Los rescatistas temen muchas más víctimas por la DANA en Valencia: "Puede ser peor que el 11-M"
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, solicita la ayuda del Ejército tras crecer el malestar por la falta de efectivos en las tareas de reparto de víveres y ayuda a la población. Defensa aumenta la dotación de la UME
Las tareas de rescate y recuperación de personas tras el paso de la DANA que el martes devastó el interior y el sur del área metropolitana de Valencia siguen sin poner techo a la cifra de fallecidos en el mayor desastre natural registrado en España en los últimos cincuenta años. Hay que remontarse a 1962 para cartografiar una tragedia mayor en coste de vidas, cuando unas inundaciones en la comarca catalana del Vallès provocaron alrededor de 700 víctimas, según estimaciones de la época. La gota fría que esta semana ha devastado la provincia de Valencia y también otros puntos del este del país ha superado ya los registros de la Riada de 1957, la que dio lugar al desvío del cauce del Turia en una obra de gestión hidráulica faraónica que ahora se ha desvelado también insuficiente para los municipios de L'Horta Sud.
La jornada terminó ayer con 155 cadáveres levantados judicialmente e identificados en Valencia, más dos en Castilla-La Mancha y otro en Andalucía. Pero fuentes conocedoras de las labores de rescate en Valencia temen que la cifra puede ascender en los próximos días, conforme vayan vaciándose de barro y escombros los bajos, garajes, coches y barrancos. "Esto puede ser peor que el 11-M", auguraba una fuente conocedora del operativo de Emergencias, haciendo una comparativa con los 193 muertos de los atentados de 2004. Amparo Fort, la alcaldesa de Chiva, población del interior de Valencia afectada por los primeros torrentes de agua, afirmaba temer "centenares" de fallecidos, aunque por ahora tienen contabilizados diez. Solo han podido concentrar los trabajos en el casco urbano, pero hay "cientos de coches" volcados desde la autovía y "seguro que tienen personas dentro", señalaba.
En esa línea se pronunciaba a primera hora de ayer la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien informaba en una entrevista en Telecinco de la existencia de "muchos desaparecidos". Según explicó, los más de mil efectivos de la Unidad Militar de Emergencias han priorizado la búsqueda de estas personas. La ministra no quiso ofrecer cifras. Tampoco la Generalitat que preside el popular Carlos Mazón ha informado de cuántas llamadas ha recibido al teléfono específico que ha ofrecido para que familiares o amigos comuniquen a las autoridades el nombre de personas que consideran desaparecidas. Pero fuentes de los equipos de rescate no descartan que puedan alcanzar e incluso superar el centenar de personas no localizadas. Si se confirmase su fallecimiento, las víctimas superarán holgadamente las 250 personas.
La Generalitat ha habilitado Feria Valencia para recepcionar, identificar y hacer levantamiento de cadáveres. La capacidad de la Ciudad de la Justicia ya se ha superado. El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMLyCF) ha enviado ya un equipo de veinte personas, 16 forenses y 4 auxiliares, para colaborar en la identificación de víctimas.
El descenso del nivel del agua está permitiendo a los cuerpos de bomberos implicados en las labores de rescate acceder a bajos, sótanos o garajes. En la pedanía valenciana de La Torre, fueron hallados los cuerpos de ocho personas en un aparcamiento de la calle Mariano Borrull. Esta localidad menor de Valencia, al margen derecho del nuevo cauce del Turia, ha sido una de las más devastadas, con trece víctimas mortales, según los datos ofrecidos por la alcaldesa María José Catalá.
La población más afectada en coste de vidas humanas, no obstante, ha sido Paiporta, con 62 fallecidos contabilizados al cierre de esta edición. Su alcaldesa, la socialista Maribel Albalat, ha criticado la ausencia de avisos por parte del Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat. "No pudimos hacer nada más que encerrarnos en casa y esperar a que pasase para poder salir y atender a las personas", señalaba en declaraciones a Onda Cero, en línea con otras quejas por el despliegue del sistema de alertas.
