Mazón pone a Camarero al frente de la crisis, asume "errores" y prepara cambios en el Consell

El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ha comenzado a asumir "errores" en la gestión de la crisis de la DANA y ya abre la puerta a posibles cambios en la "estructura" de su Consell. El barón popular avanzó este lunes, en una comparecencia a las puertas del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat, donde se reúne el Cecopi, el órgano que aglutina a la todas las administraciones y cuerpos implicados en la respuesta a la tragedia provocada por el desastre natural, que dará explicaciones el jueves en las Cortes Valencianas y que será a partir de ese momento cuando "empezaremos a hablar de la parte política", en lo que se interpreta como el primer paso para una posible remodelación de su Ejecutivo.

Por ahora han comenzado a producirse cambios de facto en aspectos importantes en el funcionamiento interno del Consell. A la consellera de Justicia, Salomé Pradas, totalmente abrasada por la crisis y responsable legal de convocar hasta ahora las reuniones del Cecopi y gestionar la emergencia como "mando único", se ha sumado la vicepresidenta primera del gobierno autonómico y secretaria del mismo, Susana Camarero, que está ejerciendo también de portavoz de las acciones que desarrolla la Generalitat. Preguntada sobre las razones de que la hasta ahora portavoz, Ruth Merino, se haya apartado de esta tarea de comunicación gubernamental, Camarero señaló que está haciendo ese papel en calidad de vicepresidenta porque es "la que tiene la información de todas las conselleries respecto a lo que está pasando".

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Mazón, al que 130.000 personas reclamaron el sábado su dimisión por la gestión de la crisis, está cada vez más presionado dentro de su propio partido. Hay quien cree en las filas del PP valenciano que debería dar un paso al lado y dimitir en el medio plazo. Pero la intención del presidente autonómico es resistir. En Génova piensan que no es el momento de la renuncia, aunque sí reclaman que reaccione con cambios importantes en su Consell para lanzar el mensaje que un nuevo ciclo se ha abierto, con una legislatura que va a estar completamente marcada por la DANA del 29 de octubre, también en la acción política de la Generalitat. "Todo el mundo va a tener que repasar los errores que pudimos cometer. Hay que asumir que se puede haber cometido errores sin ninguna duda. Hay que hacerlo con humildad", señaló Mazón, no sin tratar de trasladar también responsabilidad a los organismos estatales.

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"Hay uno, entre todos, que está claro: quizá no haber prestado más atención a la Rambla del Poyo, no haber tenido mejor información, aunque no es competencia estricta ni exclusiva, como todo el mundo, sabe de la Generalitat Valenciana; y haber estado tan pendientes de la presa de Forata, que afortunadamente no se rompió". La rambla del Poyo es la que descargó un tsunami de agua y barro sobre los municipios de L'Horta Sud, sin que muchos ciudadanos pudiesen ponerse a salvo. El mensaje de alerta por el teléfono móvil llegó a las 20:11 horas de la tarde, cuando la inundación ya se había producido. En las horas más críticas de la reunión del Cecopi, el presidente alicantino estaba comiendo en un restaurante del centro de valencia con la periodista Maribel Vilaplana para convencerla de que asumiera la dirección de À Punt.

Mazón admitió que llegará el momento en el que tendrá que repasarse con detalles la cadena de decisiones que se produjo aquel día, aunque aseguró que no está "preocupado por mi posición política personal", dijo. Lo que se da por descontando es que el barón popular deberá modificar toda la estructura competencial de Emergencias, desde el director general y el secretario autonómico hasta la propia consellera Pradas, a la que incluso en el núcleo duro del president se le reconocen errores graves. También podría tener la puerta abierta de salida la consellera de Innovación e Industria, Nuria Montes, por las polémicas que ha mantenido con familiares de las víctimas. Lo que ha dado entender Mazón es que estos cambios no llegarán al menos hasta después de su comparecencia este jueves en las Cortes Valencianas.