'Grupos burbuja' y PCR: las propuestas de los pediatras a los padres para la vuelta al cole en pleno coronavirus

A dos semanas del supuesto inicio del curso escolar y bajo la amenaza de los continuos rebrotes de coronavirus en el país, las normas de prevención para la vuelta al cole aún siguen sin estar claras. Ante esta situación de incertidumbre, el Gobierno central ha convocado una mesa de reunión entre los ministerios de Sanidad y Educación y las comunidades autónomas para fijar un protocolo de actuación el próximo día 27 de agosto. Es decir, que hasta una semana antes del regreso a las aulas, seguirá siendo todo una incógnita. Hasta entonces, las autonomías trabajan a contrarreloj para que el inicio del curso sea lo más normalizado posible.

Mientras tanto, y hasta que se determine el paquete de medidas de higiene y prevención de contagios, los expertos han optado por lanzar sus propias propuestas. Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) advierten de que la actual situación de crisis sanitaria propiciada por la pandemia, y agraviada por los últimos rebrotes, provocará una modificación de las relaciones entre los niños, por lo que conviene estar preparados.

Para que la vuelta a los colegios no sea arriesgada, los expertos han elaborado una serie de recomendaciones que requiere de la coordinación entre los centros educativos y los de salud. La clave de las mismas reside en el aislamiento, el distanciamiento y una adecuada higiene. Para llevar a cabo esta guía, la AEPap se ha hecho eco de los datos recogidos por el Ministerio de Sanidad, donde se muestra que el porcentaje de contagios en niños sobre el total de contagiados inicialmente era inferior al 1%, pero ha ascendido a un 7%2 en el mes de julio, y a un 10%3 de los casos en agosto, en menores de 15 años.

Por ello, el vicepresidente de la AEPap, Pedro Gorrotxategi, señala que "los datos disponibles en la actualidad son cambiantes y debemos ponernos en guardia y pensar que cualquier niño puede ser fuente de contagio" y destaca que hay más peligro de que el contagio en los niños pase desapercibida porque su nivel de infección suele ser leve o son asintomáticos. Pese a los riesgos y dificultades, los expertos defienden las medidas clave:

• Distanciamiento físico. AEPap recomienda realizar trayectos separados para que los niños no se crucen en los pasillos. Además, el profesorado debería utilizar siempre mascarilla y, el alumnado, si no se puede mantener la distancia de seguridad.
• Grupos más reducidos y, en niños pequeños, "grupos burbuja". Tendrían que mantenerse en clase, durante el recreo y en el acceso y salida del colegio, según los pediatras.
• Medidas de higiene. Ventilar las aulas entre clase y clase, limpieza de manos entre clases y al volver del recreo, disponer de hidrogel y mascarillas y desinfectar de aulas al finalizar la jornada.
• Adultos acompañantes. Si es posible, debería ser siempre la misma persona la que acompañe al niño en la entrada y salida del colegio.
• Comedor. Además de mantener las medidas de distanciamiento y el lavado de manos a la entrada y la salida, AEPap recomienda mantener grupos fijos en cada mesa y extremar la vigilancia para evitar que se compartan alimentos y utensilios.

Además de estas, los expertos también insisten en la importancia de la coordinación entre los colegios y los centros de salud y recogen otra serie de consejos a seguir:

• No acudir con fiebre o tos al colegio, con independencia de su causa.
• Cuarentenas de todo el grupo y PCR si un alumno o profesor es positivo. Incluso en el caso de que todos dieran negativo, deberán quedarse en casa 14 días. Si hay dos casos positivos en dos clases diferentes del mismo centro, las autoridades sanitarias podrían ordenar el cierre del centro para cumplir el aislamiento preceptivo. Este sistema se maneja ya en Catalunya.
• PCR en 24 horas. La agilidad en las pruebas podría evitar aislamientos y bajas laborales de los padres.
• Refuerzo en Atención Primaria. Como recoge Gorrotxategi, "existe un déficit crónico en Atención Primaria, con 1.500 plazas ocupadas por no especialistas y 900 con exceso de pacientes, que deberían desdoblarse para hacer frente a la COVID-19, con lo que el déficit total sería de 2.400 pediatras de AP".