Un enfermero indignado hace arder las redes con sus experiencias: no puede más

- Buenas tardes, te llamo del centro de salud para informarte del resultado de la PCR.
- Sí, dime.
- Mira, el resultado es positivo. ¿Has estado haciendo el aislamiento como comentamos?
- Sí... bueno, el otro día estuve en la inauguración de un bar, ¿tengo que avisar a alguien?

Esa conversación es un ejemplo de las muchas que, cada día, mantienen los enfermeros de los hospitales y los centros de salud de nuestro país. Atienden a personas con síntomas de coronavirus que se someten a las pruebas de diagnóstico, pero que no siguen las recomendaciones que imponen los responsables sanitarios.

El resultado salta a la vista: cada vez hay más casos y los rebrotes no dejan de multiplicarse por toda la geografía española. Por eso, Dani, un enfermero madrileño que trabaja en un centro de salud, ha subido a su cuenta de Twitter algunas de esas conversaciones para tratar de concienciar sobre la dramática situación que se está viviendo.

Todos los días

En el mensaje que cierra ese hilo, Dani explica que "gente así me encuentro todos los días y gente de todas las edades. Y, sinceramente, ya no acepto las disculpas, ya no entiendo los comportamientos. No se puede confiar en la responsabilidad individual de nadie y los profesionales estamos MUY quemados".

La publicación de Dani se ha hecho viral en las redes sociales y es un gran ejemplo de lo que sucede en los centros sanitarios a diario

No es para menos: el segundo ejemplo que pone es el de una persona que tiene síntomas compatibles con el covid-19 y al que se va a practicar una prueba PCR. El enfermero le pregunta si ha estado en contacto con alguien positivo y la respuesta le saca de quicio: "No te voy a mentir, he estado en una discoteca el fin de semana. Lo siento mucho, la verdad".

Pero no son solo los jóvenes los que se saltan todas las medidas de prudencia y, como ejemplo, pone a una señora de cierta edad que va a hacerse las pruebas. Pero asegura que no piensa quedarse en casa aislada mientras recibe el resultado, tal y como recomiendan las autoridades, sino que ella se va a ir al pueblo "y, si eso, ya me aíslo allí". Probablemente los sanitarios tengan toda la razón del mundo para poner el grito en el cielo con casos como estos.