Un juzgado investiga a la cúpula de la Policía Local de Valencia por amañar puestos de comisario jefe
Se han abierto diligencias por posibles delitos de prevaricación, tráfico de influencias, falsedad documental y malversación después de la última promoción. La primera prueba de ascenso ya fue tumbada por los tribunales
El juzgado número cuatro de Valencia ha abierto diligencias contra la cúpula de la Policía Local por amañar, presuntamente, la concesión de puestos de comisario jefe en un proceso interno de selección. La investigación se dirige contra el jefe de la Policía Local, José Vicente Herrera, y dos comisarios principales, que configuraron el tribunal de selección, Rafael Mogro y Alberto Cabeza.
La querella, que ha sido admitida a trámite, apunta a la comisión de posibles delitos de prevaricación, tráfico de influencias, falsedad en documento público y malversación. Existe una segunda querella presentada en otro juzgado por los mismos hechos, pendiente de ser aceptada. Y un recurso, en periodo de instrucción por la vía del contencioso-administrativo. Los denunciantes son otros dos comisarios, Javier Genovés y Benjamín Lara, que describen un presunto rosario de irregularidades para que el jefe de la Policía Local pudiera "promocionar a su personal más próximo", con el propósito de "procurar su sucesión".
De hecho, hubo un primer proceso, en marzo de 2021, que ya tumbaron los tribunales. Pero no fue impedimento suficiente para que las dudas sobre la legalidad del proceso se hayan suscitado por segunda vez. A pesar de que se trata de un concurso interno de funcionarios públicos del máximo nivel, con sueldos que alcanzan los 100.000 euros.
En la primera ocasión, los nombres de los agraciados con el ascenso fueron conocidos antes de la propia prueba de selección. Era un "clamor" entre los propios comisarios quienes coparían los primeros puestos para convertirse en comisario principal, el segundo nivel jerárquico tras el jefe de Policía. Esa seguridad sobre el resultado hizo que uno de ellos pusiera la terna en conocimiento de un abogado para su posterior comprobación. El acierto fue del 100%.
Este ejercicio práctico, cuyo desenlace circulaba de antemano, fue finalmente anulado por el juzgado de lo contencioso-administrativo número cinco en enero de 2022 por errores en el procedimiento. Se realizó de manera individual y oral para los once aspirantes, pero el tribunal no puso por escrito nada sobre la exposición o las preguntas y respuestas posteriores. Solo se limitó a informar de la puntuación final, lo que supuso una vulneración del principio de publicidad.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana avaló en marzo de 2023 el fallo. Pero los comisarios principales promocionados irregularmente se mantuvieron en sus cargos durante seis meses más, hasta septiembre, cuando el jefe de la Policía dio conocimiento al mandato de nulidad y convocó una nueva prueba para unos días después.
Los ganadores de este segundo ejercicio volvieron a trascender previamente. Esta vez no fue un secreto a voces, si no que se difundió como una Orden de Jefatura con el nombramiento de los cuatro comisarios principales. Según defendió entonces el jefe de Policía se trataba de un escrito falso, pero que tuvo la virtud de adivinar nuevamente el resultado.
La orden, verdadera o no, clavó los cuatro nombres. Dos de los tres comisarios que habían sido agraciados en la primera convocatoria volvieron a serlo en la segunda. El tercero elegido fue el cuarto de la vez anterior. Y con el cuarto de esta ocasión se tuvo la deferencia de dejarle acudir 60 minutos más tarde de la hora fijada, cuando el resto de aspirantes -todos suspendidos- ya habían expuesto su ejercicio.
Esto provocó que los cuatro excluidos solicitaran al Ayuntamiento de Valencia la revisión, pero, según mantienen los denunciantes, en ese momento "los querellados decidieron elaborar una serie de documentos con fechas alteradas y con un contenido en el que se simulaban actos que no habían existido o se valoraban cuestiones en contradicción entre lo descrito y lo realmente ocurrido".
Acta 'fabricada' con posterioridad
Esta afirmación obedece a que entre la documentación que acompaña a las querellas figura un acta de la comisión de selección para bolsa de mejora de empleo de la categoría de comisarios principales cuya elaboración es posterior a la prueba. El ejercicio práctico se realizó el 4 de octubre de 2023 y la revisión se fijó para el día 30.
Pero, según confirma el propio Ayuntamiento de Valencia, el archivo de esa acta, que lleva fecha del día de la prueba, fue creado realmente el 18 de octubre por uno de los implicados, Eladio Barber, que es el aspirante que por dos veces ha obtenido la mejor calificación, y modificado el 20 por Rafael Mogro. Los dos son de la absoluta confianza de José Vicente Herrera.
Las fichas de evaluación de cada aspirante también se rellenaron con posterioridad, 15 y 16 días después del ejercicio, a pesar de que la supuesta comisión de valoración se había reunido, calificado a los candidatos y redactado el acta el mismo día del ejercicio.
La información sobre los metadatos, que permiten rastrear un documento informático, contradice la versión del tribunal de selección, que lo constituye la propia cúpula de la Policía Local. Y en este caso son absolutamente oficiales porque los ha proporcionado el Ayuntamiento previo requerimiento judicial.
Al margen de las dos querellas penales por todas estas irregularidades en la designación de comisarios principales, los hechos de este segundo amaño se están investigando en el juzgado contencioso-administrativo número cinco, donde se ha impugnado el proceso. Y el documento sobre cuándo y quién redactó el acta procede de las diligencias realizadas en esa causa y es lo que permite a los querellados sostener la acusación de falsedad documental.
Según confirman distintas fuentes consultadas, hasta ahora, independientemente de qué partido gobierne la ciudad, ha sido habitual entre los comisarios aceptar todos estos supuestos tejemanejes y esperar al momento en que, pasados los años, sea uno mismo quien se vea beneficiado o se le permita enchufar a sus allegados. Y esa tradición, en la tercera ciudad de España, es la base fáctica a la hora de impulsar los ascensos policiales.
El jefe de la Policía Local, Herrera, es un histórico del cuerpo en Valencia. Entró como agente con 33 años y marchó a Madrid como jefe de gabinete del fallecido Juan Cotino, considerado su primer mentor, en la Dirección General de la Policía Nacional, hasta que la alcaldesa también desaparecida Rita Barberá lo hizo comisario jefe.
Tras un breve periodo sustituido por Pepe Serrano tras el cambio de gobierno local de 2015, con el retiro de este último, Herrera recuperó la jefatura con el socialista Aron Cano como concejal responsable de la Policía Local. La llegada de la popular María José Catalá no ha supuesto el relevo en el puesto. Alcanzará la edad de jubilación en abril de 2025.
El juzgado número cuatro de Valencia ha abierto diligencias contra la cúpula de la Policía Local por amañar, presuntamente, la concesión de puestos de comisario jefe en un proceso interno de selección. La investigación se dirige contra el jefe de la Policía Local, José Vicente Herrera, y dos comisarios principales, que configuraron el tribunal de selección, Rafael Mogro y Alberto Cabeza.
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