Los estremecedores relatos de la DANA: "Cuando mi marido llegó al garaje no había sonado la alarma"
Las denuncias de familiares recogidas en el sumario del juzgado de Catarroja recogen la desesperación por encontrar a las víctimas. Muchas fueron personas mayores atrapadas en bajos
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Ana Isabel compareció el jueves 31 de octubre a las 16:44 horas en la oficina de la Guardia Civil. Vecina de Catarroja, llevaba casi dos días sin vez a su marido Luciano. "La tarde del día 29 su marido salió de casa para cambiar el coche de sitio, para que no se lo llevara el agua, y sobre las 20:00 horas su marido la llamó, le dijo que estaba subido en el capó del coche, porque el agua ya estaba a la altura de la ventanilla, y desde entonces no ha sabido nada de él, dado que el teléfono está apagado". La frase, escrita en estilo indirecto, está impresa negro sobre blanco en el atestado firmado por un agente. La frialdad del folio no impide imaginar el grado de desesperación de alguien que acumula casi 48 horas de incertidumbre sin saber nada de su compañero y que ya teme lo peor.
En el sumario de la causa que instruye la jueza de Catarroja por presuntos delitos de homicidio imprudente y lesiones por imprudencia hay decenas de relatos similares. Como el de Tomás: "La tarde del día 29 de octubre, su hija trabajaba en una clínica veterinaria (…) que cerró a las 19:30. El novio de la hija tenía que recogerla en el trabajo, pero no consiguió llegar dado que las carreteras estaban cortadas. Que una vecina vio cómo un grupo de 3 hombres y 1 mujer habían sido arrastrados por el agua y la corriente los arrastró hacia el interior de un garaje. Que ha tenido constancia del hallazgo de 3 cuerpos, pero no ha aparecido el cuerpo de su hija".
La gran mayoría de las víctimas mortales de la trágica riada del pasado 29 de octubre en la provincia de Valencia murió antes de poder ver y oír en su teléfono móvil el mensaje ES-Alert que Emergencias de la Generalitat lanzó a las 20:11 horas, cuando el agua inundaba calles, bajos, comercios y garajes. Numerosos testimonios recogidos en los atestados y comparecencias policiales que obran en poder de la magistrada van en la misma dirección.
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Este es otro relato, estremecedor, revelador de la angustia: "Cuando su marido baja a por el vehículo al garaje no había sonado la alarma. Su marido se quedó en el vehículo. Iban pasando las horas y no volvía. La declarante estaba desesperada porque su marido no volvía y ya no cogía el teléfono. Sus vecinos fueron a la calle donde se encontraba su marido, con cuerdas y martillos, cuando volvieron dijeron que su marido no estaba en el coche". Dos vecinas relataron a la mañana siguiente que el hombre pudo salir del vehículo, pero que el agua le llegaba a la altura de la boca. “La gente le decía que se cogiera a la reja, lo logró, pero como el agua arrastraba escombros, botellas de butano, se soltó y la fuerza del agua le metió en un garaje. Los vecinos le oyeron gritar auxilio durante 40 minutos".
La magistrada investiga las razones por las que, a su juicio, a población no recibió los avisos suficientes para anticiparse. "El objeto de la investigación se ha de centrar en la palmaria ausencia de avisos a la población, que no pudo tomar ninguna medida para protegerse", señala uno de los autos, al que tuvo acceso El Confidencial. Por ahora, la magistrada no ha tomado declaración a ninguna persona como investigada, pero sí ha recabado documentación e información de todos los organismos implicados en la emergencia, desde la Generalitat, responsable competente de gestionar la catástrofe y de enviar las alertas a la población, y entidades estatales como Aemet o la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
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"Al llegar a la vivienda ya pudo ver que su madre estaba fallecida en la parte baja de la escalera. Parece ser que su madre sí estuvo resguardada durante un tiempo en la parte alta, pero finalmente se podría haber caído o desfallecido”, revela otro testimonio que narra el hallazgo por parte de un hijo del cadáver de su madre, anciana. Otro atestado sobre la muerte de un hombre de 89 años relatado por su hijo a la Policía Judicial conmociona: “Al día siguiente de las inundaciones fueron a comprobar el estado de su padre en su vivienda. No pudieron entrar al domicilio debido a que estaba todo lleno de coches amontonados”. Los coches y la DANA. La DANA y los coches.
La causa revela el dolor y la incertidumbre de familias que pasaron días sin encontrar a sus víctimas, de todas las edades, incluidos niños arrastrados por el agua, pero también muchas personas mayores que quedaron atrapadas en sus viviendas a pie de calle. Algunos fueron a Feria Valencia y la morgue de la Ciudad de la Justicia, tratando de resolver su vacío.
Los primeros folios del sumario se empezaron a redactar la mañana siguiente a las inundaciones, el 30 de octubre de 2024, para ordenar el levantamiento de cuerpos por parte de los médicos forenses y la formación de piezas separadas respecto de cada uno de los fallecidos. Ya se acumulan cuatro tomos y cientos de folios. Y la instrucción acaba de arrancar.
Ana Isabel compareció el jueves 31 de octubre a las 16:44 horas en la oficina de la Guardia Civil. Vecina de Catarroja, llevaba casi dos días sin vez a su marido Luciano. "La tarde del día 29 su marido salió de casa para cambiar el coche de sitio, para que no se lo llevara el agua, y sobre las 20:00 horas su marido la llamó, le dijo que estaba subido en el capó del coche, porque el agua ya estaba a la altura de la ventanilla, y desde entonces no ha sabido nada de él, dado que el teléfono está apagado". La frase, escrita en estilo indirecto, está impresa negro sobre blanco en el atestado firmado por un agente. La frialdad del folio no impide imaginar el grado de desesperación de alguien que acumula casi 48 horas de incertidumbre sin saber nada de su compañero y que ya teme lo peor.