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Caballos muertos en la finca: investigados por tener cadáveres de animales en Alicante
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Caballos muertos en la finca: investigados por tener cadáveres de animales en Alicante

El aviso de una ONG la colaboración de los vecinos de La Romana fueron clave para que la Guardia Civil diera con los presuntos autores. La pareja, de 43 y 50 años, se enfrentan a penas de prisión y multas por maltrato

Foto: Uno de los caballos cubierto de plástico. (G.C.)
Uno de los caballos cubierto de plástico. (G.C.)

Una ONG dedicada a la protección animal dio la primera voz de alarma. Ocurrió a mediados de noviembre, cuando la Guardia Civil todavía no tenía constancia de lo que ocurría en el interior de aquella finca privada de La Romana, un pequeño municipio de unos 2.600 habitantes del interior de la provincia de Alicante. La organización animalista avisó por correo electrónico a la Benemérita de que en aquel terreno había animales maltratados e incluso muertos.

Los vecinos del pueblo también sabían que ahí ocurría algo. "Hubo colaboración ciudadana", confirman fuentes del cuerpo. Al llegar a la finca, los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) se encontraron no solo con animales descuidados, sino con cuatro cadáveres de caballos en el suelo. Dos de ellos estaban cubiertos con un plástico y otros dos en avanzado estado de descomposición.

Foto: Detenidos en la redada de enero en Aspe. (Policía Nacional)

Los dueños de dicha finca –una mujer de 43 años y un hombre de 50– también tenían cinco cabras, cinco perros (dos de ellos de razas potencialmente peligrosas) y otros tres caballos. Tras varios análisis veterinarios, los profesionales determinaron que uno de ellos debía ser sacrificado debido a "su estado crítico". Para evitar que el maltrato pudiese ir a más, todos los animales fueron trasladados a otras fincas cercanas.

Dar con ellos no fue fácil. Los agentes comenzaron la investigación a raíz del correo electrónico de la ONG, pero fue gracias a los vecinos por lo que dieron con la finca exacta. Una vez ubicada, comenzaron a hacer visitas discretas para corroborar que había animales en condiciones deplorables. Poco después, llevó a cabo una exhaustiva inspección del lugar junto con el veterinario de la Oficina Comarcal Agraria (OCP) de Novelda. Ahí fue cuando dieron los restos de animales ya fallecidos.

placeholder Uno de los tres caballos vivos que encontraron los agentes. (G.C.)
Uno de los tres caballos vivos que encontraron los agentes. (G.C.)

Según las primeras investigaciones, la pareja acogía a todos estos animales por gusto. Se trataba de una finca privada donde, aparentemente, no se llevaban a cabo otras actividades ilegales.

La pareja propietaria de los animales fue investigada como presuntos autores de la comisión por omisión de un delito de maltrato animal con resultado de muerte. Ambos pasaron a disposición del Juzgado en función de Guardia de Novelda y se enfrentan a penas de prisión de 3 a 18 meses, multa de 6 a 12 meses y una inhabilitación especial de 1 a 3 años para ejercer actividades relacionadas con animales y para su tenencia.

Foto: Agentes de la Guardia Civil. (EFE/Archivo/Cati Cladera)

Además, los responsables de los animales han sido denunciados a la Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales y a la Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos, por la situación de los animales y carecer de diversa documentación, así como a la Ley 8/2003, de 24 de abril, de sanidad animal por las condiciones sanitarias de la finca.

No es el único caso de maltrato animal perpetrado en la Comunidad Valenciana en 2024. En junio, agentes del Seprona incautaron en Bétera más de 100 gallos de pelea, un guacamayo azul y un perro. Se descubrió, también, que los animales presentaban signos evidentes de abuso. Dos personas fueron investigadas por delitos de maltrato animal y por infringir la normativa de protección de fauna silvestre.

Una ONG dedicada a la protección animal dio la primera voz de alarma. Ocurrió a mediados de noviembre, cuando la Guardia Civil todavía no tenía constancia de lo que ocurría en el interior de aquella finca privada de La Romana, un pequeño municipio de unos 2.600 habitantes del interior de la provincia de Alicante. La organización animalista avisó por correo electrónico a la Benemérita de que en aquel terreno había animales maltratados e incluso muertos.

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