Qué ha fallado en este año de pandemia: 172 expertos pondrán nota a la gestión en España

La necesidad de una auditoría externa e independiente de la gestión que en España se ha hecho de la pandemia es un fantasma que lleva sobrevolando el país desde el verano pasado. Quizás el primero en enunciarlo en voz alta fue José María Martín Moreno, catedrático de Salud Pública en la Universidad de Valencia: “Mi primera recomendación sería planificar una comisión independiente para saber lo que se hizo bien y lo que se hizo mal, para que estemos preparados”, dijo el 19 de junio de 2020 frente a aquella comisión de reconstrucción que presidía Patxi López en el Congreso de los Diputados.

No fue el único en insistir en esta idea. Pedro Alonso, director del programa de malaria de la OMS en Ginebra, o Ildefonso Hernández, director general de Salud Pública durante el Gobierno de Zapatero, también se manifestaron públicamente en este sentido. Sin embargo, ni el binomio PSOE-Podemos ni el PP hicieron mención a esta auditoría en sus conclusiones de la comisión, que acabó generando más ruido político que propuestas concretas.

El propio Martín Moreno nos explica su razonamiento: "Si queremos saber por qué llevar a cabo una evaluación o auditoría de mejora, es por una razón que ya ilustró de forma brillante George Bernard Shaw: 'El éxito no consiste en nunca cometer errores, sino en nunca cometer el mismo una segunda vez". "Sabemos que la pandemia de covid-19 ha golpeado fuertemente España", reflexiona para El Confidencial, "también ha pasado en otros países, pero necesitamos hacer un análisis crítico a la par que constructivo de por qué hemos fallado tanto cuando creíamos que teníamos un sistema social y de salud muy sólidos".

Además de ellos, muchos otros profesionales sanitarios o académicos se han pronunciado en este sentido desde entonces, pero hubo que esperar hasta el 6 de agosto de 2020 para ver una manifestación concreta: una veintena de científicos españoles de élite publicó una tribuna en ‘The Lancet’ acerca de la necesidad de que el Gobierno realizara una reflexión profunda sobre el modo en que se había gestionado la pandemia de covid-19 en España y encargara una auditoría externa e independiente.

"Hace siete meses, me escribió un día Helena Legido-Quigley", explica a este periódico el epidemiólogo Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública y uno de los impulsores de la carta en ‘The Lancet’. Legido-Quigley, profesora en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, había coincidido con March en una serie de entrevistas que este realizó para ‘Gaceta Sanitaria’. "Su llamada era porque quería plantear a un grupo de investigadores la posibilidad de escribir una carta en 'The Lancet' sobre la necesidad de una evaluación de la pandemia".

Su respuesta fue afirmativa, y enseguida se vio involucrado en la búsqueda de ese panel de 20 investigadores y salubristas que finalmente pusieron su firma en el escrito.

Aunque Fernando Simón se mostró en aquel momento proclive a que esta auditoría tuviera lugar, Sanidad no mostró demasiado entusiasmo por reunirse con los impulsores de la iniciativa. En septiembre, solicitaron una reunión con Salvador Illa para tratar el asunto, que les concedió audiencia poco después.

El Ministerio de Sanidad ha ido posponiendo la realización de esa evaluación externa de la gestión, que ahora se prevé para abril

Finalmente, el ministerio y las comunidades autónomas accedieron en octubre a poner la auditoría en marcha "en el plazo máximo de un mes", pero por fin, en diciembre, dieron otra patada a seguir: "Se propone un plazo aproximado de cuatro meses para el desarrollo de todo el proceso y la entrega del informe final", escribieron en un informe del Consejo Interterritorial.

"La situación sigue igual", dice March. "La evaluación no se ha hecho aún y lo único que ha generado un avance ha sido hasta ahora el informe que han escrito Gobierno y comunidades sobre cuál podría ser el mecanismo de evaluación que podrían poner en marcha en algún momento".

El origen de esta auditoría

El 7 de enero, cinco meses después de la carta de 'The Lancet', desde El Confidencial propusimos trabajar juntos en una auditoría independiente de la gestión de la pandemia a March, quien aceptó con mucho entusiasmo. Tras una segunda reunión la semana siguiente, comenzamos a diseñar juntos un cuestionario basado en las áreas de conocimiento que estos científicos demandaban en 'The Lancet' para evaluar la gestión. "Esta evaluación debe incluir tres áreas: gobernanza y toma de decisiones, asesoramiento científico y técnico y capacidad operativa". A esto añadimos otras como la comunicación de riesgos, la calidad de la información ofrecida, los aspectos sociales o el papel de la sociedad, desarrollados en un artículo posterior publicado en 'Gaceta Sanitaria'.

Finalmente, elaboramos un cuestionario cuantitativo con 35 preguntas al que agregamos la posibilidad de aportar respuestas o reflexiones de forma voluntaria, algo que hicieron más de la mitad de los 172 profesionales que respondieron a la misma. El universo al que dirigimos la auditoría fueron profesionales que hubieran contemplado la gestión de la pandemia desde la primera línea: en su mayor parte son epidemiólogos, enfermeros, catedráticos en salud pública, médicos de Atención Primaria y otros sanitarios, pero también contamos con psicólogos, economistas de la salud u otros perfiles académicos que pudieran valorar correctamente la toma de decisiones en estos ámbitos. Algunos de ellos vivieron la pandemia desde dentro de los grandes hospitales, en las principales universidades españolas o en centros de investigación en biomedicina, y otros, desde consultas de Atención Primaria en pequeños municipios.

El resultado recoge la valoración de los profesionales sobre la actuación de las administraciones

El resultado de esta Auditoría Independiente de la Gestión de la Pandemia de Covid-19, que El Confidencial publicará al fin esta semana, permite comprobar qué nota ponen estos profesionales a la actuación de las administraciones, tanto locales como autonómicas o nacionales, la sociedad civil o los medios de comunicación, pero también conocer de primera mano sus valoraciones sobre qué cosas se hicieron mal, en lo sanitario o en lo económico, y cuáles se pueden hacer mejor si en el futuro se diera una situación similar.

La variedad de perfiles que contestaron a la encuesta durante las dos primeras semanas de febrero de 2021 nos ha permitido trazar un retrato coral de nuestras principales flaquezas como país al enfrentarnos a la pandemia. Como dice el propio March, esta auditoría "no pretende ser una evaluación de la gestión de la pandemia", sino que está realizada con el mismo espíritu de aquella carta publicada en 'The Lancet' hace casi un año: no como un instrumento para repartir culpas sino como una forma de identificar áreas de mejora en los sistemas sanitarios, de salud pública o de asistencia social.

"Esperemos que otros y otras pongan el turbo para hacer la evaluación de la gestión de la pandemia que necesitamos"

Los resultados de nuestra auditoría "dicen mucho de lo que son y podrían ser las buenas prácticas y los aspectos de mejora", resume March. "Esperemos que otros y otras pongan el turbo para hacer la evaluación de la gestión de la pandemia que necesitamos".