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La riada destruye parte del corazón musical de Valencia
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La riada destruye parte del corazón musical de Valencia

Profesores y alumnos del emblemático colectivo Sedajazz se refugiaron en la parte superior de la escuela mientras el agua destrozaba los pianos y las plantas bajas

Foto: Arrastran un piano de la escuela Sedajazz en La Torre. (Cedida)
Arrastran un piano de la escuela Sedajazz en La Torre. (Cedida)

A las 19h de la tarde del martes 29 de octubre, antes de que la riada del barranco del Poyo inundara el área metropolitana del sur de Valencia, causando un escenario postapocalíptico en el territorio, el trompetista Fede Crespo impartía su clase de música frente al alumnado de Sedajazz. Los alrededor de 472.000 habitantes de la comarca de Horta Sur hacían vida normal. Ninguna autoridad local o autonómica alertó de lo contrario. No llovió en Valencia y cada cual ejercía su libertad de acción pese a las sucesivas alertas rojas declaradas desde las nueve de la mañana por AEMET, una agencia estatal de meteorología con criterios científicos, pero con escaso mando en plaza.

De los diversos frentes abiertos que las autoridades y entidades de la CECOPI (Centro de Coordinación Operativa Integrado) confrontaron por acumulación el martes por la tarde, el más funesto resultó ser el menos registrado. La crecida de caudal del barranco del Poyo, debido a las lluvias torrenciales en Chiva, Buñol y Siete Aguas, pareció pasar desapercibida desde pasado el mediodía. A las siete de la tarde, ya era un tsunami.

A las 12:20, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana lanzó un aviso especial 'Alerta hidrológica en Rambla del Poyo', donde exponía que el caudal fluía a un registro de 264 metros cúbicos por segundo a su paso por Riba-roja y aconsejaba a la población "no acercarse a las riberas de los ríos y los barrancos que puedan estar activos". No hubo más notificaciones sobre esta rambla a la opinión pública.

Alrededor de las 13h, el president Mazón comparecía para informar que "la alerta roja por lluvias en todo el litoral e interior norte de la provincia de València va a estar vigente, en principio, hasta las 18h. Según la previsión, el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca, por lo que se espera que en torno a las 18h. disminuya su intensidad en todo el resto de la Comunitat Valenciana". Esta comparecencia fue borrada de las redes sociales horas más tarde.

placeholder Sede de Sedajazz en La Torre. (Cedida)
Sede de Sedajazz en La Torre. (Cedida)

Tras esto, a partir de las tres de la tarde, el foco de las autoridades y los avisos en redes sociales se centra en los lugares donde los acumulados pluviales se disparan y, en consecuencia, aparecen las primeras inundaciones in situ, como Chiva-Buñol y la comarca Utiel-Requena, reclamando la intervención de la UME para efectuar múltiples rescates. El otro eje informativo refleja el aumento de caudal de los ríos Magre y Júcar y su posible afectación por inundaciones en las poblaciones de la comarca de la Ribera (Algemesí y L'Alcudia).

La consellera de Interior, Salomé Pradas, convoca el CECOPI (Centro de Coordinación Operativa Integrado) a las cinco de la tarde y Mazón toma el mando único cuando la simultaneidad de emergencias graves ya es una realidad. La sincronía de catástrofes visibles ocultó el foco de la riada silenciosa que progresaba por el Poyo. Los registros de la Confederación Hidrográfica del Júcar indicaban una subida de 500 metros cúbicos por segundo a las 17:40 hasta los 2.000 metros cúbicos por segundo a las 18:40. Desde este medio de comunicación no hemos podido confirmar cuándo conoció el CECOPI esta crecida. Unos minutos después de las 19h el desbordamiento del barranco inundó la Horta Sur. La alarma de Protección Civil 'Es-alert' activada por la Generalitat Valenciana sonó a las 20:12.

La escuela Sedajazz se encuentra entre Paiporta y La Torre, al borde del nuevo cauce del Turia, del que lo separa la V-30. Este colectivo cultural creado en Sedaví, en 1991, lleva varias décadas formando músicos de jazz para abastecer grupos locales, nacionales y europeos. El centro formativo se divide en tres alquerías donde se imparten distintas asignaturas. "Estaba dando clase y vinieron a avisar de que un torrente de agua inundaba la calle y la carretera de La Torre. En unos minutos, el agua estaba dentro de Sedajazz. Tuvimos el tiempo necesario para trasladar a la primera planta algunos instrumentos, los ordenadores y unos pocos altavoces", recuerda Crespo.

En pocos minutos el agua subió más de un palmo y los alumnos se cobijaron en la parte superior de la alquería principal, junto al profesorado. "Los compañeros y los alumnos de los otros dos edificios acudieron a la alquería con cafetería, la única con alimentos y bebidas, después de salvar algunos instrumentos de sus aulas", relata el músico, "nos dimos cuenta rápido que íbamos a pasar allí arriba muchas horas. No nos dio tiempo a hacer nada. Cuando saltó la alerta del móvil ya estábamos refugiados".

Pasada la medianoche la riada dejó de crecer. Cuando observaron que el nivel del agua se estabilizaba, pudieron descansar. "Alguno durmió a ratos, hasta que sonó la alarma de Protección Civil sobre las siete de la mañana". Fue el momento de evaluar daños. "Todo lo que quedó en las plantas bajas: pianos de cuerda y electrónicos, equipos de música, pizarras digitales, instrumentos y mobiliario de oficina es inservible", afirma Crespo.

Foto: Un voluntario trabaja en las tareas de retirada de barro en Paiporta. (Europa Press/Rober Solsona)

Comenzaron a limpiar la mañana del miércoles y aparecieron los primeros merodeadores. "Salimos a quitar barro y encontramos a algunas personas que ya estaban recogiendo nuestros instrumentos con intención de robarlos. Actuamos rápido y les reprochamos su actitud hasta que devolvieron el material", concluye el maestro de Sedajazz.

Los miembros de Sedajazz evalúan que hasta finales de año será complicado arrancar de nuevo. Se pueden considerar afortunados a la vista del impacto humano, territorial y económico que deja la riada más devastadora de la contemporaneidad valenciana.

A las 19h de la tarde del martes 29 de octubre, antes de que la riada del barranco del Poyo inundara el área metropolitana del sur de Valencia, causando un escenario postapocalíptico en el territorio, el trompetista Fede Crespo impartía su clase de música frente al alumnado de Sedajazz. Los alrededor de 472.000 habitantes de la comarca de Horta Sur hacían vida normal. Ninguna autoridad local o autonómica alertó de lo contrario. No llovió en Valencia y cada cual ejercía su libertad de acción pese a las sucesivas alertas rojas declaradas desde las nueve de la mañana por AEMET, una agencia estatal de meteorología con criterios científicos, pero con escaso mando en plaza.

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