Fedea reitera el reparto desigual de la actual financiación: 27 puntos entre La Rioja y Murcia

El sistema de financiación autonómica mantuvo en el año 2022, último ejercicio liquidado, importantes diferencias entre territorios en el reparto de recursos para cubrir los servicios públicos fundamentales. Así lo refleja un informe elaborado por Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), publicado este lunes por el think tank de análisis económico. La nota recoge cómo, un ejercicio más, se produjo una distancia de hasta casi 27 puntos entre la región mejor financiada (La Rioja, 117,5 sobre base 100) y la más perjudicada por el modelo, Murcia (90,8). La comparación se realiza a competencias homogéneas y por habitante ajustado, esto es, una vez aplicados factores correctores como el envejecimiento o la dispersión geográfica.

El análisis de De la Fuente se ha convertido en una referencia entre los expertos en el sistema de financiación autonómica a la hora de evaluar los flujos entre la capacidad fiscal de cada territorio y la aplicación de los distintos fondos de compensación. La conclusión de la liquidación de 2022 es que, pese al incremento generalizado de recursos que se inyectó en el sistema como consecuencia de la mayor recaudación fiscal por la coyuntura económica, su reparto siguió siendo tan desigual como en años anteriores. Cuatro autonomías, Castilla-La Mancha (94,9), Andalucía (94,6), Comunidad Valenciana (91,8) y Murcia, recibieron recursos por debajo de la media de base 100, una vez aplicados todos los fondos del sistema (Suficiencia, Garantía, Cooperación y Competitividad). En la franja alta se sitúan la ya citada La Rioja, Cantabria (117,2), Baleares (115,2), Extremadura (113,2) o Castilla y León (106,2). La principal economía española, Madrid, se posiciona justo en base 100, dos puntos menos que un año antes.

Entre los territorios situados algo por encima de la media está Cataluña (100,9), lo que desmiente una liquidación más el relato de Esquerra Republicana de Cataluña de que se trata de un territorio castigado por el sistema. Es el principal argumento empleado para justificar la propuesta de financiación singular pactada con el PSC y Moncloa, condición para investir al socialista Salvador Illa como presidente de la Generalitat.

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La economía catalana, eso sí, fue una de las tres que realizó aportaciones netas al sistema. Según el criterio de Ángel de la Fuente, la diferencia entre los ingresos tributarios homogéneos y la financiación recibida fue de 8,1 puntos. Es una diferencia inferior al saldo neto de la aportación de la Comunidad de Madrid (33,6 puntos) y Baleares (8,8). Estas tres autonomías, con las mayores rentas per cápita, son las únicas aportadoras netas, con un volumen total de 9.828 millones de euros en total, según Fedea. Esas aportaciones a la nivelación suponen en torno al 7% de los ingresos tributarios autonómicos en Baleares y Cataluña y un 25% en Madrid.

Según se explica en el informe, el sistema aportó en 2022 a las comunidades de menor renta recursos extra, por encima de sus ingresos tributarios, por un importe de unos 24.000 millones de euros. Estos recursos provienen en parte del Estado (que aportó algo más de 14.000 millones de euros) y en parte de las comunidades con mayor renta per cápita (Madrid, Cataluña y Baleares) que aportaron otros casi 10.000 millones. La autonomía que más aportó al sistema en 2022 fue Madrid, con 7.395 millones de euros, seguida de Cataluña, con 2.088 millones. Baleares inyectó 345 millones de euros.

En el lado de las comunidades receptoras, las transferencias recibidas por esta vía exceden el 20% de los ingresos tributarios homogéneos en diez casos y son particularmente importantes en Extremadura y Canarias, donde superan el 85% y el 100% respectivamente de la recaudación por tributos cedidos.

El volumen total de la financiación definitiva de las CCAA de régimen común, medida a competencias homogéneas e igual esfuerzo fiscal, experimentó en 2022 un incremento de unos 18.200 millones de euros (un 13,8%) con respecto a 2021 debido fundamentalmente a la buena evolución de los ingresos tributarios autonómicos y estatales.