La Generalitat escuchó a los técnicos durante tres horas antes de decidir si enviaba la alerta

El Gobierno valenciano demoró durante tres horas el envío de la alerta sobre fuertes lluvias que el martes por la tarde, a las 20.12 horas, de manera masiva, se mandó a la población. A algunos ciudadanos ni siquiera les llegó por los cortes de suministro eléctrico que la DANA ya había provocado y que afectaron a repetidores de telefonía.

Durante este tiempo, tanto el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, como la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, escucharon a los técnicos hasta convencerse de que debían lanzar el aviso.

El Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI), que integra a los mandos de las diferentes administraciones para la coordinación de la emergencia, se reunió el martes a las 17.00 horas. La tardanza en convocarlo, ya es motivo de debate porque desde las 9.41 había alerta roja en casi toda la provincia de Valencia y la AEMET avisó de "peligro importante, incluso extremo, en algunas comarcas". "Aléjate de cauces, ramblas y zonas bajas inundables". Al filo de las 12, la Confederación Hidrográfica del Júcar confirmó que había barrancos desbordados y el río Magro crecía "de forma importante".

Pero la situación no se abordó desde un punto de vista global hasta las cinco de la tarde y se retrasó entrar en materia porque Mazón llegó tarde. La composición del CECOPI varía en función de la emergencia pero en esta tipología, además de la Generalitat, a través de distintos departamentos, participa el Consorcio Provincial de Bomberos; la UME, porque ya se había solicitado su participación para la zona de Utiel-Requena; la AEMET; la Delegación del Gobierno; la Confederación Hidrográfica del Júcar y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Esa reunión se celebró de manera telemática y permaneció activa hasta altas horas de la madrugada. En ella los técnicos fueron explicando cuál era el estado de la DANA, con especial hincapié en la importancia de que había llovido en zonas altas y que eso podía provocar desbordamiento de cauces y barrancos porque ese caudal acumulado atraviesa los municipios de L'Horta y desemboca en la Albufera, según relatan fuentes presentes en el encuentro.

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En torno a las seis de la tarde, el CECOPI conoció que la situación era muy crítica en Chiva, donde el agua ya arrastraba a los coches. "Chiva fue el primer sitio donde la cosa se pone fea". Pero la preocupación de la Generalitat estaba en ese momento centrada en el posible desbordamiento de la presa de Forata.

Durante estas primeras horas, explican, "se dan muchas vueltas a las medidas". Incluso se producen recesos para actualizar la información. La consellera entra y sale constantemente y pregunta: "Pero entonces, ¿qué hacemos?". Distintas fuentes de la Administración aseguran que es una mujer "muy insegura".

Tres horas después de que se convocara la reunión, la Generalitat resolvió mandar la alerta masiva de Protección Civil a la población. Una decisión que no es técnica sino política. Ese aviso, en el centro ahora de la polémica, se recibió tarde, cuando había pueblos anegados y muchas vidas en peligro por la fuerza de la torrentera. De hecho, al día siguiente, ante el riesgo de inundaciones en Castellón, se envió a las 11.49 horas, con bastante más antelación.

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Desde el Gobierno valenciano se esgrime que la decisión del mensaje del martes "recae en las autoridades de Protección Civil, que evalúan la gravedad de la situación y el riesgo para la población", lo que apunta a que se busca poner un cortafuegos en el operativo técnico. También que se tomó "entre todos", con el "consenso y acuerdo de todos los agentes y administraciones implicadas, que consideran que se daban las condiciones para mandar un mensaje de este tipo a la población".

Pero la cuestión no es el contenido del mensaje, sino la demora en enviarlo y si, a lo largo del día, había sido posible informar de manera más clara a la población del peligro. El propio Mazón dijo a las 12 horas que "el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca y se espera que a las 18 horas disminuya su intensidad en la Comunidad Valenciana".

¿Dimisión de Salomé Pradas?

La gestión del presidente de la Generalitat antes y después de la crisis ha suscitado críticas en su propio partido. En el PPCV le critican que configurara sus equipos en función de "quienes le aplaudían más fuerte en los mítines". En ese contexto incardinan el nombramiento de Salomé Pradas, primero como consellera de Medio Ambiente y después como titular de Justicia e Interior.

"No está preparada para estas cosas", aseguran en el PP valenciano. Lo cierto es que en la práctica ha sido apartada y todo el espacio político lo ocupa Mazón. Pero a él le achacan que la eligió. En el partido es muy unánime el reproche sobre la falta de capacidad técnica y política del Consell. "El president es mucho de guitarra y pandereta y en la Administración es necesaria gente aburrida, pero que sepa". Porque, añaden, "cuando la gestión es solo rutina, todos valen, pero cuando se produce una crisis se te ven las vergüenzas".

La sensación interna es que a Mazón no le va a quedar más remedio que cesar a la consellera. En esto coinciden muchas fuentes consultadas. Aunque por ahora la Generalitat descarga toda la responsabilidad en los técnicos. La prioridad estos días es acabar con la imagen de descontrol y atender las necesidades básicas de la población. Solo después se procederá al control de daños políticos.