Atascados en Requena y sin saber qué hacer: descontrol en la gestión de voluntarios de la Generalitat
Mazón pide a la gente que no vaya más a la Ciudad de las Ciencias de Valencia ante la incapacidad de gestionar tras acudir cerca de 15.000 personas. La Vicepresidencia asegura que el grueso de la gente subida a los autobuses prestó ayuda
A la Generalitat valenciana se le ha atragantado la gestión de los voluntarios para las tareas de limpieza en las zonas afectadas por la DANA en la provincia de Valencia. Tras una masiva respuesta espontánea de personas que acudieron ayer por sus propios medios a las poblaciones de L'Horta Sud, empleando las pasarelas peatonales, el Centro de Coordinación lanzó mensajes de advertencia pidiendo a la gente que se moviera con sus vehículos e incluso que dejase de ir para no entorpecer las labores de las máquinas pesadas. "Es imperativa la necesidad de que vuelvan a sus casas", decía el president Carlos Mazón. La opinión de que la riada humana podía estorbar en los trabajos de recuperación era compartida también por la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.
El presidente del Ejecutivo autonómico, que llegó incluso a advertir de posibles sanciones y medidas de restricción, comunicó por la tarde la creación de una plataforma de voluntariado, con base en la Ciudad de las Ciencias. El objetivo era canalizar esa ola de solidaridad y a la vez tratar de frenar esa avalancha de personas, que en muchos tratan de ayudar a amigos y conocidos y que estaba supliendo la carencia de medios y efectivos de la Administración.
Esta mañana casi 10.000 personas se han presentado en masa en el complejo diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava, desbordando toda la capacidad prevista, de 2.500 personas. La Administración autonómica tuvo que pedir a los voluntarios que volvieran a sus casas. "Se ruega que las personas que quieran colaborar acudan los próximos días y lo hagan de forma gradual con el fin de poder gestionar la organización y el traslado de la manera más eficiente posible y realizar los desplazamientos de forma escalonada", insistían desde el Consell.
La Vicepresidencia de la Generalitat asegura que el grueso de los voluntarios trasladados en buses pudo colaborar
La Vicepresidencia de la Generalitat, encargada del operativo, ha informado de que el grueso de los autocares logró desplazar a voluntarios a zonas en las que se les asignaron tareas. No obstante, ante la avalancha de personas, los comentarios de indignación se extendieron entre muchos de los voluntarios que no conseguían plaza. Al tiempo, sí habían subido a los autobuses algunos se cruzaban mensajes por el móvil de personas, pero llegaban en algunos casos a lugares en que no estaban claras las tareas a realizar. Fuentes de la Administración autonómica, señalaba, pese a todo, que el grueso de los autobuses había situado a voluntarios en lugares en los que se les asignaron tareas.
"Estamos dando vueltas desde las 8 y cuarto. Hemos llegado a Torrent y ahora nos mandan a Aldaia, estamos en un atasco. Es mejor que vayáis por vuestra cuenta; llegaréis mucho antes", escribía uno de los voluntarios a sus conocidos por grupos de WhatsApp. Cientos de personas han regresado a pie a las zonas afectadas, siguiendo las mismas rutas que ayer.
"Lo que queremos es limpiar casas. Nos han engañado", comentaban los voluntarios
Cinco autobuses con casi dos centenares de personas salieron hacia Requena, pero al llegar allí, nadie en Protección Civil sabía nada ni había tareas asignadas, según relata a El Confidencial uno de los voluntarios. "La alcaldesa ha flipado. Cuando ha salido el autobús no sabían las tareas y el agente de Protección Civil no sabía que veníamos. Los coordinadores voluntarios de la plataforma no podían contactar con sus coordinadores en Valencia", explican. "Nos han engañado. Queremos limpiar las casas de la gente", comentaban los voluntarios. Fuentes oficiales matizaban que la elevada presencia de voluntarios de la propia población había llevado a la alcaldesa, la popular Rocío Cortés, a desaconsejar la presencia. Finalmente, este grupo fue enviado a Utiel.
"Todos parados en Chiva, la Guardia Civil informa que no sabían que veníamos los voluntarios de la Generalitat. A las 7 nos habían citado en Valencia, después de tres horas hemos salido hacia Chiva. En estos momentos no hemos podido limpiar nada, solo hemos hecho cola", afirmaba Joan Guanter, secretario general de Joves de Compromís, que se había subido a uno de los autobuses para colaborar. Finalmente, tras una hora de espera en Chiva, les han comunicado que les llevaban a Calicanto. No fue así. Terminaron volviendo a Valencia 17 autobuses. La situación era similar a la de Requena, el propio equipo municipal había desaconsejado el desembarco de voluntarios, un hecho que provocaba frustración en las personas trasladadas.
Otro episodio de tensión se ha vivido con voluntarios a los que la Generalitat al centro comercial Bonaire, situado en Aldaia y propiedad del gigante francés Unibail-Rodamco-Westfield. La tarea ha indignado a muchos jóvenes que habían acudido a la cita de la Ciudad de las Ciencias, donde la vicepresidenta y consellera de Asuntos Sociales, Susana Camarero, trataba a pie de autobuses de poner orden en la avalancha, pensando que se les organizaba para limpiar ese centro comercial. Muchos fueron caminando al núcleo urbano para colaborar allí. La Generalitat sostiene que la parada en Bonaire se producía porque era el punto desde donde se iban a redistribuir los autobuses a poblaciones de la Generalitat. La vicepresidenta del Consell, Susana Camarero, ha destacado en declaraciones a periodistas que los voluntarios "se distribuyen en la zona de Aldaia, Torrent y Alaquàs, pero también en Llombai, Catadau, Requena o Chiva".
A la Generalitat valenciana se le ha atragantado la gestión de los voluntarios para las tareas de limpieza en las zonas afectadas por la DANA en la provincia de Valencia. Tras una masiva respuesta espontánea de personas que acudieron ayer por sus propios medios a las poblaciones de L'Horta Sud, empleando las pasarelas peatonales, el Centro de Coordinación lanzó mensajes de advertencia pidiendo a la gente que se moviera con sus vehículos e incluso que dejase de ir para no entorpecer las labores de las máquinas pesadas. "Es imperativa la necesidad de que vuelvan a sus casas", decía el president Carlos Mazón. La opinión de que la riada humana podía estorbar en los trabajos de recuperación era compartida también por la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.