Inmaculada Lázaro: “Todos los 11-M sueño que estoy en un tren sacando cadáveres”

Inmaculada Lázaro viajaba en el tren que explotó en Atocha a las 7.39 horas de la mañana. Entonces tenía 24 años. La bomba hizo añicos justo el vagón de al lado. El ensordecedor ruido la dejó completamente inmovilizada, hasta que alguien tiró de ella para que descendiese del tren. Entonces Inma empezó a correr hasta que salió a la calle. “Salí por las escaleras. Ya salía muchísima gente. Oía muchos chillidos, pero no recuerdo ninguna cara. Volví a escuchar dos estallidos más. Me imaginé que era una bomba, pero no sabía qué pasaba”.

No sufrió daños físicos y pronto se armó de coraje y cogió el mismo tren que desembarcaba en Atocha. “Me dije a mí misma: yo tengo que superar esto”. Pero sí hubo secuelas. Estuvo años despertándose día tras día a las 7.39 de la mañana y cada 11-M vuelve a soñar lo mismo: “Que estoy en un tren sacando cadáveres”.