Esta arquitecta tiene una solución al embudo de la vivienda y dice que está sobre nuestras cabezas

María Piqueras Blasco (Burriana, 1993) no tiene la solución al problema de la vivienda en España. Pero sí tiene una solución. Una entre muchas. Pero una, al fin y al cabo. Arquitecta por la Universidad Politécnica de Valencia, Máster en Arquitectura y profesora de la misma universidad Departamento de Mecánica de Medios Continuos y Teoría de Estructuras, en 2024 completó su tesis doctoral con un trabajo sobre algo que ahora está muy de moda, las soluciones estructurales modulares o de construcción industrializada. Con un matiz importante. No lo hizo sobre técnicas constructivas en solares desde cota cero. Su trabajo, de 473 páginas, es un estudio sobre las posibilidades de aprovechamiento de los vuelos y derechos de edificación no consumidos sobre edificios en el Eixample de Valencia. O para hacerlo más comprensible, sobre las opciones de construir nuevas viviendas sobre las azoteas superiores de inmuebles que llevan años en pie en este barrio de la capital del Turia.

Como una emprendedora que crea un primer producto mínimo viable (PMV), Piqueras acotó la sección de Russafa, en el distrito del ensanche valenciano, y recorrió calle por calle varias manzanas en busca de metros desaprovechados en edificios con muchas décadas de vida a sus espaldas, nacidos de los procesos de expansión de Valencia de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, antes incluso del primer Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1946, y mucho más del que definió las costuras y el diseño general de la ciudad en 1988. La arquitecta descubrió un importante número de edificios con posibilidades de ampliación volumétrica, según los planes especiales de un barrio que considera "el ejemplo más obvio y notable" de la existencia de edificios mucho más altos que los más antiguos porque una normativa urbanística recién promulgada así lo permitía.

"Este fenómeno extremadamente frecuente ha dado lugar en el caso de Valencia y de muchas otras ciudades mediterráneas a una gran cantidad de medianeras producidas por la discontinuidad en altura de los edificios colindantes. En la actualidad muchos barrios se encuentran degradados, no solo por este incómodo desorden en la línea de cornisa, sino también por un significativo deterioro de los elementos constructivos que revela una falta de mantenimiento del patrimonio arquitectónico". Lo que la arquitecta propone es aprovechar esos metros en altura para generar nuevas viviendas, compensar a los propietarios (la gran patata caliente de esta propuesta) con una rehabilitación y mejora de sus inmuebles con los beneficios obtenidos y elevar nuevas soluciones habitacionales mediante estructuras modulares e industrializadas, más ligeras y soportables para las cimentaciones.

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La ampliación vertical de edificios ya construidos como mecanismo de aportación de nueva oferta de vivienda en ciudades con sus términos municipales al límite e incapaces de cubrir la demanda es un debate que se está colando poco en la agenda pública, todavía por goteo. Con todas sus complejidades y complicaciones, hay autonomías en las que incluso se ha fomentado a través de la normativa. Baleares aprobó en 2023 una revisión urbanística que permite el crecimiento en altura en tramos urbanos con unas características muy concretas, "respetando la idiosincrasia y las alturas máximas establecidas", según explicó en su momento la presidenta balear Marga Prohens.

También en Barcelona han comenzado a proliferar estudios que ofrecen aprovechar vuelos y derechos de edificación no agotados en altura. Hay estudios que se dirigen a un mercado más premium, como el que desarrollaba el despacho de arquitectos La casa por el tejado, especializado en el aprovechamiento de áticos. Pero Sergio Sanz, del despacho barcelonés Kaitek, cree que hay muchas posibilidades en barrios necesitados de procesos de renovación urbana o de mejoras en eficiencias energética con derechos de metros de techo sin edificar. "En caso de comunidades de vecinos con edificios en que no han agotado la edificabilidad, se puede plantear una reforma y ampliación en forma de remonta que aporte un valor económico a la comunidad. O sea que la comunidad podría vender o arrendar a un tercero, sacando un cuantioso beneficio económico, ese derecho que tienen de construir más metros en la finca. Este beneficio económico redundará en el bienestar de la comunidad: se puede instalar un ascensor gratis, arreglar espacios comunes...".