No fue hasta ayer, pasado el mediodía, que se produjo un encuentro telemático de Mazón; la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; y el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó, con los alcaldes de los municipios afectados por la DANA. Los primeros ediles han estado criticando públicamente la escasez de efectivos a la hora de ayudar en las tareas de limpieza, desescombro y reparto de productos básicos a la población. El alcalde de Alfafar, el popular Juan Ramón Adsuara, reclamaba ayer una mayor intervención de los medios estatales, en un contexto de falta de agua potable, comida, medicamentos y episodios de pillaje y saqueo que se han saldado con detenciones y entradas en prisión provisional por orden judicial. "No hemos visto a los bomberos, no hemos visto a la UME, no hemos visto a la Guardia Civil... Hay gente conviviendo con cadáveres en sus casas", se quejaba. Estos municipios llevan ya dos días sin luz eléctrica y sin agua potable. La autogestión de la crisis se está imponiendo ante la magnitud de la tragedia.
Pasadas las cinco de la tarde, casi cinco horas después de finalizar la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al Centro de Coordinación de Emergencias de L'Eliana, Mazón informaba de que ha solicitado ayuda al Ejército y al Ministerio de Defensa para participar en la distribución de víveres y "reforzar las labores logísticas y de distribución de ayuda a la población". "Tras conversación con el presidente del Gobierno, para mejorar la coordinación operativa dentro del órgano de control que se ha tenido desde el lunes, junto a la incorporación del Ejército, hemos decidido que se sumará al equipo de CECOPI del 112 al más alto nivel desde el Gobierno el ministro (del Interior, Fernando Grande) Marlaska de manera permanente", explicaba también el president.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, confirmaba después la incorporación de su colega de Interior a las reuniones del 112 de la Comunitat Valenciana y anunciaba la llegada a partir de este viernes de 500 militares más, pero pertenecientes a la UME. También la Casa Real ha puesto los efectivos de la Guardia Real adscrita a Zarzuela a disposición del Ministerio de Defensa.
Emergencias de la Generalitat, que lidera el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) con presencia de todos los cuerpos y autoridades implicados en dar respuesta a las consecuencias de la DANA, ha concentrado hasta ahora los esfuerzos en recuperar personas y tratar de abrir los accesos para restablecer todo lo posible los tráficos terrestres. Esta es la razón, justifican fuentes oficiales del operativo, de que haya efectivos que no se hayan incorporado todavía. Autonomías como Cataluña han ofrecido bomberos que todavía no han entrado en escena porque nadie les dice qué tienen que hacer y dónde ir. El presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, se comunicó por teléfono con Mazón para prestarle apoyo con recursos autonómicos.
Hay una cierta sensación de desconcierto entre los distintos cuerpos de emergencias porque no están entrando en acción con todas sus unidades. Los sindicatos del cuerpo de Bomberos Forestales de la Generalitat, adscritos a la empresa autonómica SGISE, denunciaban ayer que se sentían "infrautilizados". "El 29 de octubre, cuando la población valenciana estaba sufriendo los efectos de la DANA, la gran mayoría de las unidades de bomberos forestales fueron retiradas al acabar su jornada como si fuera un día normal", señala un comunicado firmado por Antonio Criado, secretario general de la sección sindical de bomberos forestales de Comisiones Obreras. "Hoy, día 31 de octubre, tampoco hay una incorporación masiva de unidades a los diferentes lugares siniestrados", añade el comunicado, muy crítico con la gestión de la Generalitat.
Las tareas de rescate y recuperación de personas tras el paso de la DANA que el martes devastó el interior y el sur del área metropolitana de Valencia siguen sin poner techo a la cifra de fallecidos en el mayor desastre natural registrado en España en los últimos cincuenta años. Hay que remontarse a 1962 para cartografiar una tragedia mayor en coste de vidas, cuando unas inundaciones en la comarca catalana del Vallès provocaron alrededor de 700 víctimas, según estimaciones de la época. La gota fría que esta semana ha devastado la provincia de Valencia y también otros puntos del este del país ha superado ya los registros de la Riada de 1957, la que dio lugar al desvío del cauce del Turia en una obra de gestión hidráulica faraónica que ahora se ha desvelado también insuficiente para los municipios de L'Horta Sud.