Vasile Sofronisiu: “La explosión me dejó completamente sordo”

Vasile Sofronisiu subió aquel jueves en Coslada al tren de cercanías que lo llevaba a diario hasta Madrid. Allí empalmaba con una línea de metro que lo acercaba hasta Tirso de Molina, donde trabajaba. De origen rumano, se vino con la familia a Madrid ocho años antes en busca de un futuro mejor para sus hijos. La ecuación se rompió aquel 11-M. Lo que vivió en la calle Téllez no estaba previsto. “Antes de llegar a Atocha explotó una bomba. Yo me quedé inconsciente”.

Se despertó tirado en el andén con la cara cubierta de sangre. Buscó desesperadamente su teléfono móvil para hacer la primera llamada de auxilio a su mujer. Pero no lo encontró. Cuando Vasile volvió a recobrar el conocimiento ya estaba montado en una ambulancia. “Recuerdo a un médico dándome ánimos y diciéndome que estuviera tranquilo, que me iba a recuperar”. Estuvo hospitalizado un mes en el hospital de La Princesa y estuvo cuatro años de baja médica. Los audífonos son parte de su vida desde aquella fatídica mañana. “Me quedé sin oír absolutamente nada”.

Lo que vino después fue un continuo y duro peregrinaje de busca de un trabajo con el que ganarse la vida. “Los empresarios siempre me descartan cuando hago una entrevista porque no escucho nada”.