiar sistema de representación en el Consejo de Administración de la empresa mixta permitió a Urbaser bloquear el cese, pese a que posee solo el 49% del capital social.
Lo que no pudo parar la parte privada de Emafesa es la auditoría “independiente, técnica y económica” sobre las deficiencias en la planta de Prioriño y sobre el “incumplimiento de la encomienda hecha desde el Ayuntamiento para la explotación, mantenimiento y conservación” de la planta. Ese documento servirá de base a la denuncia que Suárez presentará ante la Fiscalía, ante lo que considera presuntos delitos “ambientales, económicos y de derecho público”. El gobierno local quiere recuperar la gestión de la planta y analizar con detalle las cuentas de la empresa, para estudiar la eventual devolución de la tasa de saneamiento cobrada a los vecinos. En el próximo pleno municipal se debatirá la derogación del impuesto.
Según se ha sabido esta semana, la Xunta realizó una inspección a la depuradora el pasado 1 de septiembre, cuando el alcalde ya había denunciado sus deficiencias, pero ni el ente autonómico Augas de Galicia ni los directivos de Emafesa informaron al Gobierno local de Ferrol.
Florentino Pérez es el principal adjudicatario de obra pública institucional en Galicia, con encargos en 2013 por valor de 63 millones de euros. La relaciones del presidente de ACS y del Real Madrid con el de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, son excepcionales, como lo demuestra la comida que reunió a ambos este mismo verano con Mariano Rajoy y el director de Abc en Cedeira (A Coruña).
Los intereses de Florentino Pérez en Ferrol se tambalean desde el cambio de gobierno municipal. Este mismo verano, Emafesa dejó cuatro días sin suministro de agua a cuatro ayuntamientos de la zona, tras detectarse parámetros excesivos de trihalometanos. Se abrió entonces un conflicto a tres bandas entre el Ayuntamiento, la Xunta y Urbaser en el que el Gobierno gallego y la empresa de Florentino hicieron frente común contra el nuevo alcalde ferrolano.
Una visita sorpresa del alcalde de Ferrol a la depuradora de la ría, el pasado 25 de agosto, confirmó sus peores temores: la planta que gestiona Urbaser, del grupo ACS, presidido por Florentino Pérez, no depura. A través de un bypass, el agua que entra sucia por un conducto se devuelve a mar abierto también sucia, a pesar de que los vecinos pagan una tasa de entre 80 y 140 euros anuales. El Ayuntamiento ha pedido una auditoría externa para determinar responsabilidades penales, con el objetivo de elevar una denuncia ante la fiscalía.