Sanz, cuyo estudio tiene en su portfolio de servicios la construcción de eso que denominan "remontas" sobre construcciones ya finalizadas, es pesimista, sin embargo, sobre el compromiso real de los gestores públicos a la hora de explorar posibilidades. "Se podría intentar que los servicios de Vivienda establecieran un plan; un catálogo de edificios susceptibles de crecer en altura con estudios en profundidad. Hay que ir caso por caso porque en unos puede tener sentido y en otros no. No tiene sentido, por ejemplo, en una vivienda unifamiliar. El problema es que no se está haciendo nada de eso, no parece formar parte del debate político en estos momentos. Pero se tendría que estudiar cómo crear vivienda protegida en vuelos disponibles", dice el arquitecto catalán.

En Valencia, hace una par de semanas, el grupo socialista lanzó una propuesta para revisar las opciones de elevar hasta en dos alturas los derechos de edificios ya existentes en barrios de la ciudad para dedicar las nuevas residencias a vivienda de protección, con hasta 70.000 nuevos pisos, según sus cálculos. En la iniciativa del PSPV-PSOE, los beneficios de la venta o el alquiler de las nuevas viviendas recaerían sobre las comunidades de propietarios, lo que permitiría obtener fondos para rehabilitar los edificios, mejorar su eficiencia energética o instalar ascensores.

La propuesta fue calificada como una "ocurrencia" en un primer momento por el concejal de Urbanismo, el popular Juan Giner, pero finalmente PP y Vox han aprobado una moción para que "se analice técnica, jurídica, económica, urbanística y ambientalmente la posibilidad de incrementar el aprovechamiento urbanístico destinado a vivienda de protección pública en los planes especiales de las áreas funcionales que se están tramitando o se vayan a tramitar", es decir, no en edificios ya existentes, sino de nueva construcción.

De Chipperfield a Jean Nouvel

Lo cierto es que las ampliaciones verticales no son excepcionales en arquitectura. Grandes arquitectos las han aplicado incluso sobre edificios singulares. Piqueras recoge muchos ejemplos en su tesis doctoral. "Existen numerosos casos paradigmáticos, como la ampliación de David Chipperfield Architects en el James Simon Gallery (Berlín), o la ampliación del centro de arte Reina Sofía (Madrid) de Jean Nouvel, o incluso la torre de viviendas Bois-le-Prête (París) de Druot, Lacaton y Vassal, un ejemplo muy visual de ampliación y remodelación urbana en edificios residenciales", escribe Piqueras. Su trabajo incluye imágenes de proyectos de ampliación vertical del concurso del Solar Decathlon Europe, que trata de premiar a los mejores proyectos en hábitat y vivienda sostenibles.

"La actual y frecuente falta de políticas urbanísticas y la necesidad de rehabilitación de estas viviendas ofrecen una oportunidad a la ya mencionada estrategia de extensión mediante crecimiento vertical en los barrios del ensanche. Es decir, se plantea la ampliación en altura de bloques de viviendas que aún no han agotado su edificabilidad vacante. Esto genera un modelo de regeneración urbana, debido a que los vecinos de estos edificios renuncian a su derecho de vuelo a cambio de prestaciones en los elementos comunes", explica Piqueras en su tesis.

"En mi estudio vi que había esa posibilidad. Que no era exagerado. No se trata de densificar, sino de aprovechar la densificación que había. En mi tesis se densificaba un 1%. Me daba como viable. Estoy añadiendo 70 viviendas. La controversia de esto es si la ciudad ya está muy colmatada. Creo que hay mirarlo caso por caso para aprovechar esa edificabilidad, pero teniendo muy en cuenta qué servicios, equipamientos o centros de salud hay alrededor", explica en conversación con El Confidencial.